lunes, 10 de septiembre de 2012

BRONCES DE "AMISTAD" EN FORMA DE AVE. Capítulo ANEXO sobre las teseras hospitalarias: Parte segunda.

 
Esta entrada es ajena al libro que venimos comentando (TEXTOS IBEROS, que más adelante continuaremos resumiendo, analizando y ampliando)
. Por lo que antes de presentar un nuevo capítulo de aquel. haremos un inciso más; hoy con la intención de ir dando forma a un sistema de traducción y comprensión del lenguaje (o idiomas) prerromano de la Península. En el presente artículo recogemos unas posibles interpretaciones de algunas palabras inscritas sobre teseras iberas (de hospitalidad, ciudadanía o familia). Siendo nuestra intención un tanto diferente a la de Mario Gómez-Morán, quien consideraba que para interpretar este idioma, había que lograr hacerlo a través de traducciones en textos de gran extensión (con más de diez palabras).

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Yo, por mi parte, prefiero comenzar intentando comprender varios escritos iberos muy breves y de apenas vocablos -máxime cinco-. Con el fin de que una vez entendidas -y confimado- un cierto número de palabras, podamos llegar a tener un "semi-diccionario" ibérico que nos sirva como guía. Ya que considero para entender un idioma que se precisa irremediablemente comprender un determinado nomero de términos, tanto como su morfología (o la gramática, al menos de forma generalizada). Comenzaremos por la epigrafía más fácil de analizar: Las teseras hospitalarias. Tomando estas inscripiones breves, de las que se sabe eran fórmulas de amistad o unión entre conciudadanos.

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BAJO ESTAS LINEAS: Fotografía de la tesera de Palenzuela, fechada hacia el siglo II a.C. y hallada en la necrópolis de esta población, pertenece al Museo Arqueológico de Palencia (al que agradecemos nos permita divulgar su imágen). En la inscripción, sin duda alguna leemos U-I-R-O-U-I-A-KA :: KAR, considerándose que esta VIROVIA se trata de la antigua Briviescas (1)

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Como característica curiosa de esta pieza se encuentra su forma, considerada por todos los investigadores como una paloma. Ave que sin duda alguna hasta no hace muchas décadas fue uno de los motores económicos de la zona, habida cuenta que no solo proporcionaba su carne, sino que además producía uno de los mejores fertilizantes con sus residuos. Por lo demás la paloma podía criarse sin apenas problemas en lugares sin acceso, permitiendo la pervivencia de grupos cerrados en aldeas, zonas amuralladas, aisladas y castillos. Quienes almacenando grano durante el verano y teniendo agua junto a palomares, no precisaban más para sobrevivir. Ello porque cerrando la muralla y pese a estar asediados, subsistían durante meses perfectamente, comiendo estas aves que tan facilmente se crian por toda la Tierra de Campos. De lo que no es de extrañar que este fuera un totem o animal venerado en la mencionada zona palentina, desde la más remota antigüedad.

 
 
1- SOBRE LAS TESERAS HOSPITALARIAS (algunos conceptos):


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Comenzamos esta segunda entrada en la que trataremos sobre las teseras de hospitalidad ibéricas recogiendo algunas ideas que aportan los profesores Francisco Beltrán Lloris, Carlos Jordán Cólera e Ignacio Simón Cornago. Quienes escriben las siguientes palabras sobre esas piezas de bronce prerromanas que se sabe usadas para firmar alianzas, crear lazos de amistad o pactos (privados o públicos): "No resulta necesario insistir aquí en el origen romano de las téseras celtibéricas, pues es bien sabido que el empleo de pequeños objetos inscritos de bronce como credencial de un pacto de hospitalidad es un hábito exclusivamente romano. Los symbola griegos, que cumplían una función semejante, eran según todos los indicios anepígrafos" (2) . De tal modo y tras exponer la raiz itálica de aquella costumbre de firmar las alianzas por medio de un molde o placa broncíneo (o de otro material), que tan solo se perdía o destruía, si era necesario romper el pacto. Explican como en Grecia el mismo "trueque" de cariño o fidelidad se hacía por medio de objetos que carecían de escritura y que aunque pudieran tener que ver con las teseras, propiamente no lo eran al no estar inscritas.

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Por todo cuanto concluyen de forma literal que de estas: "El único precedente claro lo suministra Etruria, en donde se conocen hasta el momento siete téseras de hospitalidad, pero realizadas en marfil y datadas en los siglos VII-VI a.E. (...) lo que no permiten establecer una conexión directa con las romanas, de las que ninguna es anterior al siglo III a.E. (...) Fuera de Italia, debe subrayarse que en el conjunto del occidente mediterráneo este hábito sólo arraigó en las regiones célticas de Hispania, (...) frente a las cuatro piezas conocidas en Italia, las hispanas son más de cuarenta: Siete en latín, aunque varias de ellas de inequívoco ambiente indígena y el resto en lengua celtibérica" (3) . Párrafo en el que comprendemos que esta arraigadísima costumbre celtibérica de firmar sus alianzas en estos trozos fundidos de bronce, hubo de tener sus antedecendes en Roma y más concretamente nacería seguramente tras la llegada de las tropas del Imperio a suelo peninsular.

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Pese a todo ello y en mi opinión personal, quizás hubiera de pensarse que pudo ser una costumbre adquirida por los iberos al trasladarse como mercenarios a los ejércitos extranjeros y más concretamente a campañas en las que lucharon junto a los romanos. Algo que explicaría este compromiso seguramente de lealtad inquebrantable y relacionado posiblemente con la "devotio" (firmándolo a través de estas teseras, que de algún modo son indestructibles). Broches o remaches que quizás lucieran sobre los petos aquellos guerreros iberos con fines de aviso y protección; habida cuenta de que al encontrarse con "el amigo de un amigo", se establecería una unión que les permitiera obtener ayuda, no pelear contra ellos, o bien hermanarse con quienes eran aliados del lugar que la tesera propia marcaba. Pues al ver otros soldados esa placa luciendo el totem, la inscripción o la marca de una ciudad o una gens común, no dañarían ni atacarían a su portador. Por todo lo que las teseras hospitalarias podían ser de gran utilidad, en la guerra y en la paz al igual que en tierra propia o ajena (e incluso en campañas extranjeras)

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Es decir, que se pudiera partir de la base que estos broches de metal hospitalarios y su costumbre (o necesidad) de portarlas, quizás nació por tres motivos:

a-. El primero y como hemos dicho, consistiría en la común dedicación de muchos de los equestres o soldados iberos de enrolarse en ejércitos extranjeros (como mercenarios). Siendo allí de gran utilidad llevar este tipo de "insignias", ya que cuando estamos en tierras extranjeras siempre han buscarse rápidos amigos, grupos de referencia y modos de alianzas, para conseguir los apoyos que se no tienen al vivir entre extraños.

