martes, 2 de octubre de 2012

TESERAS CON FORMA SIMILAR A UN OSO. Capítulo ANEXO: Sobre las teseras hospitalarias; parte tercera (I).

 
Antes de comenzar:

Esta entrada es ajena al libro que venimos comentando (TEXTOS IBEROS, que más adelante continuaremos resumiendo, analizando y ampliando). Por lo que antes de presentar un nuevo capítulo de aquel. haremos un inciso más; hoy con la intención de ir dando forma a un sistema de traducción y comprensión del lenguaje (o idiomas) prerromano de la Península. En el presente artículo recogemos unas posibles interpretaciones de algunas palabras inscritas sobre teseras iberas (de hospitalidad, ciudadanía o familia). Siendo nuestra intención un tanto diferente a la de Mario Gómez-Morán, quien consideraba que para interpretar este idioma, había que lograr hacerlo a través de traducciones en textos de gran extensión (con más de diez palabras).

Yo, por mi parte, prefiero comenzar intentando comprender varios escritos iberos muy breves y de apenas vocablos -máxime cinco-. Con el fin de que una vez entendidas -y confimado- un cierto número de palabras, podamos llegar a tener un "semi-diccionario" ibérico que nos sirva como guía. Ya que considero para entender un idioma que se precisa irremediablemente comprender un determinado nomero de términos, tanto como su morfología (o la gramática, al menos de forma generalizada). Comenzaremos por la epigrafía más fácil de analizar: Las teseras hospitalarias. Tomando estas inscripiones breves, de las que se sabe eran fórmulas de amistad o unión entre conciudadanos.
 

AL LADO:
Parte frontal de la llamada Tesera de Libia, pieza de bronce de unos 4 ctms. y fechada entre los siglos II al I a.C. (perteneciente al fondo de antigüedades de la Real Academia de la Historia, a la que agradecemos nos permita divulgar su imagen -N. inventario 92-). Como podemos observar se trata de un osezno (considerado a veces como jabalí), en postura denominada por los arqueólogos "cenital". Figuración y tipología escultórica que, veremos, contiene un sentido religioso o simbólico; en la que se representa en cierta postura vista desde "el cielo" al animal (que sin lugar a dudas debió ser el totem de la ciudad -o tribu ibera- que la crea).
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ABAJO:
Parte dorsal o interior de la misma tesera. Se observa en ella siete remaches (tres en el centro y uno en cada pata), tanto como a un lado escrita a punzón, una leyenda que normalmente se interpreta como "LIBIAKA" (referida a la ciudad ibérica de Libia, que por lo común es identificada con esta urbe de los berones -actualmente Herramélluri-). Sobre el significado de esta inscripción y el de las representaciones de animales en posición cenital, trataremos en la presente entrada.

 
 
La tesera que hoy estudiamos, fué primeramente analizada por Gómez-Moreno, posteriormente por Antonio Tovar y más tarde entre otros por: Almagro Basch, Almagro Gorbea y Utermann (1) . Tal como describe Almagro Gorbea, principalmente tomando datos de Almagro Basch (2), es de origen desconocido, siendo adquirida a principios del siglo XX por la Academia de la Historia; pero ambos profesores creen que probablemente proceda de la zona de Cuenca, cercana a Segóbriga. Su incierta procedencia la anota ya Gómez-Moreno, destacando que tan solo puede saberse de ella que estaba en 1903 inventariada entre los fondos de la Real Academia de la Historia (3) . Por su parte, este autor junto a Almagro Basch la clasificaron como una piel de jabalí (4); pese a que posteriormente se ha corregido, considerándose que se trata de la figura de un oso.

En referencia a su inscripción, en opinión de los profesores Almagro (Basch y Gorbea) "LIBIAKA" pudo referirse a una ciudad citada con este nombre en la Geografía de Ptolomeo y que la situa junto a Segóbriga (cuya identificación es aún dudosa). De tal modo y observando Almagro Basch que su leyenda es muy semejante a la que lleva la tesera de los Fosos de Bayona, procedente de Villas Viejas (Cuenca). Ello le hace suponer que la ciudad que hay escrita en la tesera es la llamada Libiana, que menciona Ptolomeo en
la Geofrafía (2.6.57) (5) . Dando como segunda opción la posibilidad de que fuera quizás Lezuza de la Mancha, urbe citada con el nombre antiguo de "Libisosana" en la Historia Natural de Plinio (III; 25) (6) . Por lo demás, el resto de autores interpretan modernamente que esta "LIBIAKA" se refiere a la Libia de los Berones, de la que tambien Plinio habla (III; 24) (7) y que fue recogida en el Itinerario de Antonino (394.2) (8) . Identificación esta que fue hecha en primer lugar por Antonio Tovar y seguida entre otros por Utermann (9) .

Pero tras analizar los pormenores de su inscripción y clasificación, creemos fundamental interpretar la figura que en ella aparece. Este oso o cuadrúpedo similar al lobo-oso y que muchos han considerado hasta una piel de jabalí. Para ello, en el siguiente epígrafe analizaremos las figuras zoomorfas similares a este "osezno" y presentadas desde arriba; un objeto de estudio que han desarrollado profundamente Sanz Mínguez y Romero Carnicero. Siendo este último profesor quien hace no mucho publicó una obra en la que estudia y trata sobre estas representaciones de animales cuadrúpedos vistas en perspectiva cenital.

