martes, 29 de marzo de 2022

EL BRONCE BOTORRITA I; NUESTRA HIPÓTESIS PRIMERA (análisis del dorso).

 PARTE PRIMERA, PARA LLEGAR A LA SEGUNDA PARTE Y A LAS CITAS, PULSAR.

https://sobrelostextosibericosdemario.blogspot.com/2022/03/el-bronce-botorrita-i-nuestra-hipotesis_29.html


EXISTE UN ÍNDICE GENERAL DE ARTÍCULOS AL QUE SE LLEGARÁ PULSANDO:

http://sobrelostextosibericosdemario.blogspot.com.es/2013/07/indice-general.html

EL BLOG TIENE OTRO ANEXO QUE CONTIENE DE MODO SINTETIZADO Y EXTRAÍDO: ALFABETOS, DICCIONARIO Y NOMENCLATOR. RECOMENDAMOS CONSULTARLO PARA AMPLIAR DATOS, PULSANDO: http://sobrelostextosibericos.blogspot.com.es/


SOBRE JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS:
Dos imágenes del bronce inscrito en alfabeto ibérico, llamado Botorrita I. Arriba, su cara principal; esta parte, comúnmente ha sido interpretada como un edicto; acuerdo o leyes. Pacto o legislación que se expresaron en once lineas y que termina con la “firma” de un individuo, llamado “ABILU UBOCUM”; al que hemos de considerar jefe o el superior, que ordenó la redacción de este texto redactado en bronce. Al lado, podemos observar el nombre del que signa esta primera parte: A-BI-LU / U-BO-KU-M”. Abajo, el dorso del bronce Botorrita I; donde se hallan inscritos infinidad de nombres. Estos individuos que aparecen en el lado opuesto, deberían considerarse los coaligados y firmantes del pacto o ley; contenida en la cara opuesta y signada por el referido Abulo : Ubokum..



ESTE CAPÍTULO ES AJENO A LOS ESCRITOS QUE DEJÓ MARIO GÓMEZ-MORÁN CIMA, TRATÁNDOSE DE APORTACIONES Y ESTUDIOS POSTERIORES REALIZADAS POR SU HIJO

-Angel Gómez-Morán Santafé-


A - INTRODUCCIÓN

En nuestros anteriores capítulos, hemos analizado los topónimos, hidrónimos, gentilicios y teónimos ibéricos; como voces tomadas desde textos heredados desde geógrafos e historiadores grecorromanos. Llegando a formular un nomenclator general; conteniendo la gran mayoría de nombres de ciudades, ríos, pueblos y dioses, de la Iberia antigua -recogidos por los referidos eruditos clásicos-. Tras ello, habíamos intentado deducir algunos de los significados de esas voces; analizando los radicales, prefijos y sufijos; que conformaron esas palabras ibéricas que nos han llegado transmitidas (en idiomas heleno y latino). Términos que denominaban pueblos, lugares, mares, lagos, afluentes, urbes, tribus o dioses peninsulares prerromanos. Llegamos por medio de una comparación de voces, a formular un “diccionario probable” de palabras iberas; que finalmente publicábamos en la entrada anterior (0) . Por cuanto, tras meses realizando una labor tan especializada como lenta; a través de la que hemos podido obtener ese “lexicón” de posibles términos ibéricos -junto a un enorme nomenclator de topónimos, gentilicios, hidrónimos o teónimos-. Vamos a continuar hoy de un modo más ameno, redactando un nuevo capítulo, que pueda ser leído con más tranquilidad y ser mejor comprendido por las decenas de miles de lectores que nos siguen en este blog.

De esta manera, iniciaremos el presente artículo, narrando cuanto la arqueología dedujo acerca del bronce Botorrita I; tras haberse encontrado en 1970. Un hallazgo cuyos estudios nos muestran que la caída -o el enterramiento- de la placa, puede fecharse hacia el año 49 a.C.; aunque hay quienes creen que su inscripción de la primera cara, es muy anterior a la del dorso -afirmándose, incluso, que pudo hacerse con unos cien años de diferencia-. Mostrando las excavaciones una “extraña” situación, al observar que esta placa fue descubierta, rota en dos trozos; situadas ambos fragmentos en lugares distintos de una misma casa y con una diferencia de cuarenta centímetros de profundidad. Apareciendo en zonas diferentes de una domus; la pequeña en un patio, y la mayor en el interior de un edificio, usado como domicilio familiar. Hechos y rarezas estudiados por numerosos investigadores y que expondremos en nuestro siguiente epígrafe.



SOBRE ESTAS LINEAS: Mapa en el que podemos ver la situación de Botorrita; pueblo de Zaragoza en cuyo “cerro de Las Minas” se encuentra el yacimiento de la ciudad ibérica identificada con Conterbia Belaisca. Sus orígenes se remontan al siglo VI a.C.. y a través de prospecciones arqueológicas, sabemos que fue destruida sucesivamente en años cercanos al 150, al 72 y al 49 a.C.. En el plano hemos marcado la situación de otras dos urbes de los Belos: Sekaisa (la capital), sita en Mara; al sur de Calatayud, la Bílbilis ibero-romana, que se consideró de los bellos, pero fue también un bastión de los Lusones.




SOBRE, JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS:
Tres imágenes del yacimiento de Botorrita, como estaba en los años noventa. Arriba, las murallas del siglo IV-III a.C., con arranque de adobe y continuación en sillares de piedra caliza. Al lado, columnas halladas en las excavaciones, a finales de los años setenta y comienzos de los ochenta. Pertenecen a un gran edificio con muros de adobe que se estudió y reconstruyó principalmente por los profesores Ma. Antonia Díaz y Manuel M. Medrano. Quienes en 1991 publicaron varios trabajos sobre esta construcción, considerándola un gran mercado (relacionado con fábricas de curtidos existentes en el pueblo ibero). Abajo, reconstrucción en el yacimiento, del referido edificio hallado en la cúspide del montículo (alto del Cerro de las Minas) y por ello denominado la acrópolis de Conterbia Belaisca. Como hemos dicho, los profesores Díaz y Medrano, publicaron infinidad de estudios sobre esta “nave” de la “acrópolis”; llegando a la conclusión de que fue un gran mercado, aunque más tarde se consideró parte de unas tenerías. Esta enorme construcción es la más importante encontrada en Botorrita; su inicio se fecha hacia el año 200 a.C. y su destrucción entorno al 72 a.C.. Los últimos estudios consideran que se trataba de una factoría de pieles, aunque -personalmente- me inclino a pensar que su uso fue el de mercado; y en todo caso, utilizado como taller de trabajos en cuero (ya que las fabricas de curtidos producen olores insoportables y hasta gases tóxicos). En este recinto, se cree que apareció el Bronce Botorrita II, un texto latino que en 1979 fue “robado” de la excavación, por un furtivo con detector de metales. Considerando los profesores Medrano y Díaz, que esa placa con inscripción en latín, estaba expuesto en el enorme edificio de la acrópolis (comercio o tenerías).



B – EL HALLAZGO DEL BOTORRITA I


1) Conterbia Belaiska; etimología e historia:

La localidad de Botorrita se encuentra al sur de la actual Zaragoza (a unos veinte kilómetros de la ibérica Salduie); y en un lugar de estratégico paso, entre los ríos Ebro, Jiloca y Jalón. A orillas del Huerva y en el llamado Cerro de las Minas, allí se erigió desde el sigo VI-V a.C. una urbe ibera, luego llamada Conterbia Belaiska. A juicio de los expertos, este nombre hemos de traducirlo como “ciudad de los Belos”; recodando que los “belos” (o bellos), eran una tribu prerromana asentada en las proximidades del Jalón, el Jiloca y el Ebro. Pese a esta etimología confirmada por autores como Beltrán, Tovar, Ma. Antonia Diaz y Manuel Medrano -ver cita (2) -; considero que podríamos profundizar más acerca de sus radicales y sentido lingüístico. De este modo, al analizar el significado de Conterbia Belaisca; creemos que se trata de un nombre compuesto por voces que debemos traducir desde palabras grecolatinas (2b) . Logrando a través de la comparación con términos grecolatinos, entender ese sentido del gentilicio “bello” y de los topónimos ibéricos que contienen el término “Conterbia, Contrebia, Contebia”. Radicales cuyo sonido (kont, kant) tanto se nos parece al de otras ciudades europeas como Canterbury; llamada en la antigüedad Cant-Ware y cuya etimología procede del latín y del griego. Tal como sucede con su casi homónima Kent, topónimo se sabe tiene su origen en voces helenas; que yo traduzco como “cantón, o tierra” (3) . Por cuanto Conterbia - Contrebia, habríamos de considerarlo como un “territorio” o “dominio”. En lo que se refiere a la voz “belos”, recomendamos leer cuanto se expone en nuestra cita (4) ; considerando que el gentilicio “Belos” se puede interpretar como “guerreros” (de latín y griego “belicus, belo”). Por lo demás, en nuestro diccionario, traducíamos Conterbia, como “ciudad del extremo”; siendo por lo tanto el significado original de la antigua Belaisca: “Ciudad límite de los Belos”, o “urbe fronteriza de la tribu guerrera”.

Continuando con el yacimiento de Botorrita, diremos que la arqueología ha descubierto como la vida “indígena” de este asentamiento, se extiende entre los siglos VI y el I a.C.. Habiendo sido construida por vez primera hacia el 400 a.C.; para ser vencida y destruida por Roma, en tres etapas: Entorno al 150 a.C.; siendo de nuevo atacada en las guerras sertorianas (antes del 72 a.C.) y dominada finalmente en el 49 a.C. (después de la batalla de Ilerda y con la victoria de César) (5) . En lo que se refiere a los inicios de aquello que luego sería Conterbia Belaisca; parece que procede desde un asentamiento de celtíberos, sito en un cerro cercano, llamado Monte Putallao. En este lugar, el pof. Pellicer encontró enseres de la Primera Edad de Hierro (5a) , deduciendo que aquellos objetos férreos datados entorno a los siglos VII al V a.C.; pertenecieron a quienes fundarían más tarde una ciudad en el próximo Alto de las Minas. Asimismo, en diversas excavaciones, se hallaron las murallas antiguas de la Conterbia Belaisca -las defensas iniciales-, que pueden fecharse entre el siglo V y el IV a.C.; determinando los arqueólogos que aquella ciudad fue erigida entre el 420 y el 380 a.C. (5b) . En otras campañas de estudio, pudo descubrirse lo que hemos llamado la “acrópolis” de Botorrita; consistente en un enorme edificio construido en la cúspide del referido Cerro de las Minas. Que -como dijimos- es una gran estructura, montada en adobe, que se sustentaba sobre enormes columnas y que estuvo enyesada, con paredes que contenían frases escritas en alfabeto ibérico (5c) .

Esta gigantesca construcción hallada en la parte alta de Conterbia Belaisca, fue levantada a fines del siglo III y principios del II a.C. (entre el 210 y el 190 a.C.), siendo considerada por muchos un templo, una curia o un silo sagrado (5d) . Finalmente, tras deducir que se trataba de un mercado, se pudo determinar durante la campaña de 1986 (por Medrano y Ma.A. Díaz) que fue una enorme fábrica de tenerías; trabajo de cuero, que también se realizaba en otros edificios de Conterbia Belaisca (5e) . Tras comprobar que la urbe tuvo varios talleres dedicados a las pieles, podemos comprender que esas instalaciones daban un enorme potencial económico a sus habitantes; ya que en la época que tratamos, el cuero fue una de las principales industrias. Ante este hecho descubierto en las excavaciones de los años ochenta y noventa -en Botorrita- (5f) ; hemos de anotar que los cueros de la Iberia prerromana, fueron famosos en todo el Mediterráneo. Además, hay que destacar que las tenerías, debían situarse junto a ríos poco profundos; o en terrenos semipantanosos. Arroyos que permiten el lavado y secado de las pieles, mientras son tratadas; sin contaminar grandes cauces. Ya que el proceso para trabajarlas produce enormes residuos, debido a la toxicidad de los elementos con los que estas se ablandan y tiñen. Acerca de las fábricas de curtidos dentro de la urbe; creemos poder añadir, que la labores duras (el pelado, reblandecido y coloreado) se deberían realizar necesariamente en lugares apartados y cerca del río. Mientras en la acrópolis (en el gran edificio sobre el cerro) creemos que estaría la fábrica; donde se trabajarían o venderían las pieles ya preparadas. Por lo que podemos pensar que allí se situase un gran mercado taller, de objetos curtidos -que explica la identificación con un comercio, antes de determinar que fueron tenerías-.

Continuando con lo que nos transmiten las excavaciones llevadas a cabo entre 1980 y el año 2000, diremos como concluyen que entre finales del siglo III a.C. y mediados del I a.C., Conterbia debió de tener un enorme esplendor. Conservándose durante más de 120 años aquel taller de pieles de la acrópolis, tal como se construyó por los iberos hacia el 200 a.C.. Lo que me lleva a pensar, que su segunda transformación, fue fruto de la primera romanización; debido a su estructura con grandes columnas. Un contacto inicial entre los Belos y Roma, que se produjo entorno al 195 a.C.; época en la que se han observado en Botorrita, ataques y destrucción del poblado (durante las guerras de Catón). Aunque más tarde hubo de venir la paz, con los pactos de Graco -entorno al 185 a.C.-. Es decir, que el gran edificio de la acrópolis -a mi juicio- pudo reformarse en la primera etapa de la conquista; poco después del 195 a.C.. Una cronología que permite una hipótesis de hechos; deduciendo que entorno al 220 a.C., los celtíberos pudieron elevar esas tenerías del Alto de las Minas; construido solo con muros de adobe. Pero unos veinticinco años más tarde y ante la aparición de los romanos, estas factorías, quedarían arrasadas. Reconstruyéndose después del 185 a.C. (5g) un gran edificio, ya con columnas y basas; de clara influencia romana. Habiendo de suponer la existencia de un tratado entre los invasores y la urbe de Conterbia, similar al que firmaron los itálicos con los Belos segedienses y con otros pueblos con los que Graco llegó a un pacto solidario (antes del 172 a.C.). Aunque treinta años más tarde, aquella paz alcanzada -hacia el 180 a.C.-, debió peligrar; ante problema creado por los habitantes la vecina ciudad de Segeda (capital de los Belos). Cuando se enfrentaron a los latinos, porque les negaban ampliar su urbe. Así fue como entorno al 154 a.C. se produce el famoso conflicto con Roma; cuando esa urbe celtíbera (Segeda o Sekaisa), tras crecer de forma exponencial -recogiendo refugiados de otras poblaciones arrasadas por Roma-; comenzó a ampliar sus murallas. Esta era la ciudad principal de los Belos y se encontraba apenas a setenta kilómetros, al sur, de Conterbia Belaisca; siendo advertida desde Italia, para que no siguiera aumentando sus muros exteriores. Pero los Segedienses hicieron caso omiso a las amenazas del Senado latino; tras lo que llegaron desde el Tíber decenas de miles de hombres, con el fin de doblegarlos. Produciéndose de ese modo los famosos hechos del año 153 a.C., que relatamos tras las fotografías.


JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS:
Dos imágenes del barrio de curtidores en Marraketch; Marruecos. Bastará con haber visitado este lugar, donde se preparaban cueros que se vendían en las más elegantes tiendas; para comprender la dureza de labores que requiere el trabajo en las antiguas tenerías.
Donde se ablandaban las pieles con ácido obtenido desde heces (preferentemente, palomino); pasando a teñirlas más tarde, en pozas que contienen metales y minerales, cuyos residuos y olores resultan insoportables. Los elementos con los que se trabajaban los curtidos; no solo eran altamente tóxicos, sino que -además- convertían el lugar en inhabitable (debido a los olores que desprenden). Por todo ello, es necesario que en esas tenerías se alojen en lugar abunde el agua, para lavar repetidamente las pieles -hasta que pierdan los productos tóxicos y el hedor, que se impregna al ser tratadas y coloreadas-. Tal es la dureza de este trabajo, que en ese barrio de Marruecos en foto; se calculaba que la vida de los que allí laboraban, no superaba los cincuenta años.




JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS:
Dos planos de la nave que se elevaba en la acrópolis de Conterbia Belaisca, publicados por los profesores Ma. Antonia Díaz, Manuel Medrano y Jesús Tramullas; en su trabajo: Reconstitución del edificio monumental de Contrebia Belaisca (Botorrita, Zaragoza). Agradecemos a los autores de esta separata, nos permitan divulgar las imágenes. Para leer cuanto expresan acerca del edificio de adobe del cerro de las Minas, ver nuestra cita (1) . Observemos que el aspecto de la construcción es el de un templo o una curia, donde cinco naves terminan rematadas por una enorme columna (con cinco metros de alto y un enorme diámetro). Se considera que pudieron ser tenerías, aunque al situarse en la “acrópolis” de la ciudad y contener este tipo de arquitectura, creemos más coherente pensar que fueron un gran mercado territorial (un edificio de importante carácter social). Su construcción, a mi juicio, pudo realizarse al término de las Guerras de Catón (sobre el 195 a.C.); cuando este cónsul venció en Hispania y fue nombrado gobernador. Ello explicaría las características grecorromanas de su construcción, aunque el edificio también tendría paralelos con otras grandes construcciones ibéricas del sur de la Península (especialmente con las de Cástulo, Toya etcétera).




JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS:
Dos fotos más del yacimiento, durante sus excavaciones de los años noventa. Se observan las columnas del referido edificio de la cima, tal como aparecieron; almacenadas después de que la nave hubiera sido destruida. A través de los estudios de prospección, sabemos que esta gran construcción, fue derribada entorno al año 72 a.C. (durante las guerras sertorianas); tras arrasar Conterbia Belaisca los partidarios de Pompeyo. Se piensa que sus elementos constructivos (basas, fustes y capiteles) serían almacenados después de destruir el edificio las tropas pompeyanas; quizás para rehacerlo. Aunque la llegada de Julio César, en el 49 a.C., y la caída de Pompeyo; debió sumir a la ciudad ibera de Botorrita en la ruina. Por cuanto aquel lugar, que antes fue una importante urbe -centro del comercio del cuero-; quedó relegada a una aldea hispano romana. Finalmente, en ese lugar de la acrópolis, donde estuvo ese mercado con columnas; fue elevada una torre de vigilancia romana.



Tras los sucesos del año 153 a.C., donde los romanos son vencidos por los habitantes de Segeda, unidos a numerosas ciudades celtíberas de la Meseta. Los invasores deciden volver a firmar una paz con los Belos. En esos momentos, hemos de suponer que Conterbia Belaisca habría sido atacada y arrasada (antes que Segeda); aunque recuperarían sus libertades cuando los romanos pierden las batallas. Estos hechos explican los restos de devastación que vuelven a aparecer en el yacimiento Botorrita, fechados entorno al 150 a.C.; y los de prosperidad, que los arqueólogos observan que se producen poco después. Consecuentemente, nos dirán Ma. Antonia Díaz y Manuel Medrano, que se observan restos de una destrucción datable hacia el 150 a.C.; para volver a ver cómo Conterbia Belaisca crece y mejora pocos años después (5h) . Todo lo que significa -en mi opinión- que esa ciudad de los Belos, sufrió el ataque de los romanos de Nobilor, que en verano del 153 a.C. se dirigían hacia Segeda. Pero tras la derrota de las tropas del Senado a manos de los segedanos; se acogieron a los beneficios que el invasor otorga a esa capital bela y vecina, llamada Sekaisa -tras perder el cónsul la guerra, en el invierno del 152 a.C.-. Como dijimos, ello explica la destrucción bélica y las posteriores mejoras que los arqueólogos observan en Botorrita. Aunque la época de florecimiento volvió a entrar en crisis desde el año 80 a.C. y especialmente entorno al 74 a.C.; cuando los que apoyaban a Sertorio en el cauce sur del Ebro, fueron vencidos por Pompeyo y Cecilio (5i) . Siendo este el momento en que vuelve a ser atacada duramente la urbe de Botorrita, destruyéndose el edificio de la acrópolis (desapareciendo la gran tenería o mercado con columnas).

De ese modo, antes del 72 a.C., Conterbia fue arrasada de nuevo; suponemos que por haber apoyado a Sertorio; pasando a dominarla los de Pompeyo. Consecuentemente, hemos de deducir que quienes se establecen en esta ciudad desde entonces, serían ciudadanos de la confianza pompeyana (o fieles a Cecilio). Por su parte y como ya dijimos; parece que quienes sobreviven a este ataque del 74 a.C. (aprox), guardan los restos del edificio de la acrópolis, destruido en ese momento. Así las columnas, capiteles y basas de aquellas grandes tenerías, derrumbadas por los de Pompeyo, se conservaron almacenadas; con el fin probable de reconstruirlas o usarlas en otras construcciones (5j) . Pero la paz duró muy poco, pues pronto se enfrentaron Pompeyo y Julio César. Este último, tras tomar el poder de Roma con sus tropas y no ser obedecido por Pompeyo, apareció con sus ejércitos en las orillas del Ebro, presentando contienda en Lérida. Así se produjo la batalla Ilerda, donde en verano de 49 a.C. los cesaristas vencieron al general que hasta entonces tenía el mando de Hispania (Pompeyo). De este modo, las distintas guerras que vivió Conterbia Belaisca, fueron destruyendo y reconstruyendo su poblado -durante unos ciento cincuenta años-. Luchas que ya se engloban las últimas guerras de conquista y en las contiendas intestinas entre generales latinos, libradas durante la última fase de ocupación de la Península por los llegados desde Italia. Pudiendo comprobarse de nuevo, que este pueblo Belo cercano a Sekaisa (Segeda) y sus ciudades, fueron algunos de los últimos en romanizarse plenamente. Logrando los invasores, tan solo dominarlos en su totalidad; al caer urbes como Calagurris, Termantia, Numantia o la propia Segeda. Algunos de las que resistirán a la conquista, hasta la muerte de Sertorio (en el 72 a.C.). Aunque, muchos de sus habitantes después participan en las guerras civiles entre César y Pompeyo, como mercenarios y partidarios de este último; hasta ser totalmente dominados por el senado, con la llegada de Julio César, en el 49 a.C..



JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS: Al lado, imagen de un As romano, con la efigie de un toro. Esta decoración -con un bóvido- normal en monedas o lingotes; responde a que antaño se medía la riqueza, en cabezas de ganado. Es decir, se conocía el poder adquisitivo; calculado en un número de vacas, ovejas, cabras etc.. Es lo que se llamó “pecunia”, que hoy traducimos por dinero; pero que procede del latín “pecus”; que significa “ganado, animales”. Finalmente, esa pecunia, se pasó a medir a través de pieles, debido a que los cueros eran imprescindibles en la época. De ello, que los lingotes en diferentes culturas tuvieran forma de cuero; un valor fungible, desde el que desciende el uso posterior de los metales contrastados. Moneda que en un principio, se acuñó en forma de pieles, patas o cabezas de bovinos; tal como manifiesta este As de Roma. Abajo, Mota del Marqués (Valladolid), un pueblo que hasta mediados del siglo XX tuvo varios talleres de curtidos en piel. Es una población situada entre varios arroyos, que desembocan en el río Bajoz, caudaales hoy casi desaparecidos, debido a los regadíos y la falta de agua. El lugar en imagen, es donde estuvieron las tenerías; dedicadas durante siglos al lavado y tratado de pieles, en este paso donde se cruza el Bajoz con dos pequeños riachuelos. Su paisaje y situación, nos recuerda mucho al de Botorrita, que asimismo se eleva sobre el río Huerva y que a su vez se encuentra entre varios arroyos. En una zona donde abundaba el agua, en la que se podrían lavar bien las pieles, sin contaminar grandes cauces.



2) Conterbia Belaisca y los sucesos de Segeda:

Recordaremos que Conterbia Belaisca pertenecía a la misma etnia que la gran ciudad “Bela” de Segeda (Sekaisa); sita en la actual Mara -al sur de Calatayud; Bílbilis- y a unos 75 kilómetros de Botorrita-. Segeda o Sekaisa, como hemos dicho, fue uno de los baluartes principales de los Belos, que unidos a Numancia, se enfrentaron contra Roma en el 153 a.C.; logrando vencer a los invasores. Obligando a las tropas latinas a establecer un pacto con ellos, después de esta victoria; tratado que debió afectar asimismo a los ciudadanos de Conterbia Belaisca (pertenecientes a la misma “tribu”). La conclusión anterior, se obtiene tras comprobar que las prospecciones arqueológicas observan, hacia el 150 a.C., un fuerte ataque y destrucción de la ciudad sita en Botorrita. Tras ello, el yacimiento, vuelve a marcar nuevas señales de guerra hacia el año 72 a.C. y también unos dos decenios después (entorno al 50 a.C.). Todo lo que hace suponer que entre el 150 y el 72 a.C. Conterbia Belaisca viviría una fase de cierta “paz” y de prosperidad, como urbe asociada a Roma; de un modo similar y en la misma forma que logró hacerlo la capital de los Belos: Sekaisa. Existiendo testimonio histórico de que los segedanos, al vencer en el 152 a.C. a los invasores; consiguieron un estatus de alianza con los latinos. Lo que les permitiría desarrollarse y tener “tranquilidad” durante casi cien años; desde mediados del siglo II a.C. hasta las guerras de Sertorio.

Regresando a los sucesos del 153 a.C., sabemos que en este tiempo se unieron las tribus celtíberas centrales de la Península, formadas por Belos, Lusones, Arevacos y Vacceos; con el fin de hacer frente a los invasores. La liga entre iberos se hizo fuerte al conocer la llegada al Ebro, del cónsul Nobilior (Quinto Fulvio Nobilior); que venía desde Italia, con treinta mil hombres, para someter a los Lusones y Belos (asentados entre Calatayud, Molina de Aragón, El Ebro y el Moncayo). Esa unión de tribus iberas centrales se hizo fuerte en Segeda, y luego en algunas ciudades próximas de los Arevacos, al mando de un jefe ibero llamado Caro. Que se enfrentó a Nobilior el día 23 de agosto del 153 a.C.; derrotándole de forma estrepitosa (aunque el combate le costó la vida a este caudillo, Caro de Segeda). Tanto fue así, que la fecha quedó como maldita entre los generales romanos; quienes intentaron no entrar en batalla jamás en la efeméride. Tras ser vencido; Nobilior se valió de sus aliados del Norte de África, que venían con un ejército de elefantes. Hordas que así armadas atemorizaron a los iberos, hasta entonces, fuertes en la cercanías de Segeda; llevándoles a huir hacia Numancia. Pero al llegar al Duero, los paquidermos se desbocaron (ante e fragor de la lucha); y en este trance, los celtíberos aprovecharon para atacar a los de Nobilor, causando enormes bajas entre los romanos. Tanta fue la derrota, que los rebeldes hicieron retroceder a las tropas invasoras, llegando los indígenas hasta Medinaceli (Ocillis); donde los de Roma tenían sus almacenes y víveres -pudiendo hacerse con ellos-. Finalmente, vino el invierno y los soldados fieles al cónsul, que habían logrado escapar de los ibéros; murieron de frío y hambre, acampados en las cercanías de Medinacelli y Numancia -esperando poder asediar esta ciudad arevaca, durante la primavera siguiente-.





JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS: Al lado, portada del libro EL IV BRONCE DE BOTORRITA (Conterbia Belaisca): ARQUEOLOGÍA Y LINGÜISTICA. Obra de los profesores: Francisco Villar, Ma. Antonia Díaz, Manuel M. Medrano y Carlos Jordán -Universidad de Salamanca, 2001-. Abajo, fotografía que se recoge en esta publicación, donde vemos parte de la excavación de Conterbia Belaisca (Botorrita). Se trata de la ladera norte del Cabezo de las Minas -agradecemos a sus autores, nos permitan divulgar la imagen-.






JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS:
De nuevo, la “gran casa” de la Acrópolis (las tenerías o mercado). Destacan las enormes columnas del edificio ibérico, levantado a fines del siglo III y reconstruido al entorno al 185 a.C.. Se considera una fábrica de curtidos; aunque parece más lógico pensar que fuera un “centro” social. Por lo que -a mi parecer- es más factible la hipótesis de considerarlo un enorme mercado, o bien un taller de curtidos, con diversas tiendas. Sobre esta construcción, hemos hablado extensamente en nuestro epígrafe A-2.



Esta batalla contra los íberos de Nobilor y la posterior derrota de Roma por los segedanos, marcó un antes y un después en las conquistas de la Península. Pues desde aquellas fechas comenzaron las Guerras, de Hispania; tomando el senado la decisión de enviar sus mejores tropas a la Península. Ya que unos meses antes de la referida victoria en Segeda, los vacceos también habían vencido a Lúculo y Escipión; quienes se vieron obligados a huir de tierras al norte del Duero, empujados por hordas de palentinos y otras gentes de la misma etnia -ver cita (41) -. Asimismo, se sublevaron por entonces los lusitanos; todo lo que preocupó en sumo a Roma y decidió atacar a Segeda con veinte mil hombres, por los motivos ya referidos -el aumento desmesurado de su población y de sus murallas-. Fue entonces, cuando los habitantes de aquella ciudad que reconstruía sus muros, tuvieron que hacer frente a los invasores, desde urbes cercanas (belas, lusas y arevacas); debido a que la suya tenía sin completar el recinto amurallado. Todo lo que terminó provocando una mayor unión entre los iberos, ya que aquellos que no tenían refugio en Segeda, fueron a buscarlo en otros emplazamientos.

Volviendo a la famosa derrota de Nobilor, se recuerda históricamente; pues su preparación provocó que los romanos decidieran cambiar el calendario. Dando comienzo la anualidad, desde entonces, cada 1 de enero; y no el 15 de marzo, como se hacía hasta aquel reclutamiento del 153 a.C.. Empezado el año en los Idus de marzo, al ser la mensualidad dedicada a Marte; cuando se realizaba el “alistamiento” de jóvenes, enrolándolos en filas militares con el fin de que trabajasen para este dios. Así, hasta el año 153 a.C., quienes cumplían la edad nubil; eran reclutados para servir a “Marte” cada 15 de marzo. Mientras, los que se dedicaban a las labores del campo, comenzaban en las mismas fechas sus trabajos de agricultura. Por cuanto narramos, el comienzo del año romano fue hasta entonces el mismo que aún conservan muchas otras culturas de latitudes paralelas: A mitad de marzo; tal como sucede con el horóscopo, en el calendario chino, el japonés y etcétera. Pero en el 153 a.C., se decidió adelantar la anualidad romana, con el fin de reclutar veinte mil hombres de imprevisto, para traerlos a Hispania y combatir a los iberos. Siendo la primera misión de este contingente, doblegar a los asentados entre el Ebro, el Jiloca y el Jalón. Intentando descabezar de ese modo, a los de Segeda; que lideraban a los Belos y que tras aumentar de forma desorbitada la población de su ciudad; decidieron ampliar las murallas (con la oposición de Roma). Para ese fin, repentinamente se mandó a filas a los jóvenes de Italia el 1 de enero -y no el 15 de marzo- del 153 a.C.; cambiando el inicio del año e importando a las cercanías de Calatayud (Bílblis) más de veinte mil soldados. Pensando dar así el golpe final a los Lusos y Belos, que allí se hacían fuertes; pero todo terminó en una gran derrota romana. En el siguiente párrafo y en nuestra cita (6) , recogemos cuanto nos dice PX ALEX, en su web acerca de estos sucesos de Segeda. Hechos repetidamente estudiados por el gran experto en esa ciudad celtibérica (Prof. Burillo Mozota); quien los explica en varios de sus libros y del que resumimos un texto en cita (6b) .

Segeda había acordado con Roma que a cambio de ciertos tributos y la no edificación de nuevas ciudades en sus territorios, el senado romano mantendría la paz con ella, además de mantener su autonomía y hegemonía sobre las demás poblaciones de su territorio, su propio sistema económico e incluso la facultad de poder acuñar moneda. Esta paz duró 25 años hasta que en el año 154 a.C. la ciudad de Segeda decidió ampliar sus murallas unos 8 kilómetros para incluir dentro de ellas su creciente población. El senado de Roma tomó esta acción como una rotura de su acuerdo e insto a Segeda a cancelar la ampliación de las murallas. La asamblea de Segeda contestó a Roma, que su acuerdo era no construir nuevas ciudades pero eso no incluía la ampliación de las actuales. Roma no aceptó esa contestación por lo que declaró la guerra a Segeda y a su vez a los pueblos celtíberos.

La preparación de la guerra por parte de Roma fue algo extraordinario (...) Se tomaron decisiones importantes poco habituales, la primera de ella fue designar a un cónsul para dirigir la guerra en Hispania, en lugar de lo habitual que era un pretor. La segunda fue adelantar la toma de posesión de sus funciones a las calendas de Enero del año 153 a.C., celebrándose los comicios el 01 de Enero y quedando fijada esta fecha como el comienzo oficial del año (…) Existen varias teorías para explicar el cambio de inicio del año, pero ninguna está confirmada. (...) Las tropas romanas tuvieron que replegarse y gracias a su caballería pudieron escapar de la trampa, consiguiendo además acabar con Caro, lo que significo la retirada de los celtíberos y su repliegue a Numancia. El cónsul romano no cejó en su empeño de vencer a los celtíberos, pero esta vez sí que decidió esperar a los elefantes y los refuerzos para atacar Numancia (…) El ejercito romano se retiró a un campamento a 7 kilómetros de Numancia para pasar el invierno, pero las condiciones eran extremas y las enfermedades, la falta de víveres y de combustible, fue diezmando las tropas romanas (…) Para los celtíberos esto fue una gran victoria y tuvieron un tiempo de paz que incluso permitió a los habitantes de Segeda volver a su ciudad. Varios embajadores celtíberos fueron enviados a Roma y aunque no se conocen los acuerdos tratados, si sabemos que al lado de la vieja Segeda se permitió la creación de una nueva ciudad que acogió a sus habitantes hasta su caída en el año 72 a.C en las guerras civiles romanas” -ver cita (6a) - .




SOBRE Y BAJO ESTAS LINEAS: Dos cerámicas numantinas, fechadas en el siglo I a.C.; propiedad del Museo Numantino de Soria (al que agradecemos nos permita divulgar nuestras imágenes). Arriba, vaso con ave pintada. Abajo, “copa con peces”.



BAJO ESTAS LINEAS: Figura 5 del libro SEGEDA, del profesor Burillo Mozota, donde vemos las ciudades y etnias que lucharon contra Roma en la guerra celtibérica del 154-150 a.C.. Ver resumen de esta publicación en cita (6b) . En la (6c) recogemos el texto entero de Apiano en LAS GUERRAS IBÉRICAS, en el que podemos comprender lo sucedido tras la intervención de Nobilor en Hispania.