b-. El segundo motivo, también lo hemos mencionado y se relacionaría con la "devotio", signo o rito guerrero peninsular por el cual se juraba lealtad al jefe hasta las últimas consecuencias. De tal manera, si el superior moría en batalla (o la ciudad sucumbía), el deber del que había contraido esta obligación era autoinmolarse. Estructura y costumbre militar que se ha observado también en otros pueblos de raigambre germana o indoeuropea, quienes la cumplian a rajatabla (al igual que los celtiberos). Fidelidad jurada hasta la muerte que probablemente pudo originar las teseras como marca de pactos de amistad con un carácter de hermanamiento absoluto. Lo que llevaría a su "firma" a través de un pedazo de bronce (inscrito normalmente e idestructible). Un hecho que explicaría por qué la mayoría de las teseras contienen nombres de ciudades o tribus, indicando seguramente un pacto de unión en una devotio de amistad entre particulares o grupos, que seguramente consideraría al aliado como un miembro de la familia (de la ciudad o de la tribu, lo que "certificaban" con la mencionada insignia).

c-.El tercer motivo que pudo originar u obligar al uso estas placas de hospitalidad debió ser el sistema de organizarse entre los iberos, que como sabemos era (y es) anárquico, individualista y autárquico. Gentes cuya idiosincrasia era en cierto modo parecida a la de los españoles de hoy (incluido "un servidor"), teniendo una forma de vivir muy aislada y sin admitir la intervención de ajenos en sus grupos, lo que les llevaba a constituir sociedades individualistas. Debido a lo que les fue imposible unirse conformando grandes "masas" de forma organizada, pese a tener un invasor y enemigo común. Estando divididos siempre en tribus, zonas y ciudades, que actuaban de forma practicamente independiente y que en cada caso y situación debían pactar unas con otras, para llegar a sobrevivir o superar los problemas. Hecho este que por lo demás, ha provocado las numerosísimas invasiones que desde sus comienzos ha tenido la Penísula Ibérica. Colonizada primero por fenicios, judíos y griegos, pero después ocupada con las armas por cartagineses, romanos, godos y árabes. Todos ancestros nuestros, aunque en ocasiones hubieron de ser también nuestro yugo. Modo con el que consiguieron dar una estructura política y social compacta y plenamente organizada a lo que siempre se llamó Hispania -unidad que tristemente parece los habitantes de esta Península no consiguieron nunca hacer por sí mismos-. De ello, que debido a esta estructura individual en que cada familia era una gens y cada ciudad suponía un estado, se precisaría de pactos continuos y de señas para perpetuar y manifestar esas alianzas (algo para lo que servirían los múltiples bonces firmados y las teseras que estudiamos).

 
AL LADO Y BAJO ESTAS LINEAS:
Denario de Sekaisa (Segeda) en plata, acuñado tras la victoria romana sobre las tropas celtíberas (entre el 133 a.C. y César Augusto). Junto a nosotros el anverso, que muestra el guerrero barbado con torques; abajo su reverso en el que vemos el jinete luciendo la palma y decorado de forma bella (con el caballo enjaezado y lleno de cascabeles). Esta moneda se impone en la Segeda vencida, después de la lucha mantenida durante veinte años entre los latinos y los íberos de la Meseta. Periodo bélico denominado Gerra Celtíbera, que se produce a raiz de la "sublevación" de aquella ciudad contra Roma, al ampliar sus murallas unilateralmente el 154 a.C. (sin recibir el consentimiento del Senado para poder hacerlo).Todo ello llevó a que los generales romanos enviaran más de treinta mil hombres para atacar la Segeda recién amurallada, huyendo sus habitantes por toda la Meseta. Recibiendo fundamentalmente el apoyo de los Arevacos, en su capital (Numancia) donde les abriero sus puertas para que se refugiaran. Lo que provocó una guerra de dos décadas con Roma, que en el 133 a.C. vence a los numantinos quienes habían resistido durante veinte años la lucha y hasta el asedio del mayor ejército de su época.  Los rasgos históricos descritos manifiestan por qué debió ser absolutamente necesario e imprescindible entre los iberos, firmar pactos o alianzas entre tribus, ciudades y gentes. Habida cuenta que las urbes, etnias o familias, actuaban de un modo tan individual e individualista que de no unirse con otros vecinos, pronto hubieran sido exterminados (o invadidos). Siendo plenamente comprensible la aparición entonces de los bronces y teseras, que tenían como función "firmar" o sellar los convenios de amistad y de lealtad.







 
 
 
Por cuanto hemos visto y explicado, comprendemos por qué era tan importante entre los habitantes peninsulares prerromanos crear o portar estos bronces y teseras de hospitalidad y unión (al menos desde que comenzó la ocupación cartaginesa, seguda de la romana). Lo que firmemente creemos se debe a la independencia (hoy diríamos autonomía) de las urbes ibéricas, ya que cada una actuaba como una ciudad-estado -por muy pequeña que fuera-. Tomando decisiones propias y sin tener muy en cuenta siquiera al pueblo vecino -por muy cercano que estuviera-, sin miedo a enfrentarse a un invencible enemigo; decidiendo su forma de vida libremente y contradiciendo de modo temerario a ejércitos como el romano. Todo lo que obligaría a pactos, solidaridad y alianzas entre gentes y ciudades; pues cualquiera podía ser enemigo. Máxime desde la llegada de los cartagineses en que ya estaban a merced de la suerte, pudiendo el invasor -púnico o latino- en cualquier momento atacarles y acabar con ellos.
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Lo que hemos explicado es un hecho tan cierto, como probado por la Historia que nos enseña cómo al producirse un problema entre dos ciudades iberas, o bien entre una de ellas y Roma; los que se veían perdidos pactaban con otras gens y urbes para que les admitieran en su territorio o se sumaran a su causa. Ello es lo que sucede con Segeda, tal como en el pié de fotos anterior escribíamos. Población antes llamada Sekaisa y que se corresponde hoy con el Belmonte junto a Calatayud, que en el año 179 a.C. se había comprometido a pagar tributos a Roma, tanto como a no ampliar sus murallas. Pese a lo que en el 154 a.C. decidieron aumentar las fortificaciones y concentrar en su ciudad a más gentes de zonas cercanas. Meses después, el Senado itálico declaró la guerra a la ibera Sekaisa (Segeda) y su población al verse ante un ejército de treinta mil hombres huyó de sus casas dirigiéndose a tierras arevacas. Abriendo entonces sus puertas y admitiéndolos bajo su tutela principalmente los numantinos, lo que originó las guerras Celtibéricas que duraron veinte años (hasta el mancionado asedio y caida de Numancia).