 
AL LADO: Pintada por nuestra mano, una de las primeras lecturas que se observan en la tesera y que se interpreta comunmente como L-I-BI-A-KA. Pese a ello, observamos cómo hay alguna duda sobre sus signos tercero y cuarto, pareciendo estar muy claros los dos primeros y el último (es decir L-I-?-?-KA).
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ABAJO: Como se puede ver, si la leemos detenidamente hay problemas de comprensión por estar grabados a punzón sus caracteres, existiendo una posible segunda interpretación de la tesera que se acercaría a L-I-A-R-KA. Pareciendo evidente que el tercer signo no se sabe si es una "BI" o una "A"; tanto como su cuarto y penúltimo, puede ser tanto una "A" como una "R". De ello que las posibilidades de lectura sean: LIBIAKA o LIARKA. En nuestra opinión y como veremos, su interpretación ha de ser correcta tal como la ven (LIBIA-KA), aunque existe la posibilidad de que al contener un signo penúltimo y antes de la "KA final que lo mismo puede ser "A" como "R"; pudiera pensarse en uns segunda lectura en bustrofedón, que en sentido contrario daría "KA-R".
Es decir: Primera interpretación LIBIAKA (de izquierda a derecha). Segunda lectura KAR - AIL (de derecha a izquierda, considerando los signos 3º y 4º como una "A" y una "R", respectivamente). Considerando que el termino "KAR" es el más representado en estas teseras, no es hipótesis absurda ver que estos dos signos con doble lectura pueden intentar expresar dos formas de interpretar la tesera. Por lo demás la aparición de epigrafía ibéica en sentido especular y en bustrófedon es un hecho manifiesto (recuérdese el bronce de Luzaga), que consideramos tuvo su origen en la necesidad de imprimir ciertos signos o leyendas -sobre cera, barro o escayola, a modo de sello-. Veáse lo referente a ello escrito sobre aquella con forma de pájaro hallada en Torrejoncillo, de la que tratábamos en nuestra entrada anterior y en la que observábamos que esta estaba redactada a manera de especulum (como un sello).









 
 
 
 
SOBRE LAS REPRESENTACIONES ZOOMORFAS DESDE PLANO CENITAL, ENTRE LOS IBEROS:
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Fernando Romero Carnicero y Carlos Sanz Mínguez son los estudiosos más especializados -al menos entre los que conozcemos- en el tema que tratamos, y quienes han investigado durante años el significado de los animales totémicos así representados entre los iberos. Ambos, profesores de la Universidad de Valladolid y arqueólogos que dirigen la Fundación de Estudios Vacceos de Pintia -Federico Wattenberg-; han elaborado multitud de trabajos compilando estas figuras zoomorfas, con el fin (entre otros) de dar explicación a una extraña y precisosa representación de lobo-reptil que aparece frecuentemente en yacimientos "pintianos". Un curiosísimo diseño, del que más tarde trataremos y que consiste en un cánido (a veces simplificado en forma de lagarto) que saca la lengua y muerde -o lame- una "torta". El análisis y orígenes de la simbología en esta preciosa figura aparecida entre los vacceos y que abajo recogemos en imágenes, ha hecho que Sanz Mínguez y Romero Carnicero, lleven años estudiando representaciones ibéricas de animales similares; consiguiendo numerosos resultados.


Concretamente es el primero quien firma un extenso trabajo editado por ambos hace menos de dos años, en el que se analizan y recogen con esmero cuantas representaciones se conocen -pinturas de alfar, fíbulas, esculturitas, joyas o cerámicas- con diseños similares al que tratamos. Figurando un cuadrúpedo, cánido o plantígrado, en posición de agachado o agazapado, parado y visto desde arriba -plano cenital-. El nombre del mencionado libro es "LAS REPRESENTACIONES ZOOMORFAS EN PERSPECTIVA CENITAL, UN ESTADO DE LACUESTIÓN" y su autor FERNANDO ROMERO CARNICERO (10) . En esta obra, el arqueólogo de Pintia realiza un minucioso catálogo de cuantas piezas ibéricas hay que contienen animales similares a estos que los vacceos pintaron o esculpieron en la forma de una piel estirada (o animal agachado) sacando la lengua. Llegando a valiosas conclusiones, que a continuación resumimos.