3) Conterbia Belaisca; las guerras de Sertorio, Pompeyo y la victoria final de César:

Esta guerra de Segeda y la situación vivida en la zona, es lo que consideramos recogen las prospecciones realizadas en Botorrita -ver cita (5) -; al decirnos que en Conterbia Belaiska hubo enormes embates entorno a los años 150 a.C. y una reconstrucción muy próspera, años después. Aunque, como ya hemos dicho, siguen anotando los arqueólogos que también volvió la guerra a la urbe sobre el 76 a.C.; un tiempo que coincide con las llamadas Guerras Sertorianas. Provocadas cuando Sila se hace con el poder de Roma (en el 82 a.C.) y decide postergar a Sertorio; mandándole perseguir y destituyéndole de todos sus cargos. Pronto el general opositor a Sila es declarado en rebeldía, siendo considerado un traidor a abatir; para lo que enviaron veinte mil hombres hasta Hispania -donde Sertorio se había hecho fuerte-. Ello obligó a huir de nuestro territorio al general insurrecto, que se refugió en el Norte de África; hizo innumerables aliados (gracias a sus enormes conocimientos lingüísticos; pues -al parecer- hablaba celta, ibero y berbere, a más de latín y griego). Así en el año 80 a.C., el gran Sertorio regresa a tierra Hispana, ya como un líder de africanos y de íberos; entrando por Baelo Claudia (junto a Tarifa) para ir venciendo a los ejércitos romanos con enorme facilidad y ascender por el Guadalquivir. Ante estos hechos, Sila manda a su mejor general (Cecilio) que llega en el 79 a.C., para hacer frente al insurrecto, que ahora combatía apoyado por numerosas tribus iberas, con las que había establecido grandes alianzas. Gracias a sus victorias y a su empatía con los indígenas de cada lugar, Sertorio finalmente crea un “Estado propio” y sitúa las bases en zonas del Alto Ebro; principalmente en Calagurris, Osca, Ilerda y Bursao (Calahorra, Huesca, Lérida y Borja). Dominando toda la Hispania Citerior, logrando crear una capital en Osca; donde instauró un senado ibero-romano, bajo su mando.

Ante tanto peligro, Roma se ve obligada a derrotar a Sertorio por todos los medios; para lo que envía a Pompeyo en el 76 a.C.; junto a numerosísimas huestes. Tenían como fin unirse a las de Cecilio, que llegó tres años antes con el mismo fin; pero fue vencido por el general insurrecto. Pese a la unión de ambos, las victorias del Sertorio fueron una verdadera humillación para las tropas latinas. Así viendo la situación de inferioridad, en el 74 a.C., los ejércitos de Pompeyo y de Cecilio se unieron bien coordinados; logrando ganar terreno al sublevado. Es en este año cuando caen sobre las zonas de Segeda, alcanzando Roma los ríos Jiloca, Jalón y el Ebro; donde se hallaba Conterbia Belaisca, momento en que debió ser de nuevo destruida esta ciudad que hoy localizamos en Botorrita. Será entonces cuando perderá Segeda su “autonomía” y los privilegios ganados tras la derrota de Nobilor (152 a.C.); cayendo bajo el mando de Pompeyo en el 72 a.C., después de que varios generales iberos conjurados, asesinen a Sertorio. Pues viendo los romanos que no podían con tan fiero enemigo; decidieron llevar a cabo un complot. Para tal fin, organizaron un banquete en Osca, con el fin de honrar las victorias del caudillo rebelde; fiesta que en verdad fue solo una maquinación para que Sertorio quedase sin guardia y degollarle. Logrando así la caída de quienes luchaban todavía contra Roma en la Península; en unas guerras que duraron un decenio y que por su protagonista, se han denominado “sertorianas”. Tras el fin de estas contiendas, se sometieron a Pompeyo la gran mayoría de urbes ibéricas hasta entonces aliadas de Sertorio; entre las que destacaron: Osma, Calagurris, Termantia, Clunia y Segeda. Habiendo de pensar que en los mismos años sería atacada y dominada por los de Pompeyo la actual Botorrita.

Finalmente, volviendo a Conterbia Belaisca, sabemos que en su yacimiento se observa una última destrucción, cercana al 50 a.C.; por lo que todos deducen que debió sufrir los avatares de la famosa Guerra de Lérida (conocida como la batalla de Ilerda). Confrontación entre las tropas de Pompeyo y las de Julio César, que tiene lugar en junio del año 49 a.C.; después de que César hubiera entrado con sus ejércitos en Roma, apoderándose del gobierno, instando a Pompeyo a someterse. Sin lograr la obediencia de los pompeyanos, que dominaban Hispania; se enfrentó César contra ellos, en el verano del año 49 a.C. y en las inmediaciones de Lérida . Tras acampar sus tropas al lado del Ebro, logrando vencer en algo más de un mes; tras librar sucesivas escaramuzas y cruentas batallas. Es entonces cuando las tropas partidarias de César, cruzarían el Ebro; acosando y acabando con las ciudades que hasta entonces habían servido a Pompeyo. Entre las que debió estar Conterbia Belaisca, ya que en las prospecciones arqueológicas se observa una última destrucción, fechada entorno al 50 a.C.; que debemos suponer motivada por esta guerra de Ilerda (7) .



JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS:
Dos fotos de una estructura funeraria numantina, del siglo I a.C.; tal como la muestra el referido Museo arqueológico de Soria
(al que agradecemos nos permita divulgar nuestras imágenes). Se trata de una tumba coetánea a los hechos que recogemos; entre la batalla de Segeda y la caída final de Numancia





4) Cronología de Conterbia Belaisca:

- Siglos VII y VI a.C.: Asentamiento de gentes iberas en un alto de Botorrita, llamado Monte Putallao; muy cerca del Cerro de las Minas.

- Siglos V y comienzos del IV a.C.: Se inician las murallas de Conterbia Belaisca, primero con muros de adobe y más tarde con paredes de sillar en caliza (se supone fundado por los que vivían en el monte cercano).

- Final del siglo III y comienzos del II a.C.: Se crea un gran edificio con muros de adobe, en la parte alta del Cerro de las Minas (acrópolis) que debió ser una fabrica y mercado de curtidos. La población contaba con numerosas tenerías, próximas al río y en las afueras.

- 195 a.C., Guerras de Catón: Primera invasión romana; Conterbia Belaisca es atacada y rehecha. Tras estas confrontaciones se llega a una paz con Graco. A mi juicio, se eleva entonces el gran edificio con columnas en la acrópolis, que era usado como fábrica de curtidos.

- 153 a.C., victoria de Segeda y Numancia: Los Belos de Segeda (Sekaisa), se niegan a no ampliar sus murallas. Roma manda a 30.000 hombres para aplastarlos, pero los Segedianos vencen. Luego se refugian en Numancia y llegan a destruir los ejércitos del cónsul romano. Finalmente, el senado llega a un tratado de paz con Segeda y hay que entender que lo mismo sucede con Conterbia Belaisca.

- 78/72 a.C., guerras Sertorianas: Tras la sublevación de Sertorio a Sila, en el 82 a.C.; los iberos siguen al general romano insurrecto. Fueron casi diez los años de resistencia de Sertorio, que finalmente muere asesinado por sus comandantes. Tras la muerte de Sertorio, las ciudades que le apoyaron fueron devastadas por Pompeyo. Este sería el caso de Conterbia Belaisca, donde se destruyen sus tenerías y se crea una torre de vigilancia en la acrópolis.

- 49 a.C. batalla de Ilerda: La ciudad de Botorrita debió ser ocupada por fieles a Pompeyo desde el 72 a.C.; aunque veintitrés años más tarde los pompeyanos entraron en conflicto con Julio César. César viene hasta Lérida y derrota a Pompeyo en el 49 a.C.; más tarde arrasaría las ciudades fieles a este general vencido, entre ellas Conterbia Belaisca.

- Después del 49 a.C.: Nace la Conterbia romana, que no tuvo gran relevancia de población, ni como enclave. Su acróplis fue un lugar de vigía militar.

- 70 d.C.: Nuevas guerras, entre Nerón y Galva, restos de destrucción del poblado romano.

- 1970 d.C.: Es hallado el Bronce Bororrita I, en el patio y en el interior de una casa romana, destruida en las razzias del año 49 a.C..

- 1979 d.C.: Un furtivo, armado con un detector de metales, extrae un bronce inscrito en latín, donde se contiene el nombre de Conterbia. Pocos años después, la placa será interceptada por arqueólogos que la estudiarán (denominándola Botorrita II).

- 1986: Descubren el edificio de la acrópolis, que se considera un templo o la curia.

- 1987 d.C.: Se reconoce que el lugar se corresponde con la antigua Conterbia Belaisca, al comprobar que un bronce con este nombre procedía de el yacimiento; y tras hallarse durante años numerosísimas monedas con la inscripción KONTEBAKOM.

- 1992 d.C.: Se vuelve a hallar un gran bronce en las excavaciones de Conterbia (llamado Botorrita III). Se trata de una placa escrita en alfabeto íbero que contiene una enorme lista de nombres.

- 1994 d.C.: Casualmente, aparece en el jardín de un vecino otro trozo de bronce escrito en caracteres iberos. Su hallazgo se debió a que el referido jardín había sido rellenado con arena procedente de las obras de remodeación de la carretera, que se llevaban a cabo cerca del yacimiento.



SOBRE Y BAJO ESTAS LINEAS: Arriba, plano de la antigua ciudad de Conterbia Belaiska, tal como lo publican: José Antonio Hernández Vera y Francisco Javier Gutiérrez González; en su estudio: Contrebia Belaisca (Botorrita, Zaragoza) “Avance de resultados de las campañas de 2006 a 2010 y nuevas propuestas” -agradecemos a los autores, nos permitan divulgarlo-. El número 5, es el mercado o tenerías de la acrópolis (que lo marcan como “horreum”). En el número 2, tenemos otras tenerías, al exterior de la ciudad (lejos de las casas y cerca del río). El 1 se corresponde con el templo de la ciudad. La zona junto al gran edificio 5, donde pone “estancias”; serían las casas hispano romanas donde fue encontrado el bronce Botorrita I. El lugar donde encontraron en 1970 esta placa, partida en dos partes; lo he marcado con puntos rojos (se trata del patio y una sala de la domus hispano romana).

Abajo, Imagen de la placa Botorrita I, simulando el modo en que apareció, en 1970. La parte pequeña encontrada primero; en una zona más profunda y en lo que fue el patio de una casa. Más tarde, descubrieron el trozo mayor; a unos tres metros de distancia de la otra y a sesenta centímetros del terreno sin excavar -en lo que fue una sala interior a la que pertenecía el patio-.



C) EL DESCUBRIMIENTO DEL BRONCE BOTORRITA I (conclusiones a su hallazgo):

Sobre la aparición de la placa, nos dicen los profesores MARÍA ANTONIA DÍAZ SANZ y MANUEL M. MEDRANO MARQUÉS: El primer bronce celtibérico se halló en la campaña de excavaciones arqueológicas realizada en 1970. Según los datos proporcionados por el profesor Manuel Martín-Bueno, responsable de los trabajos de campo en esa campaña, apareció en dos fragmentos. El primero, más pequeño, se encontró en el interior de un patio abierto o semicubierto; el segundo estaba a unos tres metros de distancia y en otra habitación contigua a la anterior. El fragmento mayor se situaba sobre los restos de una placa de madera quemada, de forma regular, a la que pudo estar adherido” (8) . A ello hemos de sumar que ambos trozos no solo se encontraron a tres metros de distancia, sino -además- con una gran diferencia de profundidad; apareciendo el más pequeño a un metro y el mayor. a solo sesenta centímetros de la superficie (9) . Finalmente, quienes encuentran las placas, nos dicen que la segunda y de más tamaño, se sacó rodeada de fragmentos cerámicos romanos, de mediados del siglo I a.C., que habían sido sometidos a una altísima temperatura (debido a un incendio intencionado, que nadie apagó) (9) .

Aquel patio de una casa romana, no parece el lugar propicio para tener este bronce expuesto, por lo que algunos han pensado que se trataba de una “reliquia” que se guardaba en el edificio, como recuerdo -quizás de antiguas guerras-. A mi juicio, no habríamos de desestimar la idea de que su último emplazamiento fuera el hogar de un militar romano -o ibero-, asentado en Conterbia Belaisca; que se habría hecho con la placa, durante las guerras de Sertorio. Es decir, que el dueño de la casa y patio donde se encontró, pudo ser un centurión o un soldado ibero-romano, que ganase esta plancha en batalla; todo lo que nos haría pensar que se trataba de un estandarte lucido por celtíberos, en las guerras sertorianas (más que de una ley o un tratado de amistad). Decimos guerras sertorianas (del 80 al 72 a.C.) y no otras, porque el hogar donde se halló, fue destruido en el 49 a.C.; lo que supone que su propietario era fiel a Pompeyo y fue atacado por los de César, cuando este vence en el Ebro. Todo ello lleva a pensar que quien tuvo por última vez este bronce, era un militar (o ciudadano ilustre) que había luchado a favor de Pompeyo y contra los de Sertorio, estableciéndose en Botorrita tras la muerte del general insurrecto.

Sobre la casa donde se encontró la placa inscrita, nos dicen Tovar y Beltrán que hay evidencias de que fue quemada, comenzando el fuego por su techumbre y sin que nadie parase el incendio. Ello, junto a la aparición de bolas de catapulta en el patio, hace evidente que el edificio fue abandonado tras ser atacado y que el incendio se produjo por motivos bélicos. La situación del edifico y prospecciones, les lleva a afirmar que los hechos suceden durante la destrucción de Contebria Beláisca, en el 49 a.C.; tras las guerras de César (10) . Sobre el tipo de hogar, los referidos autores afirman que se trataba de una casa señorial, de estilo romano y reconstruida a comienzos del siglo I a.C. (11) . Estos datos, nos hacen concluir -tal como hemos anotado- que posiblemente fue el hogar de un soldado o ciudadano fiel a Pompeyo; establecido en Conterbia Belaisca tras las guerras de Sertorio -en el 72 a.C.-. Quizás un militar victorioso, después de haber servido en las tropas de Pompeyo. Por cuanto, no sería extraño considerar que el propietario de la referida casa fuera un ciudadano insigne (de clase ecuestre), que lograría una pequeña fortuna en las filas pompeyanas. Quien tras la caída de Sertorio (en el 72 a.C.) recibiría un sueldo emérito, que le permitió retirarse a Botorrita; para vivir en esa gran casa el resto de sus días.

Ello explicaría la conservación de esta reliquia inscrita, quizás como recuerdo de algunas victorias contra los iberos favorables a Sertorio. Un bronce que podemos afirmar, estuvo en la casa de un fiel a Pompeyo; hasta que el en 49 a.C. su hogar fue atacado por los partidarios de César, destruyéndola. De tal modo, imaginando lo sucedido tras la derrota de 49 a.C.; hemos de pensar que en el saqueo de Conterbia Belaisca, se cebarían con los más cercanos a Pompeyo. Bajo esta hipótesis, quienes arrasaron esa ciudad de los Belos, destrozarían de un modo alevoso las grandes casas, pertenecientes a cercanos del general derrotado. Robando y destrozando los enseres existentes en el interior de los hogares principales. Por ello, la reconstrucción de cómo se acontecieron los hechos del 49 a.C., obliga a pensar que antes de quemar la edificación donde apareció la placa; la saquearían. Después del expolio, y sin considerar importante el bronce, probablemente lo golpearon; haciéndolo caer junto a trozos de cerámicas inservibles. Provocando que la placa se rompiera en dos partes: Una pequeña, que pudo ser arrastrada por la caballería o por los pies de quienes destruían el hogar. Mientras el trozo mayor, debió quedar en el interior del edificio, donde tiraban al suelo los enseres inútiles (como los restos de cerámicas rotas, que aparecieron junto al bronce). Tras el robo, los expoliadores, incendiarían la techumbre y se marcharían con el botín; sin llevarse la placa, al considerar aquel bronce escrito en caracteres iberos, un “recuerdo” poco interesante -o un objeto sin valor, ni uso-. Finalmente, los restos sufrieron la caída de las vigas, ardiendo horas sobre ellos. Con el paso de los siglos, el fragmento de mayor tamaño tuvo una menor sedimentación, por estar más cubierto. Ya que al encontrarse dentro de una sala, permaneció protegido del polvo y la arena, gracias a los muros de adobe. El de menor tamaño, al encontrarse en exterior (en el patio), sufriría una mayor sedimentación; ello explica que apareciera unos cuarenta centímetros más profundo.




JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS:
Al lado, jarro ibérico procedente de Bílbilis, tal como lo expone el museo de Calahorra (al que agradecemos nos permita divulgar la imagen). Abajo, capiteles romanos procedentes del yacimiento de la antigua Bílbilis, expuestos también en el museo de Calahorra.







BAJO ESTAS LINEAS: El bronce Botorrita II, que apareció hacia 1979 -agradecemos al Museo Provincial de Zaragoza (propietario de la pieza) nos permita divulgar la imagen-. Robado del yacimiento, por un furtivo a “golpe” de detector, pudo ser recuperado y estudiado años más tarde. Se trata de un texto romano que recoge un tratado, que dicta un pacto entre los vecinos de Alaún (Alagón) y los de Salduie (Zaragoza), para la compra de unos terrenos con el fin de realizar una acequia entre ambas poblaciones.