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Hechos y situaciones como los anteriormente relatados creemos que "obligaron" o motivaron que los iberos utilizasen estas placas de "identificación de amigos", conocidas científicamente como "teseras de hspitalidad", de las que el profesor Francisco Beltrán Lloris nos dice: (...) "el predominio abrumador de las ciudades en los epígrafes de las téseras celtibéricas me han servido para desarrollar la hipótesis, planteada en varios trabajos (4) (...) de que la mayoría de estos documentos -sin descartar la posible existencia de pactos interindividuales- acreditara la concesión de la ciudadanía local a un individuo". Concluyendo este investigador que en gran parte la función que debieron tener era la de otorgar la condición de ciudadano de una población a un ajeno a ella. Algo que puede asemejarse al grado actual de "hijo predilecto", pero que en la época y caso que nos atañe (plena de guerras e invasiones) habría que referirlo a una condición de "aliado militar", o "soldado amigo de".

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Por todo lo cual vemos que estas "insignias" de bronce debieron de ser utilizadas principalmente para reconocerse como asociado -a una urbe y hasta a una liga de ellas-. De lo que muchas fueron hechas para llevarse colgadas en la coraza o en las vestimentas, pudiendo lucirse así principalmente las que tienen diseño plano y engarces (en forma de "chapas" que permiten penderse). Siendo quizás en ello muy importante el hecho de la representación del totem o seña de identidad de la gens o de la urbe; animalito o diseño que se observaría desde lejos si el soldado la colgaba de su coraza. Provocando que ante su visión se abrieran los lazos de amistad o hermanamiento, tanto como obligaría a no atacar nunca a un amigo de tu grupo (o de tus asociados).

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Un segundo tipo de teseras lo constituirían aquellas que no se engarzan ni permiten colgarse; las que aunque en mi opinión tendrían una función social muy similar a las anteriores, se intuye que eran más "privadas". Conteniendo estas un valor más profundo e íntimo en su modo de expresar la alianza; pues habrían de guardarse o llevarse en la mano (no exhibirse). Ello explicaría por qué guardan un mayor carácter simbólico. Lo que nos atrevemos a afirmar al ver otras de un tercer tipo, que son mucho más complejas y que sin ser zoomorfas ni poder colgarse, guardan unas lineas muy abstractas -lo que hace pensar hasta en unas hospitalidades nacidas de gentes de una religión o filosofía común-. Es lo que personalmente pienso pudo ocurrír con ciertas teseras geométricas y de formas extrañas (como la de Ágreda). Bronces que quizás debiéramos considerar más referidos a personas de una casta, de una élite o de un templo (común) y que incluso fueran individuos que guardaban unos conocimientos parecidos, un mismo sentido de la estética, la mística o filosófía. Habida cuenta que entre estas esculturitas de hospitalidad con formas abstractas, las hay que tienen un complejísimo diseño que en nada se asemejan a las simplísimas que representan animales (comunmente también sencillas en su epigrafía). Siendo muy por el contrario complicada y enrevesada la lectura de esas otras teseras geométrias y de las que a veces no se sabe por dónde hay que empezar o cómo han de hilvanarse sus palabras. -En posteriores entradas ya trataremos sobre estas pequeñas esculturas de hospitalidad con diseño cercano al constructivismo y palabras en ibero; aunque ahora concierne pasar a tratar sobre aquellas con forma de ave-.

 
AL LADO:
Fotografía del llamado TERCER BRONCE BOTORRITA (hallado hace unos veinte años en la antigua Conterbia Belaiska). En imagen tomada de la portada del libro homónimo escrito por los profesores Francisco Beltran, de Hoz y Untermann (Universidad de Zaragoza, 1996). Obra donde expertos analizaron por primera vez esta enorme pieza brocínea, descubriendo que se trataba de una gran lista de nombres (antropónimos). Todo ello cuadra con las hipótesis de los que pensamos que aquellas grandes inscripciones metálicas realizadas por los celtíberos durante la época de romanización (siglos del III al I a.C.), eran en gran parte pactos entre familias, reyes, ligas de ciudades y poblaciones. Lo que explica que paneles como este llamado Botorrita III, contengan más de doscientos veinte nombres de personas (en opinión de F.Beltrán, 241 voces que corresponden con onomástica en casos nominativos).
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ABAJO: Página 192 del libro de Antonio Ma. Guadán, "LA MONEDA IBÉRICA", en que se recoge la ceca de UIROUIAS (en edición de Cuadernos de Numismática; Madrid 1980; a los que agradecemos nos permitan divulgar la imagen). Se corresponde esta urbe que acuño las monedas que vemos en la publicación de Guadán, con Briviescas; citada por Claudio Ptolomeo y Plinio el Viejo como VIROVESCAs (entre los Autrigones) (6) . Observemos que las leyendas de las monedas con el nombre de la ciudad y la epigrafía conservada en la tesera de Palenzuela es casi exacto. De lo que se deduce su perfecta identificación y correspondencia (así interpretada por casi todos los investigadores en iberismo). Pese a ello, la tesera contiene una conjugación con el sufijo "KA" que como ya hemos visto es un locativo ibero que se corresponde con el mismo muy parecido conservado en latín y en castellano. Sufijo que antiguamente conformaban palabras como Salmantica, Astúrica o Itálica y que hoy se traducirían por "de Salamanca, o salmántico", "de Asturias, o astúrico", "de Italia, o italico". Siendo su terminación en "A" a nuestro juicio un nominativo, femenino del singular. Finalmente el nombre de la ciudad va seguido de "KAR" término que ya dijimos significaba: "aliado", "querido", "amigo", o "pactante". Habiendo de traducirse la tesera de Palenzuela por "Amigo, aliado de Briviescas".