Pero antes de explicar o resumir lo que expresa sobre el valor y simbología de aquellas representaciones zoomorfas, recogemos lo que en el mismo trabajo se expone acerca de la "tesera de Libia", de la que venimos tratando. Ya que comienza esta obra practicamente analizando la mencionada tesera, sobre la que escribe Romero Carnicero, que: "al margen de cuál fuere su significado, cuanto ahora nos interesa es que la tésera debió de elaborarse en la Libia de los berones" (11). Dejando bien claro y sin lugar a dudas la identificación de Tovar, Beltrán y Utermann, quienes consideran que se trataría de esta ciudad que hoy es la preciosa población de Herramelluri (preciada por sus magníficos "caldos"...). Sobre el significado de estos bronces de amistad hospitalaria donde se representan animales de esa manera, expresa: "el presunto oso de la tésera de Libia, al igual que las figuras de otros animales sobre los que se reflejan por escrito los pactos (...) tales como toros,caballos o aves, no están presentes en las monedas, pero ello no significa necesariamente que no simbolicen a otros dioses (...). Tal circunstancia resulta particularmente notoria, si se quiere, en el caso de las representaciones zoomorfas en perspectiva cenital (...) en los más variados soportes y parecen haber gozado de una larga tradición (12).
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Observemos en el párrafo arriba recogido que dice "presunto oso", algo que ciertamente es lógico, puesto que como vemos en las imágenes recogidas, no se puede saber claramente si se trata de un plantígrado o de un cánido (viéndose al menos, por las proporciones y el diseño del bronce, que se trataría quizás de un osezno). Por lo demás, considera claramente que estas teseras representan de un diós animal, sobre el que añadimos es fácil pensar que entre los cántabros o berones (gentes cercanas a la Cordillera Cantábrica) sería el oso y que quizás en la Meseta se sustituyera por la figura un lobo -conforme a la fauna del lugar-. Tras el análisis de la tesera de los berones (LIBIAKA), prosigue el estudio (13) con la comparación de estas figuras de animales representadas en los broches áureos de piezas castreñas asturianas, entre las que se destaca las diademas de Moñes (de Piloña, Asturias, en el museo des Antiquités Nationalesde Saint Germain-en-Laye y otra en el Instituto "Valencia de Don Juan", Madrid). Citando a Marco, escribe Romero Carnicero que en su opinión, la escena de estos animales vistos desde arriba rodeando a soldados, "simboliza la apoteosis guerrera, expresada mediante el rito de tránsito al Más Allá a través de la vía acuática, y refleja la religiosidad de la comunidad indígena a la que perteneció; una exégesis" (14).
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De tal manera, vemos que para Romero Carnicero, estas figuras zoomorfas vistas desde un plano cenital tendrían un origen o gran influencia celta; en cuya oconigrafía vemos multitud de animales igualmente representados desde un pano superior. Esculturas, pinturas o joyas con cuadrúpedos, peces y reptiles, que en el mundo céltico se relacionan fundamentalmente con el terreno de lo iniciático. Expresando aquella fauna "cenital" de algún modo la unión del soldado a la tierra y a la naturaleza; lo que interpreto desde el hecho cierto de que el comportamiento de muchos de aquellos guerreros se relacionaba con el de ciertos animales o se servían de ellos para luchar. De tal manera, a lo escrito por Romero Carnicero, nos atrevemos a añadir en opinión propia, que muy probablemente se tratase de animales totémicos relacionados con la guerra. Todo ello a mi juicio se corresponedría con formas de lucha o de defensa basadas en el amaestramiento de estas fieras y explicaría así parte de la sacralización de esos animales. Cánidos y osos (fundamentalmente) que como el soldado son para su grupo increiblemente útiles y benéficos, aunque con el enemigo se comportan de forma despiadada y feroz.


 
AL LADO: Fíbula en bronce de El Castillo (La Laguna; SORIA; perteneciente al Museo Numantino al que agradecemos nos permita divulgar la imagen). En esta observamos la figura de una piel que bien pudiera ser de lobo o de jabalí, sobre las que más tarde trataremos siguiendo lo que de ellas explican y han estudiado los profesores Sanz Mínguez y Romero Carnicero. Por nuestra parte, consideramos que estos animales tienen un carácter totémico relacionado con sacrificios iniciáticos de preparación o sublimación de la guerra o de la defensa. Totems que para el ejército y las civilizacioes guerreras, sabemos eran fundamentales; ya que todos los grupos militares, desde la más remota antigüedad elegían un animal como estandarte o ejemplo a seguir. Entre los totems de este tipo más frecuentes siempre se hallan los de mayor fiereza: El león, entre las culturas del desierto; el toro, para los habitantes las de la dehesa (como los vettones), el cerdo-jabalí entre las gentes de llanura y el cánido-lobo o el oso, que suele ser el más apreciado para los guerreros de montaña.
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En nuestra opinión, para tomar una especie animal como totem han de darse varias condiciones; uniendo el "elegido" a sus características de fiera -o a su inteligencia y astucia- el hecho de ser de enorme utilidad para la comunidad (que por ello lo ensalza o adora). Siendo fácil comprender que el cerdo o el toro fueron la base de la economía doméstica de los vettones y por ende su "dios". Nos podemos plantear por qué un lobo o cánido pudo ser adorado entre los Vacceos. La respuesta la hallaríamos en que gracias a ellos quizás, esta tribu cerealista -cuya "capital" estaba en Pintia-, conseguía defender sus cosechas. Siendo sencillo imaginar que basta con soltar perros cerca de los terrenos sembrados o fomentar que los lobos bajen a comer en aquellas tierras de labor suyas; para impedir el acceso a pastores, los robos de sus cosechas y frutos, las razzias y hasta que los enemigos y ajenos incendiaran sus campos.







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ABAJO: Tesera
anágrafa llamada de Las Rabas (hallada no hace mucho en el Castro que lleva este nombre sito en las cercanías Cervatos -Cantabria- y en popiedad del Museo Arqueológico de la zona al que agradecemos nos permita divulgar la imagen). Como podemos ver, el diseño de esta pieza es casi exacto al de la tesera de Libia (en primeras imágenes), llegando a ser igual hasta los remaches que tiene por debajo; debido a lo que debemos concluir que se trata de un mismo modelo, aunque en este caso no se le grabó en el dorso una leyenda de gens o de ciudad. De tal manera y viendo que en la tesera de Libia se inscribió el nombre de aquella urbe con un punzón y que fue grabado de forma muy posterior a la fundición de la pieza -a molde-. Puede deducirse que se fabricaban figuritas de este tipo en bronce, con el fin de vender o dar (a urbes, templos o tribus), quienes luego las usarían como teseras, escribiendo en ellas su clave de hospitium. Un nombre de ciudad inscrito (a buril, por puntos o con punzón), junto a unas palabras que indicaban que el portador de aquel bronce era hijo, aliado -o amigo- de ese grupo que para recordarlo así lo hacían constar sobre la placa o figurilla broncínea -teseras que consideramos una especie de "pasaporte", con el fin de poder viajar, comerciar, recibir hospitalidad, aliarse y hasta de guerrear juntos; entre los muchos y anárquicos pueblos que conformaban aquella amalgama de gentes denominadas iberas-.
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Por su parte, nos llama muchísimo la atención que la pieza que vemos, se haya encontrado en Cantabria y en plenos montes de su Cornisa, lo que indica claramente que el animal representado es el totem del lugar. Un oso, que como decimos, era adorado fundamentalmente por los guerreros y gentes de poder en las zonas de Asturias y Cantabria, desde los tiempos más remotos. Fiera contra la que luchaban los nobles aún en época visigoda y que hasta no hace tanto fue objeto de una "maquia" muy semejante a la del toro; lucha contra el oso que debiéramos denominar "arcto-maquia" (del griego =oso). Pues al ser nuestro origen asturiano -por lado paterno-, hemos conocido de primera mano múltiples leyendas de cazadores que hasta principios del siglo XX, en las montañas astures mataban al plantígrado en la ceremonia de "el abrazo". Una caza consistente en poner los cuchillos con la empuñadura sujetada sobre el pecho, esperarando que la fiera tome a la persona para ahogarla apretando con sus garras. Momento ese en el que la bestia se clava a sí mismo las hojas afiladas, que sujetadas por el cazador las hace entrar con toda fuerza sobre el del plantígrado, simplemente aguantando la empuñadura contra su tórax; dado el terrible abrazo con el que el oso -dicen- que "estruja" a la víctima para asfixiarla (en este larde se sabe murió el mismo Favila, rey godo).