D) FUNCIONALIDAD Y SIMBOLISMO DEL BOTORRITA I:

1) Escritos diferentes; o bien un solo documento:

Como hemos dicho, se trata de una pieza de unos 40 centímetros de longitud y aproximadamente diez de alto; formada por placas adheridas de bronce (con unos 1,5 cmts. de anchura). No tiene anillas, ni pasadores; menos aún orificios, que le permitieran ser colgada. Por lo que resulta evidente que estaba enmarcada, ya que las placas de este tipo, solían exponerse al público o bien mostrarse como estandarte, avisos, o cartelas, de leyes y pactos -al alcance de cuantos exigieran leerlas-. En el epígrafe segundo expondremos nuestras teorías acerca del bronce, su utilización y significado; pero antes vamos a repasar cuanto sobre su uso o simbolismo, expresan los expertos más conocidos:

Primeramente recogeremos lo refieren los profesores Tovar y Beltrán, quienes determinaron inicialmente, que al no tener anillas, ni sujeción a soporte; ese hecho, les lleva deducir que no estaba en exposición pública. Por lo demás, estos autores nos dirán literalmente: "Cabría que la sugección a una pared se hiciera a modo de banderola, lo que explicaría que (...) dejara una parte sin escribir en el lado B" (...) "podría pensarse que la zona sin escritura estaba adosada a una madera o a alguna pieza de otro material, sobre la cual girase, lo que podría haber dado lugar a la rotura" (13) . Siguen añadiendo en la obra referida, que la cara principal y el dorso, están inscritos de manera inversa; es decir que para leerlo debe voltearse -teniendo los signos en un sentido y en el contrario-. Ello supone que no se pasaba a la segunda parte, lateralmente; sino que habría de rotarse. Debiendo deducir -según Tovar y Beltrán- que se entregaba en mano, a quien lo tuviera que comprobar; y así vería primero una cara, para luego voltearlo.

Sus caracteres invertidos, hicieron que algunos autores pensaran se trataba de un extraño documento. En mi opinión, esos investigadores que determinaron en ello una “irregularidad”, se vieron movidos por una “deformación cultural”; pues en nuestra civilización -normalmente- se redacta siguiendo un mismo sentido. Es decir, para continuar leyendo un texto, se voltea lateralmente la página -de derecha a izquierda-; y de forma igual, en los epígrafes sobre bronce o piedra. Ello, no quita que en otras culturas la escritura se redacte de un modo muy diferente; de derecha a izquierda (entre los semitas), de arriba a abajo (en idiomas de kanji) o incluso, en bustrófedón (cada línea en un sentido). Debido a lo expuesto, no es extraño que el bronce Botorrita I contenga las dos caras escritas en forma inversa; lo que indica tan solo que era leído girándolo. Un hecho que -para muchos- significa que no pudo ser un cartel expuesto al público; al ser opuestos sus lados. Por lo que si se elevaba, en forma de estandarte; siempre una de las caras estaría boca abajo. Circunstancia por la que afirman numerosos autores, nunca estuvo colgado como cartel; pues así mostrado solo podría leerse una cara.

Debido a ello y teniendo en cuenta esta “extraña” característica, Tovar y Beltrán, llegan a deducir que ambas partes fueron inscritas en diferentes épocas. Considerando, que el fragmento pequeño del bronce, se rompió en tiempo anterior a las guerras de Sertorio y cayó en el patio de la casa. Después, sería encontrado el resto de la placa, que reescribieron por detrás, con los signos que componen la Cara B y que tan solo es una sucesión de nombres ibéricos (quizás de jefes, como veremos más adelante). Así lo expresan estos investigadores, que ratifican su teoría acerca de esos dos tiempos en las inscripciones del Botorrita I; afirmando que ello explicaría que la "Bi" sea diferente en cada lado. Además, añaden que fue más torpe el artesano que realizó los signos de la cara segunda; quien debió hacerlo entre las guerras Sertorianas y las de César (de 75 al 49 a.C.). En consecuencia, a juicio de Tovar y Beltrán, los caracteres iberos del lado A serían más perfectos; mientras los del B, parecen más burdos. Además expresan que el sonido “BI" del dorso se asemeja a una "pi" griega ( P ); mientras en la parte delantera la "BI" es de tipo más antiguo. Ante estas palabras del profesor Beltrán y Tovar, creemos poder añadir que las diferencias en calidad del grabado e inscripción, más bien parecen debidas al desgaste milenario de ambas partes. Pudiendo haber estado más expuesta a la lluvia o a tierras ácidas, la cara B (que tiene peor conservación). Del mismo modo que el trozo pequeño, se encuentra en peor estado; ya que se halló en el patio, donde las inclemencias meteorológicas afectarían más al metal. Por lo demás, en lo que se refiere a una “Pi”, diferente entre ambos lados; podemos observar el nombre de ABILU al final de la primera parte; para darnos cuenta que su forma es igual que el signo “Bi” usado al dorso. Veamos para comprobarlo, la imagen de la pieza, en sus dos caras.

BAJO ESTAS LINEAS: El bronce Botorrita I; fotos de su frente y dorso -agradecemos al Museo Provincial de Zaragoza, nos permita divulgar la imagen-.



Continuando con el profesor Beltrán, nos dice sobre los hechos que tratamos, en otra de sus publicaciones:

En teoría, asociando estos datos al proceso de incendio y destrucción de la construcción del patio, cabría pensar que el fragmento pequeño fue desechado en primer lugar, quedando en el suelo recibiendo la acción de la lluvia y los agentes naturales mezclado con la tierra del pavimento (...) Puede concluirse, sin duda alguna, que el proceso de incorporación de cada uno de los fragmentos del bronce al yacimiento fue distinto y en diferentes momentos lo que permite asentar la hipótesis de que el bronce se rompió, se desechó el fragmento pequeño que empalmaba exactamente con el grande, perdió su sentido la inscripción de la cara A; a la que se le privaba de la parte izquierda del escrito y se reutilizó la plancha volviendo a inscribir la cara B, por el dorso de la A y en el fragmento mayor, lo que explica que el desechado fragmento B no tuviese inscripción alguna en la otra cara y sirviendo la nueva inscripción hasta su pérdida definitiva juntamente (...) El famoso bronce, que pensamos que fue escrito en dos epocas, posterior la cara B y muy cerca de la destrucción definitiva del poblado en tiempo de César (...) Si nuestra hipótesis cronológica sobre las destrucciones del poblado fuese válida podría pensarse que el fragmento mayor con la inscripción de la cara B vigente pereció en la destrucción definitiva de Contrebia tras la batalla de Ilerda y que el pequeño fue desechado mucho antes (...) Queda el problema de por qué la rotura del bronce no provocó la repetición de la inscripción total y fue sustituida por la de la cara B o, según una opinión muy generalizada que la totalidad del bronce responde a un documento único cuyos avatares no se registran en los datos arqueológicos que hemos anotado".

Pasando el profesor Beltrán a determinar que:

"Si se admite que una y otra inscripción son sincrónicas y formaban parte del mismo documento, es forzoso que se leyese teniéndolo en la mano, volviéndolo para continuar la lectura de la cara B y buscando otra explicación al hecho de dejar sin escritura justamente la parte de esta cara que ocupaba el extremo izquierdo (...) Si ambas caras forman parte de un documento único, la cara B contendría la nómina de las personas que autorizan el escrito continuando las dos últimas palabras de la cara A. abulu ubocum, -lo cual es de buen sentido-" (13) . Tras las anteriores palabras, tan solo añadiremos que la arqueología -hoy en día-, admite generalmente que ambos lados son de igual época. De hecho, al final del texto del profesor Beltrán -antes recogido-, se apoya la hipótesis de que ambas caras sean “sincrónicas”; añadiendo el autor que si así fuera, la plancha debería consultarse sostenida por su lector, necesitando voltearla. Afirmando además, que si ambos lados son coetáneos, ello supondría que en la primera parte se expondrían unos hechos, firmados por “Abilu Ubocum”. Mientras el dorso, contendría la lista de aquellos que refrendaban lo escrito en la cara anterior.

A mi juicio, no podemos ver un diferencia de épocas, en base a lo escrito en ambos lados. Pensando que las distintas calidades del bronce, se deben a factores de conservación (no a un anacronismo en su grabado). De tal modo, consideramos lógico creer que la placa fue inscrita a la vez, por ambas caras; y probablemente antes de las guerras sertorianas. Entre el año 153 y el 144 a.C.; cuando los Belos, asociados con los numantinos y otros iberos, obligaron a Roma a firmar una paz duradera. Aunque también sería posible considerar, que el bronce se realizó en época de las confrontaciones entre Pompeyo, Cecilio y Sertorio (del 79, al 72 a.C.). Sea como fuere, la hipótesis más sencilla sobre su pérdida y posterior rotura, es pensar que la placa fue ganada o comprada por algún ciudadano que apoyaba a los pompeyanos. Un vencedor de los seguidores de Sertorio, que la guardaría en su casa de Conterbia Belasca, como una reliquia o un estandarte (quizás obtenido en batalla). Ello explicaría por qué al vencer César en Ilerda; aquel hogar del partidario de Pompeyo fue destruido (junto con el resto de la urbe). Saqueando su casa, robando todos los objetos de valor y rompiendo los enseres que consideraban inútiles. Así pudo fragmentarse el bronce, al tirarlo junto a las cerámicas rotas y a lo que creyeron sin importancia; cayendo la parte más pequeña de la placa en el patio y quedando la mayor, dentro de las estancias. Tras ello, quemaron la techumbre de la casa y ambos trozos permanecieron enterrados bajo las cenizas.



SOBRE, JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS:
Tres imágenes relacionadas con mi hipótesis, en la que considero el Botorrita I, como un estandarte. Arriba y abajo, la placa colocada en una lanza y expuesta como insignia ibérica. En este caso, si la pica se posiciona en alto, sería señal de guerra y el estandarte mandaría ir a batalla. Pero cuando la punta de la insignia mirase al suelo, significaría paz (permaneciendo así guardada normalmente). Ante esta hipótesis, no hay que olvidar que hoy en día, las armas volteadas simbolizan “duelo”; y presentadas el alto, significan “honra” o “ lucha”. Al lado, foto que recogemos como un hecho curioso. Se trata de una lanza del siglo II a.C., hallada en Conterbia Belaisca. No hay que descartar que pudo ser esta la pica donde se colgase el bronce (tras ser ajustado con un marco). Observemos que su punta tiene en el lado derecho un “desgaste” o “rotura”; que pudo servir para colocar la plancha, usándola como estandarte. Imagen tomada de la página 65 del libro “EL IV BRONCE DE BOTORRITA (Conterbia Belaisca): ARQUEOLOGÍA Y LINGÜISTICA -Universidad de Salamanca, 2001-. Obra de los profesores: Francisco Villar, Ma. Antonia Díaz, Manuel M. Medrano y Carlos Jordán, a los que agradecemos nos permitan divulgarla.




SOBRE, JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS:
Tres dibujos del bronce montado como divisa, con un penacho coronado como un toro. Arriba y al lado, el problema que presentaría, si la colocamos en este modo, como banderola; al estar inscrito con la caras invertidas. En ellas vemos que la placa quedaría invertida por uno de los lados (imagen junto a estas lineas). Abajo, la solución por medio del penacho en forma de toro, que desmonta el marco y permite girar. El toro volteado, cambiaría el sentido del pendón (paz o batalla; cara A o cara B).




SOBRE, JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS:
Tres dibujos más, donde vemos la hipótesis del bronce montado como una insignia giratoria, de tipo romano. Arriba y abajo, la placa con el penacho de un águila, que permite ser volteada -en la foto inferior, pintada con ropajes; tal como se llevaba en batalla-. En este caso, al girarla, se podría ver la diferencia simbólica; porque el trozo no escrito (que serviría de marco) tendría un color distinto. Al lado, explicación del mecanismo. El sistema ceñido en un marco; al girar, presentaría un lado distinto. Ello, permitiría a quienes conocieran este “lenguaje” o “símbolo”, saber si los que portaban la divisa venían en son de paz o bélico.



2) Hipótesis de un estandarte:

A mi juicio, lo más probable, es que el Botorrita I hubiera sido una insignia ibérica. Expreso esta idea, en base a tres razones: Primeramente, por su aspecto y tamaño (40 x 10 ctms); que es el normal para ser portado por un abanderado. En segundo lugar, porque en cuanto comprendemos de su mensaje; solo podemos saber con seguridad que por un lado contiene una “ley”, “pacto” o “liga” (signada por “ABILU : UBOCUM”). Mientras en el otro, se lee una relación de nombres (con cognomen y gentilicios); lo que pudiera ser la lista de quienes firman o corroboran el acuerdo anterior. Finalmente, su necesidad de volteo para ser leído, pudiera justificarse en este sentido; al ser una divisa que se llevaba en son de paz o de guerra, girada de un lado o del contrario. Ello supondría, que mientras el bronce se mostraba por la cara principal, se mostraba un “edicto” o “pacto” firmado por ABILU:UBOCUM; lo que pudo simbolizar que se mantenía la ley y por lo tanto no habría conflicto. Mientras al girar la placa, se llamaría a movilización de los allí firmantes o a la de sus pueblos. Siendo esta insignia, la que avisaba del reclutamiento y unión de una liga; quizás nacida durante las guerras sertorianas. Aunque a mi juicio, también pudo tratarse de un pacto de tribus iberas aunadas tras los sucesos de Segeda en el 153 a.C.; cuando los numantinos y segedianos logran vencer a Roma, obligando al senado a mantener una paz con condiciones.

Al margen de su uso, replicaremos a la controversia sobre si ambas caras fueron escritas en tiempos coetáneos; hipótesis que se basa en que el trozo mayor apareció dentro de la casa y el menor, en el patio (tanto como en una diferencia de calidad, entre un lado y otro). Pues nuestras conclusiones acerca de ello, son muy distintas. De tal modo, creo que si la placa se hubiera partido en dos, en épocas muy remotas y luego un fragmento fue reutilizado; parece imposible que ambos trozos se encontrasen casi juntos (solo a tres metros de distancia, después de miles de años). Menos aún resulta razonable, que ambas fueran halladas en el interior de un hogar hispano romano. Siendo lógico considerar, que cuando una plancha se rompe en dos piezas y uno de sus fragmentos es aprovechado para reescribir un texto; ese trozo se trasladaría al artesano grabador, para ser entregado después a quien había encargado rehacerlo. Es decir, terminaría el fragmento pequeño en un lugar muy distante al otro mayor, que tras recuperarse se usaría para anotar el nuevo epígrafe. Por lo demás, es sabido que en la antigüedad, cuando se reutilizaba una pieza de metal, normalmente se fundía; siendo ese el método de reciclar el bronce. Lo que está documentado en infinidad de yacimientos; donde después de un asedio o destrucción, se ve el rastro de broncistas y herreros, llegados para recoger restos metálicos y darles un uso nuevo. Por todo ello, en caso de que se hubieran separado los trozos, reaprovechándose la parte mayor; o la hubieran reciclado y fundido, o se hubiera separado eternamente de una parte la otra -tras grabar un nuevo texto en el lado inverso-.

Consecuentemente, nuestra exposición supone que el Botorrita I fue inscrito en su origen por ambas caras a la vez. Asimismo, que este bronce hecho en un solo tiempo, por estuvo finalmente guardado en la casa romana donde se encontró. Donde fue partido y tirado al suelo, durante el expolio del hogar ; para ser hallado unos dos mil años mas tarde. Manteniéndose en buenas condiciones (tal como se guardaba en tiempos de los iberos) hasta el saqueo de ese edificio. Y seguramente conservado como una reliquia, o una insignia ganada en batalla, por un militar o una persona relevante. Por cuanto razonamos, la hipótesis más lógica es considerar que la plancha perteneció a un hispano-romano de cierto prestigio, partidario de Pompeyo y asentado en Conterbia. Hasta que en el 49 a.C., los de César atacaron la ciudad de Botorrita y arrasaron sus viviendas; expoliando las propiedades de los pompeyanos vencidos (destruyendo el estandarte, al saquear la referida casa).

Al margen de que ambos lados contengan una lectura invertida. El segundo motivo por el que los expertos dictaminan que no fue un cartel, ni insignia expuesta al público; es que carece de marco. Sin tener esa lámina del Botorrita I, perforaciones para encajarse o ser colgado. Ante este razonamiento, hemos de expresar que existen multitud de tesseras y planchas hispano romanas, sin agujeros ni apoyos en sus laterales; debido a que se sustentaban con anillas o barras -soldadas o que las ceñían- (ver en imagen -abajo- la tessera de Montealegre). Además, todo hace pensar que esta placa de Conterbia, se sustentaba embotada entre maderas; siendo también posible que estuviera en un cuadro de hierro o bronce. Un marco metálico que la ciñera y que se perdería al destruir el estandarte. Pese a todo, hemos de pensar que si se trataba de una insignia, debía ser cargada por un solo hombre (el abanderado). De ello, estas divisas se hacían más o menos ligeras y en madera; conteniendo tan solo en metálico el totem o las divisas (propiamente dichas). Un símbolo de la guarnición, la ciudad o la liga; hecho en metal precioso y que solía contener un animal y una cartela, junto a los signos que la adornaban (estrellas, media luna etc; cubiertas con paños elegantemente bordados).