 
 
 
 
2- TESERAS CON FORMA DE AVE:

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Tres son las piezas iberas de este tipo que se han "descubierto" en nuestro territorio (al menos siguiendo la documentación que manejamos), aunque hemos de entrecomillar "descubierto", porque una de ellas y que se considería la número cuatro, se ha estimado recientemente que es falsa. Nos referimos a la tesera de los fondos de la Academia de la Historia, con el diseño de una cabeza de buitre (o águila) y que hasta hace pocos años se tuvo por una placa hospitalaria auténtica. Pese a ello, finalmente ha quedado descartada considerándose una copia, conforme los análisis de estilo y el metalográfico han puesto de manifiesto (7). Por lo que tan solo tres son las teseras aviformes prerromanas que hasta hoy se conocen, siendo estas: La que denominsamos de los kortoneneses, la de Palenzuela y otra descubierta recientemente que se denomina de Torrejoncillo del rey. Comenzaremos nuestro estudio por la primera y seguiremos por la última citada, que nos llevará a obtener algunas conclusionas más sobre la más conocida -la del Museo de Palencia y que recogíamos ya como primera foto (ver al comienzo de este artículo)-.

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A) LA TESERA DE LOS KORTONENESES:
Por su parte, la publicación PELENDONIA "Catalogo de inscripciones con mención de unidades organizativas indígenas" cita con catálogo A-109 una tesera de plata, fechada entre los siglos II y I a.C., en forma de ave y escritura occidental ibera (colección particular). Pieza que ha sido estudiada por Untermann quien la transcribe como "kortonikum tuinikukuei kar". Tristemente, no hemos podido dar con imagen o dibujo alguno de esta figura, por lo que nos es imposible compararla o analizar los signos, y de ello hemos de determinarlos tal como especifica Untermann (1990, 331, N.14) en las voces: KORTONIKUM :: TUINIKUKUEI :: KAR. Pese a que Pellicer (1984 152, N.2) altera el oden de las lineas, leyendo la segunda palabra como primera y "Kortonikum" en segundo lugar.

Sobre el análisis de voces, Untermann traduce "Kortonikum" como un genitivo del plural, debido a que la terminación "KUM" ya la definió en 1967 por un nombre de "gens" escrito en plural. Conclusión que este profesor planteó hace más de cuarenta años cuando tradujo la tesera de París (ver en nuestros blogs, interpretación ampliada de esa pieza, desde de la mencionada de Untermann). Por lo que afirma que KORTONI-KUM se refiere a "los de Kortono", topónimo mencionado también en la tesera de Medinaceli (Untermann, 1997; 547-549 SIC obra que vamos citando). La segunda palabra la traduce como un nombre de persona, acompañado del sufijo KUEI; es decir "Tuinikon"+ "kuei"; haciéndolo derivar del antropónimo Tuino y de allí: TUINO-KUEI = Tuinikonkuiei (Untermann 1990; 361-362, N.14 e idem arriba. SIC obra vamos citando). Finalmente el tercer vocablo KAR, ya ha quedado especificado en nuestro vocabulario y anteriores citas, traduciéndose comunmente por: "Querido", "amigo", "aliado", "hospitium" etc. Es decir, que la traducción sería: "Tuino, el :: Aliado :: de los Kortonos".

Evidentemente, no vamos a desdecir o contradecir a Untermann, ni a cuantos otros muchos expertos que han estudiado la mencionada tesera; aunque quizás sí podemos dar otra visión o ampliación a su estudio (tal como sucedió en el caso de la de París). De ello parece evidente que Kortonikum, se refiera a la mencionada ciudad ibera de Kortona, aún sin localizar y cercana a Altos del Jalón. Lugar muy próximo al que apareció el llamado bronce de Kortona y que en su texto menciona esta urbe prerromana que muchos relacionan con su homónima etrusca. De la que por su parte Plinio el Viejo (Hist. Nat. III, 4, 28) expresa que se halla en el término de Cesaraugusta, entre los cincinenses y los damanitanos. Siendo indiscutible la interpretación de KORTONI-KUM, por "de los de Kortona" o "de los kortonenses".

La segunda palabra ya nos plantea más problemas, ya que "TUINIKUKUEI" no lo vemos como un nombre unido a una terminación declinada, sino que su final "KUKUEI" personalmente me parece un sufijo "de conjunción" o más bien un adverbio. Es decir, que se refiera al latino "QUO" o al "CUM", significando algo similar a "cumque" (sobre todo) o bien a "CUM QUO" (por esto, unido) o "QUO QUE" (y por lo cual). Voces que se relacionan con la griega "koie" () cuyo significado es "cómo" "de qué" -que Vittore Pissani en su Crestomazia Indoeuropéa da como término 375, exponiendo que sus radicales son el sánscrito "KAS" (qué), y "KATI" (cuanto, el cual); que conformarían entre otros los vocablos italianos: "CHI" y "CHE"-. Pero que en lenguas proto-indoeuropeas también podemos encontrar, como es el caso del vascuence, que para expresar "qué", dice "ZER", tanto como "ZEINTZU" significa "cuales". Voces todas muy relacionadas con las anteriores, tanto como con las hititas KA, KE, KI y KAN, que se traducen por "esto", "con", "con eso" o "el cual"; viéndose comunmente "KOM-KE" con el sentido de: "Por esto", "con el que", "por el cual".

De lo que consideramos que la terminaciòn de la mencionada segunda palabra sería su equivalente hitita "KOM-KE" o mejor el latino "CUM QUO" (por esto unido); lo que conllevaría a que TUINI-KUNKUIE debiera traducirse por "Tuini", "por esto unido". Por su parte, TUINI estaría cerca de los temas en genitivo o bien en dativo (casos latinos), aunque en este caso lo consideramos más bien un verbo que puede proceder del vocablo indoeuropeo TUEOR. Voz que da "TEUTATIS", y "TUTUNUS" o "TUTINUS", que eran los dioses de la protección entre los celtas y los romanos (respectivamente). Palabras que surgen del radical indoeuropeo y protoind. "TAIU", que generaría el verbo latino "TUITIO" = "proteger", "defeder" y que al parecer proceden del sánscrito "TAUTI", cuyo signficado es "grande", "fuerte", "poderoso". Términos que se relacionarían con el griego "tasso" o "tattoo" (), que se tradude por "defender", "servir", "atacar". Pero que en lenguas indoeuropeas lo veríamos como "ZAINDU", tal como en eukera se dice "vigilar", "guardar". Voces que con seguridad se pueden considerar muy cerca de las hititas "TANINU" que significa "poner en orden", "defender", "fortalecer"; e incluso con "ZAHIYA", que es: "Batallar", "pelear".

Por todo lo que la citada palabra ibera "TUINI" que analizamos en la tesera, la traducirìa como "defensor", en un caso locativo con la normal terminación en "i". De ello que aquella junto a "KUNKUIE" (formando TUINIKUNKUIE) creo pudiera interpretarse como "defensor, unido por esto (a)", lo que en latín se acercaría a "TUITI CUM QUO" y en griego a "tattoo koie" (); en hitita a "TANINU KOM KE" o en vascuence a "ZAINDU" "ZER" . Expresiones que significarían de algún modo "el que protege (o defiende) por (unido por)".