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No hace tanto, Xuanon de Cabañaquinta (amigo de aventuras del Marqués de Pidal), mataba aún osos de esta forma; arte cinegético que mucho nos recuerda desde el punto iniciático al toreo. Tanto o más, cuando el oso es entre las gentes de montaña lo mismo que el uro (toro salvaje) fue para las de los bosques y los llanos. Significando de algún modo el demonio y el mal por su fiereza, pero a su vez siendo deificado por sus virtudes similares a las del guerrero y por su utilidad. Al ser ambas especies muy benéficas para el hombre: El toro (salvaje), por cuanto su carne y pieles eran valoradísimas; de ello que se conservara libre y se cazara -siendo este uno de los orígenes claros de la tauromaquia-. Al igual que el oso (pardo), como animal cuya grasa y piel eran muy apreciadas, tanto como se apreciaba esta fiera por el hecho de que una vez amaestrado, servía para divertir, defender o acompañar al guerrero. Por todo ello, creemos que la tesera de Las Rabas (que abajo vemos), además de ser exactamente igual a la de Libia de los berones -indicando una fabricación en común-; se corresponde con el totem-dios de los cántabros (quizás también adorado en la Libia -Herramelluri-).

 
 
Continuando con el significado de estas figuras y como decimos, en mi consideración particular aquellas representaciones celtibéricas en las que hay escupidas o pintadas fieras, habríamos de relacionarlo con totems religioso-militares. Ello explicaría la proliferación en la meseta de esculturas, joyas y pinturas cerámicas en que aparecen lobos, como expresión de un Ares-Marte, dios de la guerra. O bien el cánido con el que se sabe los ejércitos en la antigüedad se defendían; teniendo los soldados y equestres realas de perros de presa -a veces de lobos- para enfrentarlos a las ordas enemigas (tanto como para cazar en los montes). Un simbolismo y significado muy similar al que hubo de tener el oso, como el dios de la fuerza y de la lucha en la montaña, pero que amaestrado servía al soldado para defenderse y atacar ayudado de aquella bestia (quizás fundamentalmente guarecer a sus gentes, soltando o atando al oso junto a la tienda de campaña y a las casas). Bajo este sentido totémico y militar veo en mi personal opinión, la enorme importancia que ambos animales tuvieron entre los celtíberos (de la Meseta y entre los pueblos celtas cantábricos), como expresión de la fiereza y de la defensa. Hecho este que explicaría las sucesivas representaciones en el Norte de osos y en la zona centros de lobos, que se representarían como un "dios zoomorfo" de similares carácterísticas en las de joyas, fíbulas y sobre todo en las teseras (pieza esta última que indica claramente una unión simbólica entre el animal y la ciudad o tribu que concedía la hospitalidad).
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Decir que el totem de cada urbe o gens ibera que "acuñaba" una tesera, era ese animal que se representa en aquella es efectivamente arriesgado. Ello, porque en una misma tribu o polis (conforme su población y tamaño) pudo haber diferentes animales adorados y hasta cultos con deidades muy distintos y distantes. Pero ello no quita para poder aseverar que al menos uno de los totems (animales sagrados) de aquel grupo que emitió la tesera, ha de ser este que en ella representan. Algo que es tanto como escribir que las figuras zoomorfas que aparecen aún hoy en los escudos de ciudades y provincias españolas, son sus símbolos ancestrales o totémicos -a veces imaginarios y en otras reales (como lo es el oso en Madrid)-. Lo que expresamos es algo históricamente cierto y que arqueológicamente pudimos comprobar al interpretar la "tesera de Arcóbriga", en la que se representaba un verraco o toro. De ello que en su dorso pudimos entender y traducir la inscrpción como: "DE LOS VETTONES". Todo lo que cuadra arqueológicamente, habida cuenta que es manifiestamante conocido que los totems de la tribu ibero vettona fueron los verracos y los toros (cuyos ejemplos en granito aún pueblan las tierras que aquellos dominaban: Desde el Tajo al Duero y desde Lusitania a las de Arevacos y Vacceos). -Para quienes deséen consultar nuestro artículo sobre esta tesera VER: http://sobrelostextosibericosdemario.blogspot.com.es/2012/08/blog-post_27.html -
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Más adelante trataremos acerca el valor totémico de estas representaciones cenitales y de la posibles utilidades que aquellos animales deificados tuvieron; tanto como de los motivos que pudieron deificar hasta llegar a adorar a determinadas especies. Pero previamente hemos de terminar el resumen de la obra del prof. Romero Carnicero, acerca las de figuras zoomorfas cenitales, que veníamos sintetizando. De tal manera, el arqueólogo de Pintia, en su ya citado libro sigue exponiendo: "que tales figuras animales debían de tener una significación específica para aquellos que sellaban el pacto (...) para el caso de la pieza que nos ocupa se ha indicado que pudiera representar al animal sacrificado para sancionarlo, cuya piel, siguiendo ritos ancestrales, quedaría como testimonio del mismo" (15). Evidentemente y a mi juicio lo que nos aquí nos dice el profesor Romero Carnicero, supone la consecución o celebración de una ceremonia de entrega de la tesera, que podemos imaginar muy similar o común a las de todos los pueblos en la Antigüedad en estas ocasiones.
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Ritos en los cuales se mataba a la bestia o víctima propiciatoria (en este caso un lobo u otro animal en su efigie), cuya sangre se ofrecía normalmente entre los celtas a los dioses; tanto como su grasa y huesos se entregaban en holocausto (bien enterrándolos y más comunmente quemándolos -en la forma de pira funeraria-). Más tarde, la piel de la bestia inmolada se extendería y dejaría secar públicamente -posiblemente con el fin de inscribir luego en ella el pacto firmado entre los concelebrantes-. Todo lo que nos lleva a pensar que estas ceremonias de entrega de tesera pudieran celebrarse con el sacrificio de una víctima sustitutoria; siendo el ofrecido normalmente animal (pero que pudo llegar a ser un humano en el caso de pactos entre ciudades), con el fin de intercambiar en la vida que se ofrecía, la del que se adoptaba como nuevo miembro del grupo ("hijo adoptivo" o aliado). Todo lo que cuadraría con el carácter de aquellos bronces y con los rituales celtas y medirerráneos, en cuya mezcla y síntesis convivieron los celtíberos.
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Sigue su estudio de Romero Carnicero, tratando acerca de varias fíbulas que Sanz Míguez y él han podido catalogar como muy semejentes -o casi iguales- a la "tesera de Libia". Broches de bronce con esa forma de cuadrúpedo, que en su mayoría proceden de Soria o de Palencia, existiendo tres muy similares en el Museo Arqueológico Nacional (de origen desconocido). Adornos que se corresponden con "la clásica" representación celtibérica del animal (probablemente lobo), visto desde arriba; pero que en algunos casos más bien pudieran ser verracos o jabalíes (16) . Ciertamente, este segundo tipo de figuras de bronce creemos que tienen un significado más bien decorativo y apotropaico, en algo diferente a las teseras. De lo que no es extraño que representaran otros animales (no los propiamente deificados o totems del grupo), más bien como formas de ornamentación del guerrero, o del noble -en sus fíbulas, alfileres y colgantes-.