Ello, me lleva a pensar que el Botorrita I, estuvo enmarcado entre maderas -embotado-; aunque no podemos desechar la idea de que unos laterales de metal la ciñeran. Incluso es posible pensar que aquella parte no escrita, en la zona del revés y sin signos (del fragmento menor); fue donde se soldaba la lámina, al marco de bronce. Aunque más bien parece el lugar de encaje entre maderas, para embotarlas bien; un hecho que provocaría la rotura de la plancha por esta parte (al ser una zona más frágil). Inclinándome a creer que la referida zona sin inscripción de la cara B, era precisamente donde se sujetaba la insignia, para fijar bien el estandarte. Con un marco seguramente de madera, que ardería cuando destruyeron la insignia, al saquear y quemar la casa de Conterbia que la guardaba. Pudiendo pensarse que quizás, el motivo de su destrucción con alevosía, fue ese significado que tuvo como insignia (quizás ganada en batalla). Recordando un triunfo de su propietario, en memoria de alguna de sus victorias en época de Pompeyo.

Finalmente, existe una última hipótesis, si pensamos que la placa hubiera sido inscrita por su cara principal, en etapa muy antigua (cercana al 150 a.C.); y que el resto se añadió posteriormente -tras la muerte de ABILU:UBOCUM (que firma la primera parte)-. En este supuesto, no proponemos que el segundo texto se grabara después de romperse el bronce y como un modo de reutilizarlo. Sino exponemos que la plancha se hiciera en época de ABULU y que decenios más tarde, fuera rubricada por quienes deseaban seguir el pacto o liga, signándola catorce personas (por detrás). Esta idea, explicaría la diferencia de calidad en el trabajo de un lado y otro; aunque a mi juicio, esa distinta “calidad” se debería al estado de conservación de ambas caras. Pese a ello, profesores como Beltrán y Tovar, creen que existe una distinción entre los signarios y en el artesano de cada lado; todo lo que se explicaría por un anacronismo entre ambas caras. Los referidos profesores, tal como hemos explicado, proponen que fue reutilizado, al romperse la plancha; grabando en el dorso del trozo mayor, otro epígrafe. Mientras que a mi juicio, lo que pudo suceder, es que el bronce existiera como insignia de una liga o de un grupo étnico; al cual más tarde se sumaron quienes aparecen por detrás. Aunque, esta hipótesis se ve negada al observar que esa segunda parte, se recoge en modo inverso; lo que obligaría crear un nuevo estandarte, giratorio. Ya que si hubo un cartel o tessera anterior y con un solo lado -el principal-; este iría simplemente enmarcado entre maderas o metal. Por ello, si sumaron más tarde y por el dorso, los nombres de los coaligados, o de quienes refrendaban el texto principal; no tiene explicación hacerlo en sentido contrario. Aunque sí contiene una razón, cuando pensamos en un estandarte giratorio de dos caras; que tendría una simbología distinta por cada una de ellas. Solo así, puede entenderse que ambas escrituras estén invertidas, al ser coetáneas. Por último, pensar que la parte principal, nada tiene que ver con el dorso. Tratándose uno de un texto que firma ABILU:UBOCUM; y el resto, una lista de jefes coaligados o unidos, ajena a lo escrito en la anterior. No encaja en el sentido pleno de la pieza y no nos parece conforme a lógica.


SOBRE Y BAJO ESTAS LINEAS: Dos imágenes del totem de un estandarte romano; es gemelo del hecho en plata, que fue hallado en las Minas de Rio Tinto en 1925. Esta preciosa pieza se expone en el Museo Arqueológico de Andújar -al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen-. El maravilloso jabalí, se lucía en el extremo de la insignia, como símbolo del dios Marte. Teniendo una primera divisa, idéntica y de mejor metal (la que apareció en Rio Tinto); que se llevaba al frente, unificando varias como la que vemos. Posteriormente a Mario (finales del sigo II a.C.) , se unificaron los totems de las enseñas romanas; permitiendo solo como símbolo, el águila. Sobre ello nos dice Fernando Quesada:las enseñas militares siguieron jugando desde el 100 a.C. y a lo largo de todo el Imperio un papel militar práctico esencial, tanto los signa y vexilla como enseñas tácticas como las águilas desde el punto de vista moral. Según hemos ido analizando, todos los estandartes en conjunto, y no sólo las águilas, fueron adquiriendo en el ejército profesional un fortísimo carácter simbólico como referencias visibles y encarnación del espíritu de las unidades y de los hombres que las componían. Perder una enseña se consideró casi siempre uno de los desastres mayores que podría acaecerle a una formación militar desde el punto de vista del prestigio y la autoestima” (15) .



JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS:
Imágenes de piezas propiedad del Museo Arqueológico Nacional -al que agradecemos nos permita divulgar nuestras fotos- , donde podemos ver insignias ibéricas. Abajo y al lado, detalles de una Estela encontrada en Clunia (del siglo I a.C.), en la que observamos un guerrero que luce tres escudos, a modo de estandarte. Claramente, el significado es el de haber vencido a tres enemigos, haciéndose con sus égidas. Acerca de los estandartes e insignias, nos sigue narrando Fernando Quesada: “Las enseñas eran, además de los objetos de carácter sacro y simbólico que hemos analizado antes, también y quizá sobre todo, el símbolo que condensaba el espíritu de cuerpo de la unidad, de forma muy parecida al ‘Regimental colour’ del todavía ‘tribal’ ejército británico de hoy, de la que el ceremonial ‘Trooping the colour’ es el resto más visible (...) Pero toda esa carga ideológica de las enseñas deriva de su primitiva función táctica. Las obras de Julio César y de sus generales del Corpus Caesarianum muy a menudo explicitan el papel esencial que las enseñas jugaban en su ejército, a mediados del s. I a.C., como punto de referencia y agrupamiento, en la batalla y durante las marchas. Ese papel continuaría a lo largo de todo el Imperio. Las enseñas marchaban al frente de las unidades no sólo en las paradas, sino en las marchas y en la batalla, como nos muestra la columna Trajana y la literatura” -Tácito, Ann. 3, 45- (15b) .



JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS:
Piezas propiedad del Museo Arqueológico Nacional -al que agradecemos nos permita divulgar nuestras fotos-, donde podemos ver insignias ibéricas y romanas. Al lado, estandarte (Signum) de Pollentia; conserva sus aros (para pasar las cortinas que lo vestían) y en él podemos ver algunos de sus genios, entre los que destacan las diosas Isis, Diana y una Tyche. Parece que perteneció a un “colegio”, que lo usaría para sus festividades. Abajo, estela también hallada en Clunia (del siglo I a.C.), con otro guerrero que luce los tres escudos a modo de estandarte -a mi juicio, símbolo haber vencido a tres enemigos poderosos-. Acerca de las insignias romanas, escribe Fernando Quesada, en la obra ya citada:

Según Flavio Josefo, en el Imperio las enseñas marchaban agrupadas junto a los tribunos al frente del conjunto de la fuerza legionaria (Josefo, 3, 123), pero debía ser mucho más habitual –o Josefo es impreciso aquí-183 que como cuenta Arriano las insignias fueran a la cabeza de cada legión (Arriano Acies contra Alanos 1,3). En batalla, el águila estaba en la I cohorte de cada legión,184 bajo el cuidado directo del centurión primus pilus (Vegecio 2,6,1-2; 2,8,1); las demás enseñas marchaban con sus respectivas unidades como es lógico”. “A veces incluso, la costumbre romana de mantener a los hombres agrupados en torno a las enseñas planteaba problemas tácticos contra enemigos que combatían de manera irregular, como le ocurriera a César en la Galia en lucha contra los hombres de Ambiorix: `No había, como he dicho, ejército regular, ni una ciudad o una fortaleza que pudiera defenderse por las armas., la gente estaba dispersa por todos lados.. si [César] quería de una vez acabar con estos bandidos, debía dispersar los hombres en diferentes direcciones; si quería, como manda la disciplina y costumbre en el ejército romano, mantener a los hombres agrupados junto a sus estandartes, la situación sería la mejor defensa para los bárbaros´ -César, Bell. Gal. 6,34- (15 c) .



JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS:
La tessera de Montealegre, bronce ibero romano, propiedad del Museo Provincial, Arqueológico de Valladolid -al que agradecemos nos permita divulgar nuestras fotos-. Fechada el 3 de octubre del 134 d.C., la placa muestra un pacto renovado, que ya se había sellado en otra estela de hospitalidad anterior; como alianza entre los habitantes de Coca (Cauca romana) y la familia de los Magiancos, de Amallóbriga (Tiedra). Apareció en una urna de bronce, fechada entorno al II a.C.; que claramente aludía a la anterior tessera y a la etapa primera del pacto renovado. A final del atículo tratamos sobre este tratado entre Amallóbriga y Cauca. Al lado, podemos ver la misma placa, tal como se expone actualmente en el Museo de Valladolid. Abajo, el modo en que fue mostrada en la exposición del MAN, “Bronces romanos de Hispania” (1989). El interés de esta segunda imagen, es que en ella se observa su marco desmontado; pudiendo comprobar que la plancha carece de perforaciones para sujetarla. En la foto, comprendemos que contiene una arandela, que se soldaba a una pretina; para colgarla de un asa. Lo que significa que se sustentaba a través de trabillas unidas a la parte de atrás (al margen del marco metálico). De un modo parecido pudo estar ceñido el Botorrita I; sin necesitar perforaciones ni remaches sobre el bronce.



BAJO ESTAS LINEAS: Texto del Botorrita I, en su cara B; transcrito por los profesores Tovar y Beltrán en su libro: “CONTREBIA BELAISCA (Botorrita, Zaragoza). El bronce con alfabeto `ibérico´ de botorrita" (16) . A continuación, vamos a analizar quienes son los “firmantes” de este documento escrito hace más de dos mil años.



BAJO ESTAS LINEAS: El mismo texto; de los profesores Tovar y Beltrán, al que he añadido las sílabas (su traducción a caracteres latinos). Asimismo, he escrito encima de la transcripción algunos detalles de signos que no están completos (en color azul).



E) LOS QUE RUBRICARON EL BOTORRITA I (en la Cara B):

En el siguiente epígrafe trataremos acerca de ABULU:UBOCUM; que firma la parte inicial. Pero previamente, analizaremos los catorce personajes ibéricos que signaron el dorso del bronce (enumerándolos uno a uno).

1º) Transcripción de las firmas:

Antes de comenzar nuestro estudio, diremos que “PINTISH” es palabra que aparece entre los catorce que figuran en el documento. Esta voz, normalmente ha sido leída como BINDIS o BINTIS. Según Tovar y Beltrán se relacionaría con el radical indoeuropeo “bhenth” que significaría “atar”. Otras interpretaciones creen que pudiera significar “bendras” = “partícipe”; e incluso “hijo” (16a) . A mi juicio, hemos de leer PINTISH y traducirla como “firma o escribe”; considerándola un término relacionado con el radical indoeuropeo “pint”, del que se deriva “pintar, estampar” y por ende, “signar”. En latín “pingo”, “pictus”; ello supondría pensar que la forma PINTISH sería equivalente a PINXIT, entendido por un pasado, y traducirlo como: “firmó” o “escribió”.


1º – LUPOSH KOUNESHIKUM MELMUNOSH (PINTISH)

Acerca de estas primeras palabras que aparecen en la cara B de la placa; Tovar y Betrán ya nos decían en 1982 que se trataba de un nombre ibérico. Añadiendo que el andrónimo Lubos, está también en la tesera de París; y exponiendo que es el mismo nombre, luego romanizado como Lubaecus, Lubbus etc. Sobre el primer cognomen, KOUNESHIKUM; escriben esos profesores que se trataría de un gentilicio, relacionado con Clunia, o los Couneidoq. Finalmente, el tercer cognomen MELMUNOS; lo analizan como un genitivo de Melmu (16b)

A mi juicio, hemos de interpretar este andrónimo con sus apellidos (cognomens), del siguiente modo:

- LUPOSH: Lobo, Lupo. Nombre masculino, que generaría en nuestro idioma el de Lope y el apellido López.

- KOUNESHIKUM: Se trata de una gentilidad, y en cita (17) hemos resumido los topónimos que pueden corresponderse. A mi juicio, se trataría de los Koniskos o Coniscos de Cantabría; aunque también existen unos “cuneus” en Portugal, el Algarve; e incluso es el prefijo gentilicio de Coimbra -counin/briga (ciudad de los “cuneos”, “conisos”)-. Otra posibilidad es que fueran los Cinetes, Kuenetes del sur de Turdetania (anteriormente tartessios); aunque me inclino a pensar que se tata de los Coniscos (koniskos) de Cantabria. El nombre aparece declinado con KUM (genitivo de lugar), lo que significa que el nombrado Luposh (Lubo) es de este origen -quizás un reyezuelo o un representante-. Una última posibilidad es que este KUNESHI fuera una crasis de CONTREBIA; lo que significaría que Lupos fuera el rey o representante de esta ciudad Belaiska en la firma del bronce.

- MELMUNOSH: Hijo de Melmuno.

- PINTISH: Firma

El significado sería:

Lupo (Lobo), de los Coniscos (o conterbios), hijo de Melmuno. Firma.

Hemos de considerar que trataba de un jefe o reyezuelo de los referidos coniscos.


2º - ?ETONDU LITOKUM ABULOSH (PINTIS) (16c)

- ?TONDU: Nombre masculino, que veremos parecido y repetido en el bronce; por lo que Tovar y Betrán dedujeron este era de nuevo LETONDU (por asimilación con otros). Contiene la primera letra (signo) ilegible (ver imágenes), por lo que yo considero es KI-ETONDU, no LETONDU.

- LITOKUM: Gentilicio que hemos explicado en cita (18) , considerando que es de Lutia, lutiakus; Luzaga -ver un caso similar en LOUSHOKUM, nº7-.

- ABULOS: Hijo de Abilu

- PINTISH: Firma

?etondo, de Luzaga, hijo de Abilio. Firma.


3º – MELNU BARAUSANKO LESHUNOSH (PINTIS) (16d)

- MELNU: Puede ser diminutivo de Melmunos.

- BARAUSANKO: Genitivo, que localizamos en cita (19) y que considero BURSAO o bien BAREA, Borja o Logroño.

- LESHUNOSH: Hijo de Leshunosh

- PINTISH: Firma

Melnu (¿Melmuno?), de Borja (o de Varea) hijo de Leshunosh. Firma


4º – LETONDU UBOKUM TURO (PINTIS) (16e)

- LETONDU: Nombre masculino, que se repetirá numerosas veces en el bronce.

- UBOKUM: Gentilicio, podemos confirmar que se trata de los Vacceos, llamados por los griegos Oubokkos, Uboccos. Tal como se mencionan en la Geografía de Ptolmeo (20) . Puede ser hijo o pariente de Abulo Ubokum, que rubrica el otro lado del bronce -Cara A-.

- TURO: A mi juicio, significa “del agua” y puede referirse al río Duero (Duro = Turo), donde estaban establecidos los Vacceos (Ubokum). El nombre de este equivaldría a “agua” en ibero (Duro, en vascuence Ure). (21)

- PINTISH: Firma

Letondo, de los Vacceos, hijo del Duero (Toro). Firma.


5º – LUPINAS AIU BERGANTICUM ABULOSH (PINTISH) (16f)

- LUPINAS: Femenino de Lupo. Curiosamente se conservan ambos nombres en la onomástica actual. Lope (Lobo, Lupo, Lupos y Lupita (Lubinas) como diminutivo. Hoy Guada – Lupe (río de lobos, según algunos autores). A mi juicio es nominativo, aunque Tovar y Beltrán, consideran un genitivo al creer que su final en “AS” es este “caso”. Personalmente creo poder demostrar que este final en “AS” es el de nombre femenino.

- AIU: AlU-KUM en el siguiente que rubrica, como cognomen declinado en genitivo KUM, indicando que AIU sería una localidad o gens. Aunque en este caso debería aparecer como nombre del marido; ya que la fórmula que sigue este bronce para indicar andrónimo y apellidos de las mujeres, es este: Nombre de pila acabado en “AS”; nombre del marido; gentilicio (lugar de procedencia o reino); nombre del padre declinado en “OSH”.

Según Tovar y Beltrán este AIU, se relacionaría con el andrónimo latino Aio, o bien Aiio. A mi parecer se corresponde con la voz AIANKUM que aparece en el siguiente firmante. De esta forma podría tratarse del título de Lupinas, siendo la princesa de AIU que podemos identificar con una urbe que apenas se cita y que es recogida por Claudio Ptolomeo en su GEOGRAFÍA, con el nombre de AUIA. Ciudad de los Vacceos (0uakkaios, tal como escribe wakkaio ) que sitúa en la longitud 10º 20´ y latitud 43´ -ver cita (23) -. Ello nos lleva a saber que estaba entre Intercatia (cerca de Paredes de Nava), Áutraca (a mi juicio Autillo de Campos) y Pallantia (Palencia que se consideraba capital de los Vacceos). Justo al lado de Lacóbriga, que se identifica con San Mamés de Campos (23b). Quizás fuera Autilla del Pino, un emplazamiento que vigila Palencia llamada Mirador de Tierra de Campos; aunque por su posición debemos pensar que más bien pudo ser Saldaña. Ello explicaría su unión con los Coniscos, ya que esta población está junto a los turmógidos y a los cántabros.

- BERGANTICUM: A mi juicio, BRAGARENSE (también podría ser de la zona astur o de la Coruña). Identificable con los topónimos y gentilicios que recojo en cita (22) : BAGARENSES; BERGIUM; BERGIDA; BERGISTANOS; BIRIKANTIN A mi juicio se debe leer BRIGANDIN o bien BRIGANTIN -BIRICANTIA = BRICANTIA; BRIGAECINI; -BIRIGAECIUM = BRIGAECIUM; BRIGECO. Pese a ello, este BERGANTICUM de Lupinas, puede tratarse de un reino vacceo, como era el de Bargiacís, que Ptolomeo cita en su GEOGRAFÍA con latitud 9° 45' y longitud 43° 25'. BARGIACÍS: BargiakiV; p. de los vaccee.