De tal manera y por todo cuanto decimos, la traducción de esta tesera cuyo texto reza: KORTONIKUM :: TUINIKUKUEI :: KAR. A mi modo de ver, pudiera ser: "DE LOS KORTONENESES :: (CON ESTO) UNIDO Y DEFENSOR :: ALIADO"

 
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B) LA TESERA DE TORREJONCILLO DEL REY (ver imágenes contiguas a estos párrafos):
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Recientemente han dado a conocer esta pieza los profesores Xaverio Ballester y Max Turiel del Dpto. Filología Clásica de la Facultad de Filología de Valencia. En un estudio publicado en 2011 (8) , al parecer bajo la direcciòn o supervisión del famoso catedrático Almagro Gorbea (hijo y continuador de la obra, ilustre maestro Almagro Basch). Trabajo que realizaron en común los investigadores valencianos, descubriendo la tesera de bronce que Max Turiel localizó en colección privada no hace muchos años. Comenzando su análisis explicando que se trata de una estatuilla de bronce que "mide unos 5 centímetros de longitud -de la cabeza del ave hasta abajo- y unos 3 centímetros de anchura". Para continuar explicando sobre su procedencia que "al Prof. Martín Almagro-Gorbea las observaciones tocantes a aspectos arqueológicos, históricos y tipológicos de la pieza estudiada y el habernos confirmado su procedencia del municipio conquense de Torrejoncillo del Rey" (9) .


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Tras ello pasan a describirla como columbiforme, expresando que claramente es muy similar a la tesera de Palenzuela; indicando a su vez que puede relacionarse con la antes mencionada de la Real Academia de la Historia (10) . Pese a ello, no de considerarse esa última observación, habida cuenta que profesores como Jordán y Almagro ya certifican que la mencionada placa de la Academia con diseño de un águila es falsa (clasificada como de aleación moderna y fabricada en épocas muy cercanas a las nuestras) -ver cita (7) -. Tras ello -Ballester y Turiel- analizan la datación de la tesera de Torrejoncillo, fechándola a comienzos del siglo I a.C.; conforme a su texto punteado y las conclusiones que se pueden obtener a través de las comparaciones con estudios de Almagro Gorbea (11) . Terminado todo ello, comienza un estudio lingüistico en lo que refiere a su forma de lectura, considerando cómo debieran interpretarse sus caracteres, transcribiéndose SEKOBIRIKES, o bien de otras formas. Pues al tener la tesera algunas dificultades (o desperfectos) que impiden concluir cuales son sus dos últimos términos, se inclinan finalmente por la opción que da título a su trabajo, intitulado: "PROBABLE NUEVO TEXTO CELTIBÉRICO CON SEGOBIRIGEA" (12) .

 
AL LADO:
Dibujo de nuestra mano de la TESERA DE TORREJOINCILLO DEL REY (tomado desde la foto que el prof. Max Turiel hizo a la pieza y de la prueba que en su estudio se presenta con un boceto de M.ª Dolores Sánchez de Prado). Observemos su parecido con la palomita de bronce de Palenzuela, tras lo que planteamos una reflexión acerca de estos totems iberos. Dado que la primera se halló en Tierra de Campos, donde las palomas y los palomares eran fuente de ingresos y eje de su cultura (basada en los castillos y fortalezas, que resistían los asedios gracias a estas aves de facil cría). Pero la de Torrejoncillo del rey se encontró igualmente en una zona colombófila y junto a una población denominada Palomares del Campo, en Cuenca (a muy pocos kilómetros de Segóbriga; junto a Saelices). Todo lo que indica que ese ave era de gran utilidad y un totem para los habitantes iberos de las zonas en las que se hallaron estas dos teseras.
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ABAJO: Figuras de ánades o aves representadas esquematicamente en forma sobreimpresa y en un vaso cerámico de mediados del siglo III a.C. hallado en Cauca (Coca-Segovia). Imagen tomada de la revista VACCEA, 2011 (Num V. 2012 -pag 57- ed. Universidad de Valladolid); facilitada por el profesor Carlos Sanz Mínguez al que mucho agradecemos nos permita divulgar la fotografía. En las páginas 57 y 58 de la citada revista, expresa el profesor Juan Francisco Blanco García el simbolismo celtibérico de ánades, córvidos, águilas y otras aves salvajes. Destacando los llamados "patos de Simancas", cuyo diseño se acerca a estas palomas y es parecido a las teseras de Palenzuela o de Torrejoncillo; que tanto se asemejan a los pájaros representados en cerámicas y broches de los Vacceos y Arevacos
 

 
 
Comprendido el significado totémico de estas aves entre los iberos, tanto como habiedo visto la inscripción de la figurita de Torrejoncillo, correspondiente a la ciudad ibera que se situaba donde la actual Saelices. Pasaremos a comparar los signos escritos sobre la paloma, con las formas en que el nombre de la ciudad de Segóbriga se recogía en la numismática ibérica. Aunque hemos de exponer que la tesera realmente tiene un problema, puesto que sus dos últimos caracteres no llegan a acertarse del todo y parece que debe leerse: SH-E-KO-BI-R-I-KE-A. No vamos a entrar en si es "GEA" o bien "CEA"; expresando tan solo que el silábico -del signo "KE"- en todos los valores iberos ha de leerse gutural+vocal -advirtiendo que la "CE" forma una sílaba oclusiva dental (ZE=CE que pertenece a la familia de la "de", o "te" y no es gutural)-. De lo cual este signo penúltimo que es como una "C" recta y abierta, se puede leer: "JA,JE,JI,JO,JU", "KA;KE;KI;KO;KU" o "GA,GUE,GUI,GO,GU". Es decir: Shekobirijea, Shekobirikea ó Shekobiroguea (indistintamente y sin pronunciar la "U" en el último caso). Pudiendo o debiendo ser la primera "KO", una "JO" y más bien una "GO"; pareciendo concretamente la forma "Shegobiriguea" la más idónea, dada la forma latina del topónimo "Segóbriga". Por lo demás, al ser la primera letra ibérica una "SH" la forma final que elegimos es la expresada de "SHEGOBIRIGUEA".
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A todo ello, hemos de unir el problema del silábico;
una de las claves de Ventris y Chadwik, quienes cuando observaron una sílaba reticente en el Lineal B pensaron que se puede tratar de un problema en su imposibilidad de escritura en forma alfabética. Nos explicamos: Si partimos de la base que el alfasilábico ibero solo tiene BA, BE, BI, BO, BU; nos daremos cuenta que es imposible escribir SEGOBRIGA ya que siempre habríamos de intercalar una sílaba. Es decir, que bajo esta fórmula ibera de inscribir podemos poner: SEGOBARIGA, SEGOBERIGA, SEGOBIRIGA, SEGOBORIGA o SEGOBURIGA; pero nunca: SEGOBRIGA. Algo que se deriva de que la "B" suelta como letra no existe. De lo que al leerse SHEGOBIRIGA, probablemente su verdadera pronunciación fuera SHEGOBRIGA, declinada como SHEGOBROGUEA (sin el sonido de la "u", no confundir con SHEGOBRIGÜEA).
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Por su parte, la manera de escribir esta ciudad en la numismática ibérica es "SEKOBIRIKES" (o bien corregida sería "Shegobirigues"), de lo que suponiendo que el último signo de la tesera de Torrejoncillo sea una "A" (y no una "S") hay que considerar que se encuentra declinada. Declinación que sería igual o muy parecida a la forma que guarda el nombre de Conterbia Belaiska en la Tesera de París. Siendo ella KONTEBRIA BELAISKA, escrita como E-KONTEBI:AS / BELAISKAS. Lo que en mi diccionario adjunto a este blog (morfología y terminaciones iberas) lo relaciono con las formas de Genitivo femenino de la 1ª en griego (AS, ), al igual que con las latinas en genitivo del plural "ES" y "US (13) . Habiendo de ser así: Nominativo = SHEGOBIRIGUE-A ; Genitivo = SHEGOBIRIGUE-S. Por lo que, tal como decimos: La tesera de Torrejoncillo del rey estaría declinada en nominativo del singular, femenino.