 
AL LADO y ABAJO: Fíbulas celtíberas del tipo numantino con forma de cuadrúpedo -dibujada por mi mano, o en foto trabajada en croma desde un modelo del Museo de Numancia-. Este tipo de fíbula, muy semejante a la que arriba hemos visto (imagen en blanco y negro) son bastante frecuentes en la Meseta -habiendo al menos nueve-; en opinión de Sanz Mínguez su diseño esté relacionado con el de las teseras que hemos estudiado (la de Libia y la de Las Rabas). Correpondiendo a la representación cenital del animal, que venimos analizando. Todo lo que indica el carácter apotropaico y el valor religioso-social de este diseño por el cual se figura al totem visto desde una posición superior (como si se tratare de una piel o de un animal vencido).
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Obsérvese un detalle importante en estas fíbulas como son sus adornos circulares, con unas "esferas" mayores y otras más pequeñas, a la vez que todas llevan otras circunferencias concéntricas en sí mismas. Diseños que -con toda seguridad- hablan de un carácter planetario o apotropaico relacionado con la Luna y el Sol (e incluso con Venus, al verse claramente tres "esferas"). Evidentemente la unión de la luz con el lobo es indudable en la Antigüedad y ello haría considerar que el animal aquí figurado fuera este, simbolizado entre los planetas. Puesto que es sabido como en todas las culturas ese cánido se identifica con la Luna e incluso con la luminosidad y el brillo (por sus ojos e inteligencia). Tanto que la voz latina "lupo" y más la griega "lyko" (), proceden desde radicales que significan "luz"; del griego antiguo "like" (), que se traduce por "radiante", del que derivan voces como las europeas "light", "luz". Siendo en idioma heleno "likea" () la "piel de lobo", y el sobrenombre Apolo (como símbolo solar) = "nacido del Sol" ó "Like-genes" ().
 
 
 