- ABULUS: Hija de Abulo (Abilio)

- PINTISH: Firma

Lupinas (Lobita), AIU (de Aiua), de Bargacis, hija de Abulos, firma


6º – TIRTU AIANKUM ABULOS (PINTISH) (16g)

- TIRTU: Tirtanos, Tirtu; nombre común de hombre ibérico.

- AIANKUM: De los Aiaus (ayai, ajai) de AIAU. Esta ciudad se sitúa por Ptolomeo en las cercanías de Palencia (Pallantia), próxima de Paredes de Nava o Villalpando (Intercatia); donde tenían algunos de sus bastiones más fuertes los vacceos (23) . AIU que podemos identificar con una urbe que apenas se cita y que es recogida por Claudio Ptolomeo en su GEOGRAFÍA, con el nombre de AUIA. Ciudad de los Vacceos (0uakkaios, tal como escribe wakkaio ) que sitúa en la longitud 10º 20´ y latitud 43´ -ver cita (23) -. Ello nos lleva a saber que estaba entre Intercatia (cerca de Paredes de Nava), Áutraca (a mi juicio Autillo de Campos) y Pallantia (Palencia que se consideraba capital de los Vacceos). Justo al lado de Lacóbriga, que se identifica con San Mamés de Campos (23b). Quizás fuera Autilla del Pino, un emplazamiento que vigila Palencia llamada Mirador de Tierra de Campos; aunque por su posición debemos pensar que más bien pudo ser Saldaña. Ello explicaría su unión con los Coniscos, ya que esta población está junto a los turmógidos y a los cántabros.

- ABULOS. Hijo de Abilio.

- PINTISH: Firma

Tirtu de Aiau, hijo de Abulo, firma


7º – ABULU LOUSOKUM USHEISUNUSH PINTIS (16h)

- ABULU: Abilio, nombre muy común como podemos ver.

- LOUSOKUM: Este gentilicio se puede corresponder con numerosas tribus y urbes (24) . Aunque habría que identificarlo con las mas cercanas a Botorrita. Tal como sudece en el caso de LITOKUM, creo que puede tratarse de LUSONES o bien de LUTIAGA. En este caso me inclino a pensar que es de los Lusones, tribu con capital en Lutiaka (Luzaga) y que tenía como ciudades Salduie (Zaragoza), Bursau (Borja) o Turiasu.

- USHEISUNUSH: Hijo de Usheisu

- PINTISH: Firma

Abilio, de los Lusones, hijo de Usheisu. Firma


8º – AKAINAS ?ETONDU UICANOKUM SHOSHTUNOS PINTISH (16i)

- AKAINAS: A mi juicio, nombre de mujer, Tovar y Beltrán creen que es un gentilicio.

- LETONDU: Unida a Letondo (familia de).

- UIKANOKUM: De los Vicanos, UIKANOS. No encontramos la gentilidad, pero creemos que se debe identificar con los de Viko (25) . Concretamente con VIACO AQUARIO: Castrotorafe, en San Cebrián de Castro, Zamora. Otra posibilidad es que fuera de Vico = Vigo.

Existe la probabilidad de que la “N” no sea esta letra, sino una similar, como es la “l” ibérica. En este caso, habríamos de leer UIKALOCUM y se tataría de Oncala; OKALACUM ibéra (26) . Me inclino por esta opción, que según Beltrán sería la ciudad soriana de los pelendones, muy cecana a Numancia. Aunque hay otras teorías que creen es la misma OCILIS, actual Medinaceli (26b) . Otra posibilidad, OCILIS; Medinaceli. Incluso las OCELOS de Zamora (OCELO DURI: OCELODURUM, Zamora; OCELA; OCELENSES: Ocelenses, Los de Saucelle; OCELODURI).

- SHUOSHTUNOSH: Hija de Shuoshtuno

- PINTISH: Firma

Akainas, unida a Letondo, de los de La Oncala o de Medinaceli (Okala, Ocilis), hija de Soshtuno, firma.


9º – TIRTANOSH STATULIKUM LESHUNOSH PINTIS (16j)

- TIRTANOSH: Tirtano, nombre masculino, muy cercano al antes visto (Tirtu)

- STATULIKUM: Voz que concuerda con el latín STADIALIS, que significa “distancia en estadios” (unos 125 metros). Creemos que es una deformación del nombre SALTUIE, o bien SALDUIE que se corresponde con Zaragoza (CésarAugusta) (27) .

- LESHUNOSH: Hijo de Leshuno

- PINTISH: Firma

Tirtano de Zaragoza, hijo de Leshuno, firma.


10º – NOUANTUTASH ?ETUNDU AIANKUM MELMUNOSH PINTIS (16k)

- NOUANTUTASH: Nombre de Mujer, se parece a la voz latina Novantia.

- ?ETONDU: Unida a Letondo (familia de).

- AIANKUM: Ya visto. De los Aiaus (ayai, ajai) de AIAU. Esta ciudad se sitúa por Ptolomeo en las cercanías de Palencia (Pallantia), próxima de Paredes de Nava o Villalpando (Intercatia); donde tenían algunos de sus bastiones más fuertes los vacceos (23) . AIU que podemos identificar con una urbe que apenas se cita y que es recogida por Claudio Ptolomeo en su GEOGRAFÍA, con el nombre de AUIA. Ciudad de los Vacceos (0uakkaios, tal como escribe wakkaio ) que sitúa en la longitud 10º 20´ y latitud 43´ -ver cita (23) -. Ello nos lleva a saber que estaba entre Intercatia (cerca de Paredes de Nava), Áutraca (a mi juicio Autillo de Campos) y Pallantia (Palencia que se consideraba capital de los Vacceos). Justo al lado de Lacóbriga, que se identiifica con San Mamés de Campos (23b). Quizás fuera Autilla del Pino, un emplazamiento que vigila Palencia llamada Mirador de Tierra de Campos; aunque por su posición debemos pensar que más bien pudo ser Saldaña. Ello explicaría su unión con los Coniscos, ya que esta población está junto a los turmógidos y a los cántabros.

- MELMUNOSH: Hija de Melmuno

- PINTISH: Firma

Nouanutash, unida a Letondu, de Aiaus, hija de Melmuno. Firma


11º – USHEISU AIANKUM TAURO (PI)NTIS (16l)

- USHEISU: Nombre masculino, antes aparecido.

- AIANKUM: Ya visto. De los Aiaus (ayai, ajai) de AIAU. Esta ciudad se sitúa por Ptolomeo en las cercanías de Palencia (Pallantia), próxima de Paredes de Nava-Villalpando (Intercatia); donde tenían algunos de sus bastiones más fuertes los vacceos. (23) AIU que podemos identificar con una urbe que apenas se cita y que es recogida por Claudio Ptolomeo en su GEOGRAFÍA, con el nombre de AUIA. Ciudad de los Vacceos (0uakkaios, tal como escribe wakkaio ) que sitúa en la longitud 10º 20´ y latitud 43´ -ver cita (23) -. Ello nos lleva a saber que estaba entre Intercatia (cerca de Paredes de Nava), Áutraca (a mi juicio Autillo de Campos) y Pallantia (Palencia que se consideraba capital de los Vacceos). Justo al lado de Lacóbriga, que se identifica con San Mamés de Campos (23b). Quizás fuera Autilla del Pino, un emplazamiento que vigila Palencia llamada Mirador de Tierra de Campos; aunque por su posición debemos pensar que más bien pudo ser Saldaña. Ello explicaría su unión con los Coniscos, ya que esta población está junto a los turmógidos y a los cántabros.

- TAURO: Hijo de Tauro, toro.

- PINTISH: Firma

Usheisu, de los Aiaus; hijo de Toro. Firma


12º – ABULO AIANKUM TAURO (PI)NTIS (16m)

- USHEISU: Nombre masculino, antes aparecido.

- AIANKUM: Ya visto. De los Aiaus (ayai, ajai) de AIAU. Esta ciudad se sitúa por Ptolomeo en las cercanías de Palencia (Pallantia), próxima de Paredes de Nava-Villalpando (Intercatia); donde tenían algunos de sus bastiones más fuertes los vacceos (23) . AIU que podemos identificar con una urbe que apenas se cita y que es recogida por Claudio Ptolomeo en su GEOGRAFÍA, con el nombre de AUIA. Ciudad de los Vacceos (0uakkaios, tal como escribe wakkaio ) que sitúa en la longitud 10º 20´ y latitud 43´ -ver cita (23) -. Ello nos lleva a saber que estaba entre Intercatia (cerca de Paredes de Nava), Áutraca (a mi juicio Autillo de Campos) y Pallantia (Palencia que se consideraba capital de los Vacceos). Justo al lado de Lacóbriga, que se identiifica con San Mamés de Campos (23b). Quizás fuera Autilla del Pino, un emplazamiento que vigila Palencia llamada Mirador de Tierra de Campos; aunque por su posición debemos pensar que más bien pudo ser Saldaña. Ello explicaría su unión con los Coniscos, ya que esta población está junto a los turmógidos y a los cántabros.

- TAURO: Hijo de Tauro, toro.

- PINTISH: Firma

Abilio, de Aiaus, hijo de Toro. Firma


13º – LETUNDU LETIKUM ABULUS PINTISH (16n)

- LETUNDU: Nombre masculino que ya hemos visto anteriormente.

- LETIKUM: En este caso creemos que se trata de un gentilicio, muy similar al de Luoshocum (que hemos tratado en el 7º nombre). Pero lo identifico con LUTIA (Lutiakos), Luzaga, importatísima ciudad de los Belos (28) .

- ABULUS: Hijo de abulo

- PINTISH: Firma

Letondo de Lutiakos (de Luzaga), hijo de Abilio. Firma


14º – (?)UKONTAS LETONDU ESHOKUM ABULOSH PINTIS (16r)

- ?UKONTAS: La primera letra parece que falta. Es nombre de mujer y como el resto termina en “A”.

- LETONDU: Unida a Letondo (familia de).

- ESHOKUM: Este locativo creemos que es el de la ceca ISONA, Aeso (Esso); que se corresponde con Manresa, Guisona. Sería pues una princesa o representante de Isona (29) .

- ABULOSH: Hija de Abilio.

- PINTIS: Firma

?ukontas, unida a Letondo; de Isona, hija de Abilio. Firma.



SOBRE Y BAJO ESTAS LINEAS: Imágenes con insignias y estandartes militares, similares a lo que creemos fue el Bronce Botorrita I. Arriba, el famoso Arco de Tito, cercano al Coliseo en Roma. Este bajorrelieve representa el expolio del templo de Jerusalén por Vespasiano y Tito. En las estatuas vemos la famosa Menorah judía, llevada por los soldados romanos; y sobre la cabeza (repetida) de Vespasiano, se observan enseñas romanas, como signo del “triunfo”. Estas divisas del Senado, son muy similares en tamaño y forma al Botorrita I. Abajo: Grabado de Václav Hollar (1623) con soldados y estandartes romanos; donde podemos comprender la hipótesis nuestra, considerando que la placa de Conterbia fuera usada como guión.








JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS:
Al lado, más divisas y signos militares de época romana. Abajo, otro grabado del siglo XVII con insignias y pendones de los ejércitos en los tiempos que tratamos.






2) Erratas y problemas en el bronce:

Tres son las grandes dudas que presenta la lectura de la placa:

a) -La primera se encuentra en el segundo nombre, 2-?ETONDU LITOKUM ABULOSH; inscripción que Tovar y Beltrán creen es “Letondu”. Aunque en foto bajo estas lineas veremos que no está clara la letra (signo) inicial; pudiendo ser una “N” o bien una “KI”.

b)- La segunda, y más clara; se produce en la línea penúltima, primera palabra; que compone el nombre de 10-NOUANTUTASH ?ETUNDU AIANKUM MELMUNOSH. Es precisamente donde el bronce está partido y en ello vemos que no puede leerse su signo inicial (que Tovar y Beltrán vuelven a considerar Letondu).

c)- La duda final, la encontraremos en el último firmante 14-(?)UKONTAS LETONDU ESHOKUM ABULOSH y en su primer nombre (el de pila). En la tercera imagen, veremos que por su estado, no se puede deducir esa letra de inicio. Puede ser una “U”. Por lo que yo me inclinaría a escribir ??KONTAS (con los dos primeros signos, sin lectura posible).

Pese a todo, los dos primeros casos (a y b), tienen solución; pues como en el siguiente epígrafe veremos; el que signa 2-?ETONDU LITOKUM ABULOSH, es el marido de la décima que lo rubrica y cuya primera letra del cognomen marital, también se había perdido, 10-NOUANTUTASH ?ETUNDU AIANKUM MELMUNOSH. Ya que tal como hemos expuesto; a mi juicio, son mujeres aquellas firmantes cuyo nombre propio termina en “AS” y contienen dos cognómenes, además de un gentilicio intermedio. Signando primero con el “nombre de pila”; después con un primer “apellido”, correspondiente al nombre del marido (sin declinar); luego con el gentilicio (reino o lugar de origen declinado en KUM); y finalmente un segundo cognomen, con el nombre del padre (declinado en genitivo OSH).

De tal modo, esta 10-NOUANTUTASH ?ETUNDU AIANKUM MELMUNOSH, sería mujer de uno de los LETONDO, si consideramos que la primera letra de su cognomen marital es “L” -tal como hicieron Tovar y Beltrán-. Pero bajo esa hipótesis, habría dos firmantes prácticamente con el mismo nombre y con un igual padre. Nos referimos al 2-?ETONDU LITOKUM ABULOSH y al 13º-LETUNDU LETIKUM ABULUS. Quienes serían hijos de Abilo, a los que solo diferencia la declinación de Abulosh, por Abulus; y Litokum, por Letikum. Unos hechos que denotarían una enorme complejidad en el idioma y sus declinaciones; por lo que no tenemos más remedio que considerarlos “variaciones” ortográficas y personajes con un nombre y gentilicio muy parecido; hijos del “Abilo” o “Abulo”. Siendo el primero, tanto como el segundo, representantes (jefes) de Luzaga (Lutiakos) y a mi juicio, vástagos de Abilo Ubokum. De tal modo, no pudiendo haber dos hijos con idéntico nombre, creemos que el segundo se llamaba “KIETONDU”; ya que en el bronce su signo inicial me parece más bien una “KI”. Por lo que, considerando que este KIETONDU fuera marido de la décima que signa; llegamos hasta ella y comprobamos que existe el mismo problema. Observando que el carácter primero de su cognomen, está partido y realmente parece una “KI” (en vez de una “L” tal como juzgaron Tovar y Beltrán). Así pues, deducimos que el segundo y la décima firmantes, eran marido y mujer; llamándose seguramente él: KIETONDU LITOKUM ABULOSH. Mientras el nombre y cognomenes de ella serían: NOUANTUTASH KIETUNDU AIANKUM MELMUNOSH.


SOBRE ESTAS LINEAS: Detalle de una fotografía oficial del Bronce (agradecemos al Museo de Zaragoza nos permita divulgar la imagen). Vemos la zona de rotura de la placa; en su dorso; allí hemos señalado el signo roto, en el apellido de la décima firmante. Se observa claramente que no puede leerse ese primer carácter, que Tovar y Beltrán consideraron una “L”. A mi juicio se trata de una “KI”

BAJO ESTAS LINEAS: Detalle de fotografía oficial del Bronce (agradecemos al Museo de Zaragoza nos permita divulgar la imagen). Nombre del segundo firmante, que Beltrán y Tovar consideraron una “L”, por lo que creyeron que este era LETONDU. Vemos que es bastante ilegible y puede ser una “KI” más que una “L”. Al tratarse del marido de la décima que aparece en la placa (foto anterior), que también tiene el “apellido” marital con el primer signo roto. Puede deducirse que este se llamaba “Kietondo” y no Letondu. Y su esposa: NOUANTUTASH KIETUNDU AIANKUM MELMUNOSH.


BAJO ESTAS LINEAS: Detalle de fotografía oficial del Bronce (agradecemos al Museo de Zaragoza nos permita divulgar la imagen). En este caso, primera parte del nombre de la decimocuarta que rubrica es (?)UKONTAS LETONDU ESHOKUM ABULOSH. Creemos que resulta ilegible el comienzo y que quizás haya dos signos perdidos. Debiendo considerarse ??KONTAS.


BAJO ESTAS LINEAS: Detalle de fotografía oficial del Bronce (agradecemos al Museo de Zaragoza nos permita divulgar la imagen). De nuevo, el nombre del que rubrica la Cara A del Botorrita I: ABILO UBOCUM -A mi juicio, Abilio (rey) de los Vacceos-


3) Parentesco y lazos de los firmantes:

Conforme hemos visto, aquellos que rubrican el dorso del bronce, tienen estos nombres, gentilicios y cognómenes:

1º – LUPOSH KOUNESHIKUM MELMUNOSH

1-Lupo (Lobo), de los Coniscos (conterbios), hijo de Melmuno.

2º - ?(ki)ETONDU LITOKUM ABULOSH

2-Kietondo, de Luzaga, hijo de Abilio.

3º – MELNU BARAUSANKO LESHUNOSH

3-Melnu (¿Melmuno?), de Borja (o de Varea) hijo de Leshunosh.

4º – LETONDU UBOKUM TURO

4-Letondo, de los Vacceos, de Duero (hijo de Toro).