 
AL LADO:
Ampliacion del texto de la tesera de Torrejoncillo donde se lee claramente "SH-E-GO-BI-R-I-GUE-A". Como decimos en el párrafo anterior, el penúltimo signo que es como una "C" abierta ha de leerse "gutural+E". Es decir: "KE", "JE" o bien "GUE" (porque "CE" pertenece a la serie silábica "dental + E"; es decir: "TE", "DE", "ZE"). Por su parte, la primera letra, que parece una "M", es la "SH" grecoegea. Por lo que si desamos leer el nombre de esta ciudad en su forma más parecida a la ortografía latina y tal como estaría escrito en la tesera, ha de ser: "SHEGOBIRIGUEA" (sin pronunciar la U).
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ABAJO: Denario de plata de Segóbriga, acuñado entre el 105 a.C. y época de Augusto. Reverso, jinete con un pilum y en exergo leyenda comunmente leida como "SEKOBIRIKES". Observemos que sus signos son iguales a la inscripción de la paloma de Torrejoncillo, aunque en esta puede que la última letra fuera una "A". Ello supondría una declinación en genitivo "S" en la leyenda de la moneda, mientras la de la tesera lo estaría en nominativo, con final "EA" (posiblemente igual a la terminación de otras ciudades como BELAISKA - CONTERBIA).
 
 
C) LA TESERA DE PALENZUELA:

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Llegamos por fin al último bronce de hospitalidad prerromano con forma de ave que hemos de analizar, que es el hallado en la necrópolis de esa población palentina. Placa igualmente con forma de paloma y estudiada y clasificada por distintos autores, repetidamente (14) . En su inscripción, sin duda alguna dijimos que se lee: U-I-R-O-U-I-A-KA :: KAR. Considerándose que esta VIROVIA se trata de la antigua Briviescas, tal como casi todos los expertos expresan -ver cita (1)-. Pese a ello, presenta un problema como es el de su forma de redacción que algunos afirman es de "derecha a izquierda", aunque si la observamos bien, veremos que se trata de una escritura en "espéculum" (es decir, a la inversa o para ser impresa).

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Por lo que decimos, sus signos aparecen invertidos como si aquel que hubiera cicelado esta tesera quisiera usarla para imprimir esas marcas que dictan: UIROUIAKA::KAR (marcando la leyenda sobre arcilla, cera, escayola u otro soporte). Algo que hemos de pensar debido a que esta epigrafía de caracteres en "espejo" deja abierta esa posibilidad, ya que no es fácil crearla. Pues si nos encontrásemos con una cerámica que tuviera escritura invertida, siempre cabe pensar que el artesano ha calcado confundido al revés la inscripción, haciendo un estarcido (agujeros sobre un molde). Pero cuando vemos estos signos sobre el dorso de la paloma de Palenzuela, ya cabe pensar que estas teseras se hicieran para imprimir. Impronta que sería usada como un sello de añillo, por apretón sobre un molde de barro (cera o escayola); y que quizás tenía como fin enviar con "ese pasaporte" a los que se dirigían hacia "Briviescas". Es decir, que no es una idea peregrina considerar que esta leyenda que contiene la tesera sirviera para crear "salvoconductos" de paso o entrada en Briviescas. De tal modo, si el bronce con la paloma estuvo en propiedad de un templo (o gobernante), aquellos quizás tenían capacidad de envíar a sus gentes con un molde de barro que certificara la procedencia de la persona, para poder comerciar, vivir, refugiarse o simplemente, visitar Briviescas.

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Finalmente y acerca de su inscripción, diremos que el nombre de la ciudad -VIROVIA- lo consideramos declinado en Nominativo del plural femenino (ver cita 13, tanto como lo expresado sobre SHEGOBIRIGUE-A). Mientras el "KAR" que le sucede indiscutiblemente significa "amigo", "aliado", "querido" y etc. (sobre este vocablo ibero "KAR" ver en blog anexo su diccionario, tanto como lo dicho entrada anterior a esta) (15) .

 
JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS:
La misma tesera de Palenzuela dibujada por nuestra mano y recogidos sus signos iberos en la forma que se posibilita su lectura. La inscripción es sin duda alguna: U-I-R-O-U-I-A-KA :: KAR - (AMIGO DE VIROVIA) que trata de la antigua Briviescas; ver cita (1)-. Contiene una característica muy llamativa como es el hecho de que está inscrita en "espéculum" (de derecha a izquierda y con todos sus signos a la inversa), lo que creemos puede significar que se usara para imprimir por apretón. Pudiendo haberse utilizado como un molde para hacer improntas "a modo de sello", en las que se escribiera correctamente esa leyenda "VIROVIA:KAR" (amigo de Briviescas). De tal modo, se puede hipotetiar que los ciudadanos de Palenzuela -o de otro lugar ibero- comprarían o pedirian a un templo (o a gobernante) esas improntas de barro o escayola, para poder viajar a esta urbe de Briviescas y entrar como amigos -con fines comerciales, de visita o simplemente para asentarse y buscar refugio allí-.