Pasa el libro que seguimos del prof. Romero Carnicero posteriormente a tratar de dos bellísimas piezas con una misma figuración zoomorfa y cenital, encontradas no hace mucho en las excavaciones llevadas a cabo por el instituto de estudios Vacceos -que dirige él junto a Sanz Míguez-. La primera de esta es el llamado "Vaso de los lobos", pieza cerámica vaccea hallada en la antigua Rauda (Roa) y entre unos muros que se denominan "la casa del sótano". La otra pieza vaccea en que aparece aquel lobo -o animal con la lengua fuera visto desde plano cenital- es el pomo de puñal de la tumba 32 de Pintia. Que menciona del siguiente modo: "Queremos referirnos a continuación a dos piezas debidamente documentadas en esta ocasión y procedentes de sendos yacimientos vacceos bien conocidos: El pomo del puñal tipo Monte Bernorio de la tumba 32 de la necrópolis de Las Ruedas de Pintia (Padilla de Duero/Peñafiel,Valladolid) y el llamado "Vaso de los Lobos" recuperado en la "Casa del Sótano" de Las Eras de San Blas en Roa (Burgos), la antigua Rauda" (16). Ambas (la empuñadura y el vaso cerámico) son de una delicadeza extrema en su diseño, se relacionan plenamente con las figuras de animales cenitales, tales como las que hemos visto en fíbulas o teseras (que hemos visto, también se representan en joyas y pinturas cerámicas).
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Sobre el significado de estas figuras y en referencia al puñal del la tumba 32 de Pintia, expresa Romero Carnicero una interesantísima idea que deseamos tomar textualmente, escribiendo: "En cuanto a su simbolismo, aporta una interpretación en clave dumeziliana, según la cual las tres funciones indoeuropeas, la sagrada, la guerrera y la productiva, estarían representadas aquí -respectivamente- por las figuras zoomorfas en perspectiva cenital. Los combates singulares y los animales naturalistas; imágenes todas ellas que remiten, respectivamente una vez más, al mundo ctónico y regenerador, al ideal agonístico ante la vida y la muerte, y a una exaltación del renacimiento y la fertilidad, y que, en la medida en que se presentan en estrecha conexión, adquirirían carácter escatológico y nos estarían hablando del tránsito al Más Allá, una idea acorde con el contexto funerario en el que se recuperó la pieza, y quizá también de la heroización de su propietario, por más que este hubiera podido encargarla" (18).
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Esta larga cita, hemos querido recogerla textual y integramente, porque en ella se da claramente la idea de lo que podían ser estas figuras de animalitos (sagrados), vistos desde una "perspectiva superior". Siendo aquellos unos totems simbólicamente representados, que significarían la unión del guerrero con la vida y con la muerte. Entendiendo a estos animales como signos del Mas Allá, del valor, de los fenómenos naturales, del nacimiento y de la muerte, de la fertilidad, de la fuerza y de todo cuanto esconden de misterioso las especies deificadas. Ello, como seres superiores que no se atemorizan ante el dolor, que sobreviven a los fenómenos naturales, que defienden su territorio o a sus crías y que no se pierden ni tienen problemas de subsistir o sobrevivir en el medio natural. Tenidos en ocasiones por verdaeros mensajeros de los dioses y en otras como el mismo diós que nos da su alimento y sus pieles, gracias al sacrificio propiciatorio (o a su caza).
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Llegados aquí, y mientras estudiamos simplemente la traducción y el posible significado ritual o totémico de las tesera de Las Rabas y de Libiaka, nos dimos cuenta que se ampliaba un nuevo campo a analizar en todas estas figuras de animales. Ello en relación con su simbología y posibles significados desde el punto de vista cultural y ritual celtibérico, algo que podría amplian en mucho nuestros análisis sobre el mundo y los textos ibéricos. Lo que "nos surgió" habida cuenta la profundidad con la que los profesores Sanz Mínguez, y Romero Carnicero han investigado el tema, haciéndose indispensable ampliar el presente análisis (en referencia a las mencionadas teseras con forma de "presunto oso"). Siguiendo sus pasos hicimos un estudio propio acerca del simbolismo de estas figuras de animales o de pieles, con el fin de poder hallar realmente qué sentido y qué ritos pueden esconderse detrás de estas formas de cánido o de plantígrado (incluso de verraco).

Análisis de las representaciones cenitales en el mundo celtibérico que dejaremos para una próxima entrada (por la extensión que contiene). Limitándonos en esta a presentar las preciosas piezas en que hemos basado el mencionado estudio, en el que intentemos lograr averiguar o saber qué significan estos cuadrúpedos celtíberos representados desde arriba (y en posición agazapada). Tras ello, para terminar el artículo de hoy, realizaremos una breve conclusión sobre la lectura de la curiosa tesera considerada perteneciente a Libia de los Berones (Herramelluri).

 
AL LADO: Detalle del "Vaso de los lobos" de Roa, donde se representa un cánido sacando la lengua sobre "una torta" (o un objeto indeterminado). Esta pieza vaccea que fué hallada no hace mucho por el Instituto de Estudios Vacceos de la Universidad de Valladolid -Federico Watenberg-, es de una belleza enorme y en nuestra próxima entrada la presentaremos en fotos con el fin de analuizarla (por cortesía del mencionado institudo). En el dibujo que vemos, hecho torpemente por nuestra mano, se puede apreciar bien la figura del "lobo", en su postura y situación similar al "oso" representado en las teseras de Libia y de las Rabas. Como decimos, en nuestro artículo siguiente ampliaremos conceptos sobre los posibles significados de estas representaciones.
 





ABAJO:
También pintado de nuestra mano, detalle del mango de puñal denominado "pomo de tipo Monte Bernorio, procedente de la tumba 32 de la necrópolis de Las Ruedas de Pintia". De fecha muy cercana al anterior vaso (siglos III o primera mitad del II a.C.) fue hallado tan solo a unos kilómetros de distancia de aquel; los que median entre las poblaciones de Padilla de Duero y Roa de Duero. Observemos en este diseño el precioso dibujo que llevaba damasquinado en plata el mencionado mango de arma, en el que vemos un cuadrúpedo muy similar al anterior lobo, pero que ya parece un lagarto o sierpe, cuya lengua igualmente alcanza un objeto redondo. De todo ello y de su relación con las teseras que tratamos, hablaremos en nuestra próxima entrada.