5º – LUPINAS AIU BERGANTICUM ABULOSH

5-Lupinas (Lobita), AIU (de Aiua), de Bargacis, hija de Abulos.

6º – TIRTU AIANKUM ABULOS

6-Tirtu de Aiau, hijo de Abulo

7º – ABULU LOUSOKUM USHEISUNUSH PINTIS

7-Abilio, de los Lusones, hijo de Usheisu.

8º – AKAINAS LETONDU UICANOKUM SHOSHTUNOS

8-Akainas, unida a Letondo, de La Oncala o de Medinaceli (Okala, Ocilis), hija de Soshtuno

9º – TIRTANOSH STATULIKUM LESHUNOSH

9-Tirtano de Zaragoza, hijo de Leshuno

10º – NOUANTUTASH ?ETUNDU AIANKUM MELMUNOSH PINTIS

10-Nouanutash, unida a Kietondu, de Aiaus, hija de Melmuno

11º – USHEISU AIANKUM TAURO

11-Usheisu, de los Aiaus; hijo de Toro.

12º – ABULO AIANKUM TAURO

12-Abilio, de Aiaus, hijo de Toro.

13º – LETUNDU LETIKUM ABULUS

13-Letondo de Lutiakos (de Luzaga), hijo de Abilio. Firma

14º – (??)UKONTAS LETONDU ESHOKUM ABULOSH PINTIS

14-?kontas, unida a Letondo; de Isona, hija de Abilio. Firma

Recordaremos que la cara A del bronce la signa al final del texto ABULO:UBOCUM; que creemos puede ser el tronco común (padre o abuelo) de la mayoría de estos catorce que lo suscriben en el otro lado.


4) Hombres y mujeres entre los firmantes:

En los que signan, vemos dos tipos de relación; unos que aparecen con tres cognómenes (apellidos) y algunos, que van acompañados solo de dos. Estos que firman con tres apellidos, lo hacen con un nombre que acaba en “AS”; mientras que los del resto, termina en O y en U. Ello lleva a deducir que unos sean hombres y el resto mujeres; para lo que procedemos a su análisis. Así la primera diferenciación que hemos de realizar es la siguiente:

LOS QUE TIENEN DOS COGNOMEN Y UN NOMEN ACABADO EN “O” o en “U, SON DIEZ:

1-Lupo (Lobo), de los Coniscos (conterbios), hijo de Melmuno.

2-Kietondo, de Luzaga, hijo de Abilio.

3-Melnu (¿Melmuno?), de Borja (o de Varea) hijo de Leshunosh.

4-Letondo, de los Vacceos, del Duero (del Toro).

6-Tirtu de Aiau, hijo de Abulo.

7-Abilio, de los Lusones, hijo de Usheisu.

9-Tirtano de Zaragoza, hijo de Leshuno.

11-Usheisu, de los Aiaus; hijo de Toro.

12-Abilio, de Aiaus, hijo de Toro.

13-Letondo de Lutiakos (de Luzaga), hijo de Abilio.

CON TRES APELLIDOS O NOMBRE ACABADO EN “AS” HAY CUATRO:

5-Lupinas (Lobita), AIU (de Aiua), de Bargacis, hija de Abulos

8-Akainas, Letondo, de La Oncala o de Medinaceli (Okala, Ocilis), hija de Soshtuno

10-Nouanutash, Kietondu, de Aiaus, hija de Melmuno.

14-??kontas, Letondo; de Isona, hija de Abilio.


La primera conclusión que se obtiene es que estos cuatro (5, 8, 10, 14) son mujeres. Siendo su fórmula de nomen y cognomenes: Nombre de pila terminado en AS + Nombre del marido, sin declinar + Gentilicio (lugar de procedencia o reino) + Nombre del padre (declinado en genitivo, cn final OSH)

Es decir, son:

-Nombres propios.

5-Lupinas, 8-Akainas, 10-Nouanutash, 14-?kontas

-Nombre del marido (apellido de la familia política).

5-AIU (de Aiua), 8-unida a Letondo, 10-unida a Kietondo, 14-unida a Letondo

-Nombre de la ciudad en que reinan o de donde proceden (gentilicio).

5-de Bargacis, 8-de La Oncala o de Medinaceli, 10-de Aiaus, 14-de Isona

-Nombre del padre (apellido paterno declinado con OS)

5-hija de Abulos, 8-hija de Soshtuno, 10-hija de Melmuno, 14- hija de Abilio


De modo muy distinto; el nombre y cognomenes masculinos -entre los iberos- solo tendría: Nombre, gentilicio y apellido:

-Nombre propio

Estos son: 1-Lupo (Lobo), 2-Kietondo, 3-Melnu (¿Melmuno?), 4-Letondo, 6-Tirtu, 7-Abilio, 9-Tirtano, 11-Usheisu, 12-Abilio, de Aiaus, 13-Letondo

-Ciudad en que reinan o de donde proceden (gentilicio).

Estos son: 1- de los Coniscos (conterbios), 2- de Luzaga, 3- de Borja (o de Varea), 4- de los Vacceos, 6- de Aiau, 7- de los Lusones, 9- de Zaragoza, 11- de los Aiaus , 12- de Aiaus, 13- de Lutiakos (de Luzaga)

-Nombre del padre (apellido paterno)

Estos son: 1- hijo de Melmuno, 2- hijo de Abilio, 3- hijo de Leshunosh, 4- del Duero (Toro), 6- hijo de Abulo, 7- hijo de Usheisu, 9- hijo de Leshuno, 11- hijo de Toro, 12- hijo de Toro, 13- hijo de Abilio



SOBRE Y BAJO ESTAS LINEAS: Arriba, árbol genealógico de ABILU UBOCUM. Sus hijos y sus hijos políticos; consuegros y etc. Abajo, mapa de Península con las etnias y principales ciudades iberas marcadas. A su lado, hemos anotado quienes aparecen en el bronce y la zona que gobernaban (o su lugar de procedencia).


Sigamos con el árbol genealógico y el parentesco de los que figuran en el bronce:

Tenemos dos Letondo (4 y 13); quienes podemos entender como maridos de aquellas que llevan como primer cognomen LETONDU (8, 14) . También hay un Kietondo en el 2, que se repite en la núero 10. Siendo ellos:

2-?Kietondo, de Luzaga, hijo de Abilio.

4-Letondo, de los Vacceos, del Duero (del Toro).

13-Letondo de Lutiakos (de Luzaga), hijo de Abilio.

Hemos de considerarlos, esposos de:

8-Akainas, unida a ?Kietondo, de La Oncala o de Medinaceli (Okala, Ocilis), hija de Soshtuno

10-Nouanutash, unida a Letondu, de Aiaus, hija de Melmuno. .

14-?kontas, unida a Letondo; de Isona, hija de Abilio.


Por lo que siguiendo el orden en que aparecen en la placa, los matrimonios serían:

2-?Kietondo, de Luzaga, hijo de Abilio.

10-Nouanutash, unida a ?Kietondu, de Aiaus, hija de Melmuno.

......................................................................

4-Letondo, de los Vacceos, del Duero (del Toro).

8-Akainas, unida a Letondo, de La Oncala o de Medinaceli (Okala, Ocilis), hija de Soshtuno

......................................................................

13-Letondo de Lutiakos (de Luzaga), hijo de Abilio.

14-??kontas, unida a Letondo; de Isona, hija de Abilio.


Pese a ello, este orden nos llevaría a un matrimonio imposible, como es el último; en que marido y mujer serían hijos de Abilio (hermanos). De tal manera, hay un modo de comprender quién era el esposo de ??kontas; pues sabemos que no podía serlo su hermano, Letondo de Lutiakos; debiendo ser el Letondo de los Vacceos, del Duero.

Así los matrimonios, que se obtienen son:

4-Letondo, de los Vacceos, del Duero (del Toro).

14-??kontas, unida a Letondo; de Isona, hija de Abilio.

......................................................................

2-Kietondo, de Luzaga, hijo de Abilio.

10-Nouanutash, unida a Letondu, de Aiaus, hija de Melmuno.

......................................................................

13-Letondo de Lutiakos (de Luzaga), hijo de Abilio.

8-Akainas, unida a Letondo, de La Oncala o de Medinaceli (Okala, Ocilis), hija de Soshtuno

Por último y siguiendo el cognomen de la mujer (relacionado con el marido), se obtiene la conclusión de que no entre los firmantes, no se halla el marido de Lupinas; que debería llamarse AIAU. Aunque existe una posibilidad, como es, que por no repetir el mismo nombre en el apellido del marido y el paterno (ambos ABULOS). Sea esta la mujer de Abulos de Aiua. Por lo que hay que concluir que el último matrimonio es:

5-Lupinas (Lobita), AIU (unida a Aiua), de Bargacis, hija de Abulos

12-Abilio, de Aiaus, hijo de Toro.

CONTINUANDO EL ANÁLISIS SE LOS PARENTESCOS, VAMOS A VER LOS PADRES DE CADA FIRMANTE:

Hijos de ABILIO:

2-Kietondo, de Luzaga, hijo de Abilio.

6-Tirtu de Aiau, hijo de Abulo,

13-Letondo de Lutiakos (de Luzaga), hijo de Abilio.

5-Lupinas (Lobita), AIU (de Aiua), de Bargacis, hija de Abulos

14-??kontas, unida a Letondo; de Isona, hija de Abilio.

Hijos de TORO:

4-Letondo, de los Vacceos, del Duero (del Toro).

11-Usheisu, de los Aiaus; hijo de Toro.

12-Abilio, de Aiaus, hijo de Toro.

Hijos de MELMUNO:

1-Lupo (Lobo), de los Coniscos (conterbios), hijo de Melmuno.

10-Nouanutash, unida a Kietondu, de Aiaus, hija de Melmuno.

Hijos de LESHUNO:

3-Melnu (¿Melmuno?), de Borja (o de Varea) hijo de Leshunosh.

9-Tirtano de Zaragoza, hijo de Leshuno

Hijos de USHEISU:

7-Abilio, de los Lusones, hijo de Usheisu.

Hijos de SOSHTUNO:

8-Akainas, unida a Letondo, de La Oncala o de Medinaceli (Okala, Ocilis), hija de Soshtuno


PENSANDO QUE TODOS PERTENECIERAN A UNAS MISMAS DINASTÍAS EMPARENTADAS, TENDRÍAMOS EL SIGUIENTE CUADRO:

Abilio de los Vacceos (Abulo ubocum).

HIJOS (suyos y políticos):

....................................................

2-Kietondo, de Luzaga, hijo de Abilio

CASADO CON

10-Nouanutash, unida a Kietondu, de Aiaus, hija de Melmuno.

....................................................

6-Tirtu de Aiau, hijo de Abulo

....................................................

13-Letondo de Lutiakos (de Luzaga), hijo de Abilio

CASADO CON

8-Akainas, unida a Letondo, de La Oncala o de Medinaceli (Okala, Ocilis), hija de Soshtun

....................................................

5-Lupinas (Lobita), AIU (de Aiua), de Bargacis, hija de Abulos

PROBABLEMENTE CASADA CON

12-Abilio, de Aiaus, hijo de Toro.

....................................................

14-?kontas, unida a Letondo; de Isona, hija de Abilio.

CASADA CON:

4-Letondo, de los Vacceos, del Duero (del Toro).


Además, ABILO UBOCUM (Abilio de los Vacceos), sería consuegro de TORO o TURO; quien tenía los siguientes hijos:

4-Letondo, de los Vacceos, del Duero (del Toro).

CASADO CON

14-?kontas, unida a Letondo; de Isona, hija de Abilio.

....................................................

12-Abilio, de Aiaus, hijo de Toro.

PROBABLEMENTE CASADA CON

5-Lupinas (Lobita), AIU (de Aiua), de Bargacis, hija de Abulos


Además, ABILO UBOCUM (Abilio de los Vacceos), sería consuegro de MELMUNO; quien tenía los siguientes hijos:

10-Nouanutash, unida a Kietondu, de Aiaus, hija de Melmuno.

CASADO CON

13-Letondo de Lutiakos (de Luzaga), hijo de Abilio

....................................................

ABILO UBOCUM (Abilio de los Vacceos), sería consuegro de SHOSHTUNO; quien tenía los siguientes hijos:

8-Akainas, unida a Letondo, de La Oncala o de Medinaceli (Okala, Ocilis), hija de Soshtuno

CASADO CON

2-Letondo, de Luzaga, hijo de Abilio


5º) Reinos, etnias o gens, unidas familiarente; que aparecen en el Botorrita:

Continuando con el desarrollo del parentesco y matrimonios, de los firmantes; tendremos que finalizar con las posibles alianzas entre etnias, familias y lugares de procedencia. Pudiendo considerar que cada uno de los que figuran en la placa, fueran reyes o gobernantes de aquellas zonas usadas como gentilicio.

De tal manera, comenzaremos por quienes estaban más unidos a ABILU: UBOCUM, que sabemos era “jefe o representante” de los vacceos. Cuyos hijos directos y políticos aparecen del siguiente modo:


ABILU:UBOCUM, Abilio de los vaceos;hijos familiares y por matrimonio:

....................................................

2º - ?(ki)ETONDU LITOKUM ABULOSH: jefe o representate de Lutia, lutiakus; Luzaga; capital de los lusones.

CASADO CON

10º – NOUANTUTASH ?ETUNDU AIANKUM MELMUNOSH: Que gobernaba o representaba los Aiaus (ayai, ajai) de AIAU. Esta ciudad se sitúa por Ptolomeo en las cercanías de Palencia (Pallantia), próxima de Paredes de Nava (Intercatia); y que yo identifico con Autilla o más bien con Saldaña, junto a Carrión.

....................................................

6º – TIRTU AIANKUM ABULOS (posiblemente soltero): Jefe o representante -también- de AIAU, que podemos identificar con una urbe que es recogida por Claudio Ptolomeo, de los Vacceos, en la longitud 10º 20´ y latitud 43´ . Ello nos lleva a saber que estaba entre Intercatia (cerca de Paredes de Nava), Áutraca (a mi juicio Autillo de Campos) y Pallantia (Palencia que se consideraba capital de los Vacceos). Quizás fuera Autilla del Campos o Autilla del Pino, un emplazamiento que vigila Palencia y sus alrededores, hoy llamado el Mirador de Tierra de Campos. Aunque por sus coordenadas, debemos creer que era más bien Saldaña (muy próxima a los cántabros coniscos)

....................................................

13º – LETUNDU LETIKUM ABULUS: Representante o jefe de LETIKUM: En este caso creemos que se trata de LUTIA (Lutiakos), Luzaga o de los Lusones; importatísima ciudad, situada muy cerca de Botorrita.

CASADO CON

8º – AKAINAS ?ETONDU UICANOKUM SHOSHTUNOS: Representa o gobierna a UIKANOKUM, de los Vicanos, UIKANOS. Quizá VIACO AQUARIO: Castrotorafe, en San Cebrián de Castro, Zamora. También pudiera ser VICO, Vigo. Existe la probabilidad de que la “N” no sea esta letra, sino una similar, como es la “l” ibérica: UIKALOCUM y se tataría de Oncala; OKALACUM ibéra . Me inclino por esta opción, que según Beltrán sería la ciudad soriana de los pelendones, muy cecana a Numancia. Aunque hay otras teorías que creen es la misma OCILIS, actual Medinaceli.

....................................................

5º – LUPINAS AIU BERGANTICUM ABULOSH: Representa o gobierna BERGANTIS a mi juicio, BRAGARENSE (también podría ser de la zona astur o de la Coruña). Identificable con los topónimos y gentilicios de BAGARENSES; BERGIUM; BERGIDA; BERGISTANOS; BIRIKANTIN. BRIGANDIN o bien BRIGANTIN -BIRICANTIA = BRICANTIA; BRIGAECINI; -BIRIGAECIUM = BRIGAECIUM; BRIGECO. Pese a ello, este BERGANTICUM de Lupinas, puede tratarse de un reino vacceo, como era el de Bargiacís, que Ptolomeo cita en su GEOGRAFÍA con latitud 9° 45' y longitud 43° 25'. BARGIACÍS: BargiakiV; p. de los vaccee.

PROBABLEMENTE CASADA CON

12º – ABULO AIANKUM TAURO: Representa o gobierna en AIANKUM (ya visto); AIUAU entre Intercatia (cerca de Paredes de Nava), Áutraca (a mi juicio Autillo de Campos) y Pallantia (Palencia que se consideraba capital de los Vacceos). Quizás fuera Autilla del Campos o Autilla del Pino, un emplazamiento que vigila Palencia y sus alrededores, hoy llamado el Mirador de Tierra de Campos. Aunque por sus coordenadas, debemos creer que era más bien Saldaña (muy próxima a los cántabros coniscos)

....................................................

14º – (?)UKONTAS LETONDU ESHOKUM ABULOSH PINTIS: Representa a los ESHOKUM; locativo que creemos ISONA, Aeso (Esso); que se corresponde con Manresa, Guisona.

CASADA CON:

4º – LETONDU UBOKUM TURO: Representa a los UBOKos; podemos confirmar que se trata de los Vacceos, llamados por los griegos Oubocos, Ovbocos. Tal como se mencionan en la Geografía de Ptolmeo


Hijos familiares y políticos de TORO, son:

4º – LETONDU UBOKUM TURO: Representa a los UBOKos; podemos confirmar que se trata de los Vacceos, llamados por los griegos Oubocos, Ovbocos. Tal como se mencionan en la Geografía de Ptolmeo

CASADO CON LA HIJA DE ABILIO:

14º – (?)UKONTAS LETONDU ESHOKUM ABULOSH PINTIS: Representa a los ESHOKUM; locativo que creemos ISONA, Aeso (Esso); que se corresponde con Manresa, Guisona.