 
 
 
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CITAS:

(1):
Así es como lo leen y citan la mayor parte de los investigadores. Últimamente de ese modo mencionada por Francisco Beltrán Lloris; Carlos Jordán Cólera e Ignacio Simón Cornago en su estudio publicado en Acta Palaeohispanica X Palaeohispanica 9 (2009), pp. 625-668 REVISIÓN Y BALANCE DEL CORPVS DE TÉSERAS CELTIBÉRICAS CITÁNDOLA CON LA NUMERACIÓN 10 [K.25.1] LECTURA uirouiaka.kar (uidimus) debida a L. de Castro 1977. TESERA de: Palenzuela, provincia de Palencia

(2): REVISIÓN Y BALANCE DEL CORPVS DE TÉSERAS CELTIBÉRICAS en Acta Palaeohispanica X Palaeohispanica 9 (2009); página 625; Francisco Beltrán Lloris; Carlos Jordán Cólera e Ignacio Simón Cornago.

(3): Idem. Opus cit. (2), página 626

(4): Aquí el profesor Beltrán cita sus trabajos presentados en "Epigrafía Ibérica"
(Beltrán 2001, 2003, 2004, e.p.).

(5): REVISIÓN Y BALANCE DEL CORPVS DE TÉSERAS CELTIBÉRICAS en Acta Palaeohispanica X Palaeohispanica 9 (2009); Francisco Beltrán Lloris; Carlos Jordán Cólera e Ignacio Simón Cornago (
pag 628)

(6): Plinio el Viejo, Hist. Nat. III, 4, 27 : "entre las diez tribus de los Autrigones, solo Trito y Viroviesca" . Ptolomeo, Geograf. II, 6, 52 cita: entre los autrigones: Uiróuesca.

(7): El profesor Almagro-Gorbea, sobre esta tesera falsificada que antaño dieron por auténtica escribe en su estudio: PRECISIONES Y CORRECCIONES SOBRE ALGUNAS TÉSERAS CELTIBÉRICAS DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA (Martín Almagro-Gorbea); Epigrafía ibérica, 2007: "CP-6. Tésera de bronce en forma de cabeza de águila (Almagro-Gorbea 2003, p. 398 y s., nº CP-6; Almagro-Gorbea et alii 2004, p. 407, nº F-4;

Ballester 2004: 274-275; Jordán 2004: 311) Tésera de bronce en forma de cabeza de águila fundida a la cera perdida con 9 signos trazados con puntos en dos líneas (figs. 1-2). Esta tésera es una falsificación moderna, y que está fundida con un metal moderno, lo que obliga a rectificar su publicación inicial en la que se consideraba auténtica, lo que abunda en las dudas que planteaba su lectura e interpretación".

(8): El referido estudio es el publicado por Lucentum intitulado: "

PROBABLE NUEVO TEXTO CELTIBÉRICO CON SEGoBIRIGeA"; Por XAVERIO BALLESTER
y MAX TURIEL (LVCENTVM XXX, 2011, páginas 117-125).

(9): Op citada en (8) SIC, página 117; donde más adelante dicen textualmente: "
Según la información obtenida, la tésera procedería de una villa romana en Torrejoncillo del Rey, población situada en la comarca del Campo, en la provincia de Cuenca. Torrejoncillo queda en línea recta a 10 km al este de Carrascosa del Campo y a unos 8 km al Norte de Palomares del Campo,Segobriga, de la que Torrejoncillo del Rey queda a escasos 25 km Tésera de Torrejoncillo del Rey".

(10):
Sobre lo comentado explican textualmente en la obra citada pag 118 -ver (8)-: "tiene aspecto columbiforme, representando, sin duda, un ave y ofreciendo similitud con otra pieza procedente de Palenzuela (Palencia) con inscripción sinistrorsa -id est, de derecha a izquierda- rezando UIROUIACa CaR (K.25.1 en la catalogación de Untermann, 1997, 713-714). También la pieza aquí presentada se puede relacionar con otra tésera en forma de ave–pierna de la Real Academia de la Historia (Almagro–Gorbea, 2003, 398–399, CP–17), que documentaría el uso no excepcional de las téseras aviformes".

(11): Textualmente en misma obra (cita 8) pag 119; nos dicen que a través de su: "escritura celtibérica punteada, no latina, y su proximidad a Segobriga (cf. Almagro–Gorbea, 2003, 209–
212, nº 103–104, 383–384 CP–3, 390–391 CP–9, etc.) permiten atribuirle una cronología a partir de fines del siglo II a.C., aunque con más probabilidad ya en la primera mitad del siglo I a.C., quizá en el contexto histórico y cultural segobrigense comprendido entre las guerras de Sertorio y las guerras civiles".

(12):
No deseando entrar en la polémica sobre su forma de lectura, simplemente nos limitaremos a recoger textualmente y de forma resumida lo que acerca de ello dicen en diferentes párrafos de la obra citada (8):
"
Para la tésera tauriforme (K.0.3) En efecto, la misma e idéntica lectura SECoBiRICeA era ya la aceptada sin reservas por Untermann (1997, 540–542; K.0.3) para una de las caras de una tésera también zoomórfica —tauriforme en concreto— conocida ya por Hübner (1893, 174–175) pero de procedencia indeterminada (Hübner 1893, 174)" -op. cit 8; pag 120- .

"segobrigja], aunque, naturalmente, caben otras posibilidades, algunas ya señaladas por
diversos autores, cuales */segobrigeia/ (uide Wodtko, 2000, 328) o incluso una */segobrigaia/, sufijo que quizá podría estar también en el LESTERAIA del título del tercer bronce de Botorrita (K.1.3), en MUCuUCaAIU (K.13.2), NEMAIOS (K.14.1 A), NEMAIOso (K.14,2), seceEIOS (K.24.1), SICeIA (K.1.3 II–47), TRECAIAS (K.3.3 –3) o en el etnónimo de los vacceos (Plin. nat. 3,4,19)"
- op. cit (8), pag 121-.

"A favor de aquella misma lectura de SECoBiRICeA para la tésera tauriforme estaba también la aparición de un nada ambiguo SECoBiRICeA ( ) en una lámina de plomo, donde la inequívoca forma < > para <Ce> aparecía como correspondiente al problemático signo penúltimo de la citada tésera. La pieza de ignota procedencia y conocida mucho más recientemente -editada en 1994 por Fletcher y Pérez- debería presumiblemente haber zanjado la cuestión a favor de una lectura SECoBiRICeA para la tésera; sin embargo, sólo mantuvo su solución -podría decirse- en suspenso, ya que la pieza." -op. cit. (8) pag 121-.