 
 
CONCLUSIÓN A LA LECTURA DE LA TESERA DE LIBIA-KA:

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Decíamos al comienzo de este artículo que la mencionada leyenda de "LIBIAKA" pudo referirse a una ciudad citada con este nombre en la Geografía de Ptolomeo y que la situa junto a Segóbriga según Almagro Basch, identificación que da este profesor debido a que su leyenda es muy semejante a la que lleva la tesera de los Fosos de Bayona, procedente de Villas Viejas (Cuenca). Ello le hace suponer que la ciudad que hay escrita en la tesera es la llamada Libiana, que menciona Ptolomeo en la Geofrafía (2.6.57) aunque hemos podido comprobar que lo que realmente escribe el geógrafo es LIBANA ( junto a una Alaba sitas ambas en la actual Cuenca). Dando como segunda opción el profesor Almagro Basch la posibilidad de que fuera quizás Lezuza de la Mancha, urbe citada con el nombre antiguo de "Libisosana" en la Historia Natural de Plinio (III; 25). En lo que se refiere a la mayoría y resto de investigadores, interpretan modernamente que esta "LIBIAKA" se refiere a la Libia de los Berones, de la que tambien Plinio habla (III; 24) y que fue recogida en el Itinerario de Antonino (394.2) (tal como expresamos en citas 7 y 8) . Identificación esta que fue hecha en primer lugar por Antonio Tovar y seguida entre otros por Utermann.
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Acerca de su lectura, el referido profesor Romero Carnicero nos dice textualmente: "en la que la referencia a esta la Libia de los berones (Herramélluri, La Rioja), según asenso de la mayoría de los estudiosos se efectúa a través de la forma toponímica adjetivada: Libiaka .A su lectura generalizada sobre entendiendo la palabra kar, presente en otros ejemplares, concordante con el localicio como (tesera) Libiaca o de Libia, ha venido a sumarse recientemente una nueva propuesta: (amistad) libiense, cuya interpretación institucional no es otra que la deque, de ser su portador un particular o un grupo familiar muy probable-mente, disfrutaba de la amistad de Libia(Jordán, 2003: 113-115)".
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A ello y sin animo de contrariar, querríamos añadir que tal como ya expusimos en varias entradas del presente blog -y se halla en el vocabulario del anexo a este de "textos iberos"-; es unánime la consideración de que la terminación "iaka" es común en muchísimos locativos ibéricos (Salmantica, Astúrica y hasta Itálica). De lo que en sí mismo, creemos que LIBIAKA es el locativo correcto de "Libia", ciudad berona; en un "tipo" de genitivo ibérico, cuyo sentido sería similar al de un artículo y que quizás tuviera influencias latinas (de seguro indoeuropeas). De ello que gracias a este locativo "iaka", "lo de Italia" sea aún en nuestros días dicho "italico/ca" o "lo de Asturias" como "astúrico/ca"; por lo que "la de Libia" o "La Libia" se pudo escribir "LIBIA-KA".
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Pero tal como Romero Carnicero escribe, parece que escondido en esta leyenda se halla el término "KAR", tan usado en todas las teseras y que considero -como casi todos los que estudiamos lengua ibera- proviniente de similares voces indoeuropeas con un significado cercano a "querido", "amigo", "del corazon", "amistad" (en latín "caro", griego "ker" etc; ver esta palabra en nuestro vocabulario). Vocablo "KAR" que se lee si entendemos que los signos que la tesera presenta son "ambiguos" y pudieran facilitar una segunda interpretación. Esta comenzando en bustrófedon por el final y haciéndolo de manera inversa: Entonces veríamos que claramente puede observarse: LIBIAKA (de derecha a izquierda) y KA-R-A-I-L (karail), en sentido contrario. Lo cual no deja de esconder la posibilidad de esta voz KAR escondida en ella.
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Por su parte y para finalizar diremos, que en cuanto a la localización de la mencionada LIBIAKA, pudiéramos también presentar la hipótesis de otros topónimos iberos con iguales o similares nombres. En primer lugar los Libienses, que cita Plinio (Hist. Nat. III, 24), junto a Pamplona y los de Jaca ("iacetani, libienses, pompelonenses"). Así mismo, Pomponio Mela, señala al rio Libica desembocando en cerca de las fronteras entre el pueblo astur y el cántabro (20) y en la ciudad que denomina Adróbrica o Adóbrica; de la que escribe, salen al Cantábrico cuatro caudales (21) . Todo ello, nos lleva otra hipótesis en la que pensáramos la tesera correspondiera a una población que tomara o diera nombre de este rio LIBICA (que se supone uno de los que hoy desemboca en la actual ria de Cariño). Tanto como no hay que olvidar a los anteriormente citados "libienses", mencionados por Plinio junto a Pamplona y que bien pudieran ser "hermanos muy cercanos" o quienes dieron nombre a la ciudad Libia, de los Berones. Ciudad esta última situada en Herramelluri y que hemos de considerar como hipòtesis más probable.

 
AL LADO Y BAJO ESTAS LINEAS: De nuevo, la inscripción en la tesera de Libiaka, repetida y en detalle con el fin de ver cómo sus caracteres son ciertamente confusos. Pudiendo leerse o verse LIBIAKA- KAR ??.