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11º – USHEISU AIANKUM TAURO: Que representa o gobierna en AIANKUM: Ya visto. Quizás Autilla del Campos o Autilla del Pino, un emplazamiento que vigila Palencia y sus alrededores, hoy llamado el Mirador de Tierra de Campos. Aunque por sus coordenadas, debemos creer que era más bien Saldaña (muy próxima a los cántabros coniscos)

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12º – ABULO AIANKUM TAURO: Representa o gobierna en AIANKUM (ya visto); AIUAU entre Intercatia (cerca de Paredes de Nava),

CASADO CON LA HIJA DE ABILIO:

5º – LUPINAS AIU BERGANTICUM ABULOSH: Representa o gobierna BERGANTIS a mi juicio, BRAGARENSE


Hijos de MELMUNO:

1º – LUPOSH KOUNESHIKUM MELMUNOSH (soltero): Representa o gobierna entre los KOUNESHIKUM; que a mi juicio, se trataría de los Koniskos o Coniscos de Cantabría. Una última posibilidad es que este KUNESHI fuera una crasis de CONTREBIA

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10º – NOUANTUTASH ?ETUNDU AIANKUM MELMUNOSH: Que gobernaba o representaba los Aiaus (ayai, ajai) de AIAU. Esta ciudad se sitúa por Ptolomeo en las cercanías de Palencia (Pallantia), próxima de Paredes de Nava (Intercatia); y que yo identifico con Autilla de Campos o Autilla del Pino, un emplazamiento que vigila Palencia y sus alrededores, hoy llamado el Mirador de Tierra de Campos. Aunque por sus coordenadas, debemos creer que era más bien Saldaña (muy próxima a los cántabros coniscos)

10-Nouanutash, unida a Kietondu, de Aiaus, hija de Melmuno.

CASADA CON

2º - ?(ki)ETONDU LITOKUM ABULOSH: jefe o representate de Lutia, lutiakus; Luzaga, capital de los Lusones.


Hijos de LESHUNO:

3º – MELNU BARAUSANKO LESHUNOSH: jefe o representa a BARAUSANKO que considero

 BURSAO o bien BAREA, Borja o Logroño.

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9º – TIRTANOSH STATULIKUM LESHUNOSH: Representa o gobierna en STATULIKUM.

 Creemos que es una deformación del nombre SALTUIE, o bien SALDUIE que se corresponde

 con Zaragoza, ciudad de los Lusones.


Hijos de USHEISU:

7º – ABULU LOUSOKUM USHEISUNUSH: De LOUSOKUM: Este gentilicio creo que puede

 tratarse de LUSONES o bien de LUTIAGA. En este caso me inclino a pensar que es de los

 Lusones, tribu asentada en las cercanías de Botorrita; entre Luzaga, Zaragoza y Turiasu.


Hijos de SOSHTUNO:

8º – AKAINAS ?ETONDU UICANOKUM SHOSHTUNOS: Representa o gobierna a UIKANOKUM, de los Vicanos, UIKANOS. Quizá VIACO AQUARIO: Castrotorafe, en San Cebrián de Castro, Zamora. También pudiera ser VICO, Vigo. Existe la probabilidad de que la “N” no sea esta letra, sino una similar, como es la “l” ibérica: UIKALOCUM y se tataría de Oncala; OKALACUM ibéra . Me inclino por esta opción, que según Beltrán sería la ciudad soriana de los pelendones, muy cecana a Numancia. Aunque hay otras teorías que creen es la misma OCILIS, actual Medinaceli.

CASADO CON

13º – LETUNDU LETIKUM ABULUS: Representante o jefe de LETIKUM: En este caso creemos que se trata de LUTIA (Lutiakos), Luzaga; importatísima ciudad de los Belos, situada muy cerca de Botorrita.

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Conclusión:

Para finalizar, recordaremos que ABILU:UBOCUM es el tronco familiar de quienes firman el documento del dorso (cara B). Siendo este Abilio de los Vacceos, quien rubrica la parte primera (cara A); también fue el padre de: Kietondo, de Luzaga; Tirtu de Aiau; Letondo de Lutiakos (de Luzaga); Lupinas (Lobita) de Bargacis y ??kontas, de Isona. Así pues existe una liga directa de parentesco entre los Vacceos y Aiau (Autilla, Saldaña) por Tirtu; con Lutiakus (Luzaga) por Kietondo y por Letondo; con Bargacis (o El Bierzo), por Lupinas; y finalmente con Isona (Manresa), por ??kontas. En un grado más lejano familiar, por los matrimonios de cuatro -de los cinco- hijos de ABILU UBOKUM; estos tenían alianza o relación directa con: Aiau, por Novantas; Medinaceli (La Oncala o Vigo), por Akainas; con Aiau por Abulo de Toro; pareciendo que su yerno Abilio de los Vacceos, hijo de Toro, reinaba en el mismo territorio que él (quizás era el heredero de Abilu Ubokum, pues sabido es que los iberos vivían en ginecocracia; lo que supone que el hijo de la hija mayor, hereda el trono, tras ser regente su padre el marido de esta primogénita y madre del príncipe-).

Por su parte, en otro grado familiar, ABILO UBOKUM, emparentaba como consuegro con MELMUNO; cuyo hijo Lupo (sin matrimonio conocido), era representante de los Coniscos (de Cantabria). También era consuegro de TORO, con dos hijos casados en común, mientras el que aparece soltero en el bronce -Usheishu- sería jefe o procedía de Aiau (Autilla o Saldaña). Por último, SHOSHTUNO, es también consuegro de ABULU UBOKUM, padre de Akainas de Medinaceli (La Oncala o Vigo). Finalmente, aparecen como ajenos a ABULO UBOLUM en linea familiar: LESHUNO, padre de Melnu de Borja y de Tirtano de Zaragoza (ciudades lusonas). Lo mismo sucede con USHEISU, del que no vemos parentesco con otros que figuran en el bronce; que es padre de Abilio de los Lusones.

Así pues, la liga o el pacto firmado en el bronce tendría conexiones con: Aiau, por cuatro lineas. Con Bargacis; con los Coniscos; con Luzaga (Lutiakos); con Isona; con Zaragoza y Borja y con los Lusones, en las ciudades de Salduie, Bursao. Por su parte otra con “Ocilis” (Medinaceli) y Conerbia Belaiska; ambas de los Belos.. Ver imagen siguiente.


SOBRE ESTAS LINEAS: Reinos aliados y donde gobernaban o vivían los firmantes en el Botorrita I. Entre los Vacceos de ABILU UBOKUM, hay lazos de pacto con: Aiau, por cuatro lineas (un hijos, dos yernos, y un hijo de consuegro). Con Bargacis, por Lupinas (hija). Con los Coniscos, por Lupos (hijo de consuegro). Con Luzaga (Lutiakos) por Letondo y Kietondo (hijos). Con Isona, por ??kontas (hija). Con Zaragoza y Borja, por Tirtano y Melnu hijos de Leshuno (sin parentesco conocido); y con los Lusones por Abilio, hijo de Usheisu (sin parentesco conocido). Además, con Ocilis, por Soshtuno; tanto Medinaceli como Botorrita eran ciudades de los Belos. Ver imagen siguiente.


JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS:
Páginas del libro de mi padre SOBRE LOS TEXTOS IBÉRICOS; inédito y que no acabó antes de fallecer en 2004. En estas dos hojas, podemos ver lo que escribió sobre el Botorrita I. En la primera explica como en el año 1908, descubrieron un documento, donde se recogían los nombres de un escuadrón romano con soldados de origen ibero. En este se lee los nombres de aquellos militares que pertenecían a la “turma”; quienes tenían como cognomen un nombre propio, tras el suyo. Ante este documento, se evidenció que los íberos utilizaban como “apellido” el nombre de su progenitor; es decir, usaban ya un patronímico. Este hecho se mantuvo durante siglos en la Península; lo que hizo que el hijo de Lupo (Lope) tuviera por cognomen Lupos (López) o el de Abilu (Abilio) se apellidase Abilush (Abiliez). Ese origen de los nombres de familia peninsulares, ya lo observamos en el Botorrita I y seguirá hasta nuestra época. Para mostrar los “apellidos” iberos, analiza mi padre la conocida Tesera de París.



JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS:
Páginas del libro de mi padre SOBRE LOS TEXTOS IBÉRICOS; inédito y que no acabó antes de fallecer en 2004. En esta parte comienza hablando de la mencionada Tesera parisina, donde a inscripción dicta LUPOS ALISOKUM AUALO KE CONTEBIA BELAISHKA. Él lo traduce como “Lupo, de los Alisocos, hijo de Ávalo (o Abilio) (vecino) de Konterbia Belaishka”. Acerca del gentilicio ALISO-KUM, personalmente tengo dudas si puede tratarse de: Aeletanos, Alaun, Elis (Ilci) o Elaisci -ver cita (30) -. Terminando por creer que se trataría de una voz derivada desde la población de Alaún; o bien de Elaisci, que fué el gentilicio de los habitantes de Intercantia. De tal manera, tampoco considero que podamos interpretar “Ke” como “vecino de”; pensando que al estar inscrita esta frase en una tesera de amistad, con forma de mano (señal indudable de pacto). Podemos creer que esa “Ke” significa más bien una conjunción copulativa; quizás “con” o “de”. Debiendo entenderse la tessera de París como “Lupo, de Alaún (o de Intercantia); hijo de Avalo; con Conterbia Belaiska”. Abajo; en la página bajo estas líneas; pasará más tarde mi padre a explicar la tessera de Ibiza y posteriormente a exponer sus ideas sobre los firmantes del Botorrita I. Llegando a conclusiones muy diferentes a las que en este artículo hemos descrito. Finalmente, analiza el Botorrita II, latino y quienes lo rubrican; que también están sometidos a la regla del cognomen ibero (nombre de pila, nombre del padre en genitivo singular y lugar de procedencia, en genitivo plural). En otros artículos trataremos sobre este bronce segundo de Conterbia y acerca de las declinaciones.


6º) Algunas conclusiones y etimologías del Botorrita:

Al tratar sobre Conterbia Belaiska, llama la atención la profusión de epígrafes que han sido hallados en este yacimiento (principalmente en bronce). Por lo que deberíamos plantearnos, qué razón pudo tener la aparición de tantos textos, en lengua ibérica y posteriormente en latín. Algo que -a mi modo de ver- se debió a que la ciudad fue en su momento, uno de los grandes centros y fábrica de artesanía en cuero. Un arte, que en ese tiempo era primordial y solo equivalente a lo que hoy en pueda significar la creación de plásticos especiales. Pues entonces, todos los accesorios de calidad se producían en piel; principalmente los objetos militares y aquellos esenciales para dominar el caballo. No hablamos solo de riendas y monturas; nos referimos al calzado de soldados, a sus trinchas, refuerzos de escudos, vainas y carcajes (para espadas o flechas). Pero sobre todo, el curtido se usaba en los protectores y en las corazas; que como su nombre indica, eran de cuero -aunque se revestían de placas metálicas (falerias)-. Así pues, esa rica industria, debió ser a mi juicio el motivo del un uso tan cotidiano de la escritura, en Conterbia -ya desde los primeros tiempos-. Al ser común que los objetos en piel portados por militares importantes, vayan marcados con signos y nombres del que los encarga. De ello, sería una hipótesis plausible, considerar que entre los más insignes clientes y compradores de la antigua Botorrita -quienes adquirían corazas, monturas, vainas o botas de guerra-. Solicitasen un bordado o sellado (a fuego) con sus signos: Sus divisas, iniciales, su nombre, o el del lugar que gobernaban. Ello, obligaría que varios habitantes de la ciudad antigua, manejasen el alfabeto y supieran escribir (en ibero y posteriormente en latín).

Pasando a las etimologías, de nuevo trataremos sobre la de Conterbia y la de Belaiska. Pues tal como dijimos, Conterbia tiene sus paralelos en voces como Canterbury o Cantabria; significando “urbe” o “tierra” de “cantos, piedras, rocas”. Entendiendo el radical indoeuropeo “kant” como “acantilado, piedras cortadas” etcétera; podemos considerar Conterbia (o Kontrebia) una crasis de “kant-urbe” (ciudad con cantos, urbe con piedras -muros-); que en ibero sería “Kont-briga”, desde donde derivaría Conterbia. En referencia a Belaiska, evidentemente significa “de los Belos” (tribu que habitaba en la zona); pero a su vez “Belo” (Bello) a mi entender se traduciría en idioma ibérico por “guerrero” (en latín bello y de similar etimología helena). Una voz que dejaría el apellido Velasco (en la meseta) y Beloqui, en la zona vasca -ver cita (4) - .

Tras la anterior exposición, pasaremos a analizar las posibles etimologías de algunos nombres que hemos estudiado en el bronce:

- Lupo (lubo): Masculino; significaría LOBO. Terminado en “O” nominativo, declinado como Luposh (OSH) sería genitivo “hijo de Lupo”.

- Lupinas (lubinas): Femenino, significaría LOBA. Terminando en “AS” como nombre de mujer. Los cognomen femeninos, se conforman, como hemos visto: El de pila, el marital, en Nominativo el nombre del marido. El paterno, con OSH (genitivo) y con “E” (genitivo) “hija de”.

- Abilu (apilo): Masculino, significaría HÁBIL. Se conoce al menos un jefe ibero con este nombre, citado por Estrabón “Abilix o Abelux ibero que traicionó a los cartagineses en beneficio de los romanos en la campaña del 217 a.C.”. Asimismo se relaciona esta voz con el nombre de Ávila y con el de del promontorio frente a Gibraltar (31) ; desde este sentido, podría tener como etimología “blanco”, “albo”.

- Letondo: Masculino. A mi juicio, relacionado con Leto, Lethe ( Lhqh ) -olvido-; o mejor sería relacionarlo con Lito ( Liqo ) Piedra. Su traducción al español sería pétreo, hoy Pedro. Declinado como Letondosh, es “hijo de” Letondo.

- Kietondo: Masculino. A mi juicio, del griego igual “geitón” ( geitwn ), que significa “vecino, pariente”. Otra opción sería “geo-ton” ( gew-ton ) de la tierra. En español “Próximo”.

- Melmuno; Melnu: Masculino. Parece que Melnu es el diminutivo de Melmuno. Pudiera significar “miel de dios” (Mel-Mono mhl mono) . Aparece en el Botorrita I como Melmunosh, hijo de Melmuno.

- Tirtu; Tirtano: Deben ser el mismo nombre; el primero en diminutivo. Quizás relacionado con el griego Tirdo ( tirdo ) que significaría “jóven”. Aunque me atrevo a relacionarlo más bien con “turta” o “tirta”; de etimolgía igual a Tartessos y Turdetania. Así, Tirtano sería “turdetano”. También podría proceder de Turanno ( Turannos ) que significa “señor” en griego.

- Leshu: Aparece declinado, como “Leshunos” = Hijo de Lesh. A mi juicio de Laas ( Laas ) “pétreo” igual a Litos. Pedro. Leshu, Laass sería equivalente a Letondo; pétreo. El nombre sería “Leshu” o “Lesh”. Declinado como Leshunos.

- Turo; Tauro: Masculino. Sin declinar. Aparece así en los cognomen. Puede significar Duero (río de agua) o Toro.

- Soshtuno: Masculino. Aparece declinado. El nombre sería “Sosh” o bien “Soshu”. Del griego “SOSH” ( sws-u ) que significaría Salvador/a.

- Usheisu: Masculino. Aparece así y declinado, como Useishuno. A mi juicio, del griego “ouseisu” ( ousia ) que significa “mágico”; equivaldría a Amancio.

- Akainas: Femenino. Probablemente del griego Akaia ( Acaih ); que significa “aqueo”, “Acaya”. Como todo nombre de mujer del Botorrita, termina en “as”.

- Nouanutash: Femenino; termina también en “as”. Parece latino, significando “nova” “nutrix”. “Madre nueva”, “nueva nodriza”.

- (a)kontas (?kontas): Femenino; termina también en “as”. Quizá del griego “akontizo” ( akontizo ) que significa “arrojadizo”. En español “Lanzada”.


JUNTO ESTAS LINEAS : 
Tessera de París (propiedad del Museo del Louvre, al que agradecemos nos permita divulgar a imagen). Es un testimonio escrito ibérico más, de los muchos relacionados con Conterbia Belaiska. En mi opinión; esta ciudad de los Belos tuvo una amplia alfabetización (en lengua ibérica y latina), debido a que se dedicaban a la fabricación de artesanía en cuero. Un tipo de trabajo que suele acompañarse con adornos y marcas; que en muchos casos consisten en inscribir el nombre, la dignidad, las iniciales o el cargo, de aquel que las utiliza. Siendo normal entre los militares, que las vainas de sus espadas, sus monturas, o sus enseres de guerra de piel; lleven sus señas de identidad. Su inscripción dicta LUPOS ALISOKUM AUALO KE CONTEBIA BELAISHKA. Debiendo entenderse a mi juicio como “Lupo, de Alaún (o de Intercantia); hijo de Avalo; con Conterbia Belaiska”.


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SE RECOMIENDA MANTENER ABIERTAS LAS DOS PÁGINAS (primera y segunda parte) Y ASÍ CONSUTAR LAS CITAS FACÍLMENTE.


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