(13):
Referente a ello, decimos en nuestro diccionario de terminaciones y morfología lo siguiente: ***_AS: Aparece en la cuarta y en la quinta palabra de la Tesera de París (ver entradas 4-VIII del 12). Es terminación de la ciudad de KONTEBRIA BELAISKA, escrita como E-KONTEBI:AS / BELAISKAS. La relaciono con las formas de Genitivo femenino de la 1ª en griego (AS as), al igual que con las latinas en genitivo del plural "ES" y "US. -en el caso citado se traducirá por: "Aualo de (la) Contrebia Belaiska" (ver estas palabras)-.

(14): Entre otros, Untermann (K.25.1 en su catalogación, 1997, 713-714).

(15): Resumimos lo dicho sobre KAR a continuación, aunque recomendamos consultar blog anexo a este:
http://sobrelostextosibericos.blogspot.com.es/

****KAR (ibérico) en latín CAR. Voz que aparece de las dos formas, principalmente en teseras. Se entiende por ello que ha de significar "amigo", "aliado" u otra palabra con el sentido de hospitalidad que estas teseras tenían. por cuantas veces ha sido encontrada inscrita sobre teseras, que ha de tener un significado unido a la hopitalidad, amistad o alianza -a la que hacen referencia estas piezas de bronce-. Pese a ello, acerca de esta palabra "KAR" (GAR, CAR etc) se han escrito infinidad de teorías, destacando entre aquellas las que consideran que se trata de un sufijo relacionado con el protoindoeuropeo "Karu" y con el vocablo vasco "gar", cuyo significado es "llama". Por considerarse que provendría de una voz que aparecería en la epigrafía ibera relacionada con cremaciones y honras fúnebres. Pensando muchos autores que incluso este "Car" es el origen del nombre de Caronte, barquero que lleva a los difuntos al más allá. Interoretando su etimoligía como "CAR + IUNTE" = "señor de las llamas". Pese a la existencia de esta teoría, hemos de expresar que Caronte es un mito de origen egipcio, tanto como su etimología que muchos entienden como "el que brilla" nacida de la voz helena "jaron" (); no se refiere propiamente al fulgor del fuego sino de la gracia. Ya que "alegría", y "gracia" en griego sí se dice "jare" (). De aquí que la palabra Caronte venga de AQUERONTE () que significa en realidad el lugar "lugubre", "desgraciado", "triste", "sin alegria" (el infierno).

Por su parte, los autores que nos parecen más acertados en la traducción de este término KAR, son los anteriormente mencionados; en concreto Carlos Jordán quien manifiesta que junto al profesor Ballester considera que se trata de una palabra y no de una abreviatura. Afirmando que su etimología hay que buscarla en la raiz indoeuropea "KAR", que podemos traducir por "amor", "amistar" y de donde proceden voces como "cariño" o "caro" ("amigo" en latín = "carus"). Traduciendo este epíteto por el de "querido", "aliado" o "amigo"; siendo así reconocido el portador de una de estas teseras como asociado a una gens o ciudad (tal como en el bronce se especifica como KAR=amigo). Otros expertos como De Hoz, consideran que esta voz "CAR" es abreviatura de un término indoeurpeo relacionado con la palabra "cauro" cuya traducción sería "kauro" o "kortika karuo", que significaría: "Pacto de hospitalidad" .

Debido a cuanto se ha expuesto, es más que evidente que la etimología de "GAR", "JAR" o "KAR", como término ibero (que tanto se repite en las teseras) ha de ser un sinónimo o vocablo muy cercano a Hospitalidad. Algo que muy acertadamente Jordán relaciona con la voz "amigo" en latín ("carus"), pero que no debiéramos dejar de considerar también procediera del latino "carmen", cuya traducción -entre otras- es "inscripción legislativa" o "conjuro". Lo que puede traducirse por "pacto" o "ley", "conflagración" u "oráculo de amistad". Siendo quizás aquella voz "KAR" la unión entre "carmen" y "carus" que significaría "conjuro de amistad". Por su parte, si quisiéramos buscar sus orígenes entre las lenguas indoeuropeas, veremos que esta voz parte desde los radicales "kar-ker", en griego pronunciada como "kear" (
) y cuya traducción es "corazón". Vocablo del que surgen estas palabras con relación al amor y al cariño siendo de una igual etimología esa última .

De tal modo, la traducción desde el término heleno "KEAR" () que significaría "cardiaco" "del corazón" y "amado", nos lleva hasta el vocablo griego "KARUX" () que se significa "heraldo", "mensajero", "anunciador"; todo lo que nos da cuenta de qué pudo significar este "KAR" entre los iberos. A ello se suma el hecho de que igualmente en esukera "KARDINAL" sea igualmente "cardiaco" y "crucial" (cardinal), mientras "GUR" en vascuence significa "venerado", "adorado", tanto como "GURA" se traduce por "querido", "amado". Por último, en hitita igualmente "KARDI" y "KIR" significan "corazón y cardinal", siendo curioso como en este idioma la palabra "KUR" también se entienda por "territorio". Todo lo que confiere y explica finalmente el probable valor del vocablo ibérico de hospitalidad y amistad "KAR" (que ha de ser muy cercano al que el profesor Jordán manifiesta, edntendiéndolo por "querido" o "amigo"; aunque también pudo comprenderse como "venerado", "heraldo" e incluso "ley y conjuro de amistad").

Para terminar añadiremos que entre las téseras celtíberas que utilizan la misma fórmula y abreviatura CAR o KAR, está la de Fuentes Claras (Teruel); otra del área de Medinaceli (Soria). Siendo casi igual a la de Monte Cildá, que hemos estudiado junto a la de Monreal de Ariza (Guadalajara) en las entradas de días 28 y 29 de agosto, 2012. Que son muy parecida a la de Saelices -Cabezo de Griego (Cuenca)- donde se lee "libiaca gortica car", urbe que se identifica con Herramélluri, llamada Libia en época ibérica. Cerca del territorio cántabro y en la provincia de Palencia han aparecido algunos ejemplos más con este término KAR, destacando la llamada a veces de Briviescas o "Biróbriga" donde se inscribe "Uirouiaka-KAR"; o la de "Olaunica" donde se lee: "OILAUNIKA-KAR". En otros textos e inscripciones se halla también ese término, destacando su aparición en bronces como el Botorrita (I).