 
 PASA A UN ESTUDIO SOBRE EL LOBO Y SU ICONIGRAFÍA ENTRE LOS CELTAS EN RELACIÓN CON EL CÁNIDO VACCEO DE PINTIA Y ROA. TRES ARTÍCULOS MÁS QUE COMIENZAN EN ESTE. Ver y pulsar en linea azul (abajo) para completar lectura:

ORIGEN Y SIGNIFICADO DE LAS REPRESENTACIÓNES ZOOMORFAS CERCANAS AL "LOBO VACCEO". Capítulo ANEXO: Sobre las teseras hospitalarias; parte tercera (II). http://sobrelostextosibericosdemario.blogspot.com.es/2012/10/blog-post_4611.html
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CITAS:


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(1): Gómez-Moreno, 1949 (pag 311, con el número 87); Antonio Tovar, 1948 (pag. 79); Almagro Basch
1982 (Pags. 197-209); Utermann, 1997 (pags. 542-544); Almagro Gorbéa 2001 (N.Inv. 487).
(2): Almagro Gorbea; EPIGRAFÍA IBÉRICA, Madrid 2001 (487), tomando datos principalmente desde el estudio de Almagro Basch: TRES TESERAS CELTIBERICAS DE BRONCE, DE LA REGIÓN DE SEGOBRIGA, SAELICES (Cuenca), Madrid, Ministerio de Cultura, HOMENAJE A CONCHITA FERNANDEZ CHICARRO, 1982 (Pags. 197-209).
(3): Almagro Gorbea (Op. cit. 2001), afirma que su inventario sería de 1913; Almagro Bach (op. cit. 1982) manifienta que es el Número 92 de 1903 -parece que es esta última la fecha de inscripción de la pieza, en los fondos de la Academia-.
(4): Sobre su clasificación como piel de oso o de jabalí; Fernando Romero Carnicero en su obra: LAS REPRESENTACIONES ZOOMORFAS EN PERSPECTIVA CENITAL UN ESTADO DE LACUESTIÓN; Universidad de Valladolid (editan Fernando Romero Carnicero / Carlos Sanz Mínguez) Valladolid /2010. (Página 470) Dice textualmente: " (Untermann, 1997:542-544, K.0.4), a la que, siguiendo a Almagro (1984: 15-17, fig. 2, lám.II) y a partir de su identificación con "una piel y la cabeza de un oso algo estilizada", vienen refiriéndose habitualmente las publicaciones posteriores como "tésera de bronce en forma de piel de oso extendida"―sin que falten quienes, de acuerdo con la propuesta inicial de Gómez-Moreno (1949: 311, nº. 87), prefieran identificarla con la piel de un jabalí. La figura, de bulto redondo en el anverso, tiene cabeza trape-zoidal, cuyo inicio señalan, a modo de collar, tres líneas, y presenta lasorejas y el hocico bien marcados; las patas, curvas, muestran en sus ex-tremos series de tres líneas paralelas también."
(5): Nuevamante; Fernando Romero Carnicero en su obra: LAS REPRESENTACIONES ZOOMORFAS EN PERSPECTIVA CENITAL UN ESTADO DE LACUESTIÓN; Universidad de Valladolid (editan Fernando Romero Carnicero / Carlos Sanz Mínguez) Valladolid /2010. (Página 475) Dice textualmente referido a estos hechos: "otra tésera análoga, emitida asimismo por Libia , en la que se lee: libika kortika : kar amistad ¿pública? libiense (Jordán, 2003: 115), procedente, al parecer, del oppidum de Fosos de Bayona (Villas Viejas, Huete, Cuenca), la antigua Contrebia Carbica, y asimismo conservada en la Real Academia de la Historia (Almagro-Gorbea, 2003: 209-211;Almagro-Gorbea et alii, 2004: 307-308; ambos con la lectura generali-zada: tésera de hospitalidad libiaca o de Libia ),presenta forma de toro." Por nuestra parte hemos podido ver que en la cita de Ptolomeo se dice LIBANA (
); (2, 6, 57).
(6): Almagro Basch: TRES TESERAS CELTIBERICAS DE BRONCE, DE LA REGIÓN DE SEGOBRIGA, SAELICES (Cuenca), Madrid, Ministerio de Cultura, HOMENAJE A CONCHITA FERNANDEZ CHICARRO, 1982 (Pag. 207).


(7):
Plinio; Historia Natural III, 3, 24:
"Caesaraugusta, colonia inmunis amne Hibero adfusa ubi oppidum antea vocabatur Salduba, regionis Edetaniae, recipit populos LV; ex his civium Romanorum Bilbitanos, Celsenses ex colonia, Calagurritanos qui Nascici cognominantur, llerdenses surdaonum gentis, iuxta quos Sicoris fluvius, Oscenses regionis Suessetaniae, Turiassonenses; Latinorum veterum Cascantenses, Ergavicenses, Graccuritanos, Leonicenses, Osidercenses;. Foederatos Tarracenses; stipendiarios Arcobrigenses, Andelonenses, Aracelitanos, Bursaonenses, Calagurritanos qui Fibularenses cognominantur complutenses, Carenses, Cincienses, Cortonenses, Damanitanos, lspallenses, lluberitanos, lacetanos, Libienses, Pompelonenses, Segienses". Como vemos, cita los LIBIENSES
(8): Itinerario de Antonino: Italia in Hispanias (387,4-395,4): 393,1 Calagorra m.p. XXVIIII ; 393,2 Vereia m.p. XXVIII ; 394,1 Tritio m.p. XVIII ; 394,2 Lybia m.p. XVIII ; 394,3 Segesamunclo m.p. VII
(9): Antonio Tovar (1948: 79-80) y Untermann (Untermann 1997: 542, n.º K.0.4.) .

(10):
LAS REPRESENTACIONES ZOOMORFAS EN PERSPECTIVA CENITAL UN ESTADO DE LACUESTIÓN; FERNANDO ROMERO CARNICERO Universidad de Valladolid (editan Fernando Romero Carnicero / Carlos Sanz Mínguez) Valladolid /2010.



(11):
Lo que escribe en Op. Cit (10) página 477, Romero Carnicero es textualmente: "al margen de cuál fuere su significado, cuanto ahora nos interesa es que la tésera debió de elaborarse en la Libia de los berones; un grupo étnico al que Estrabón (III, 4, 12) se refiere como celta, diferenciándolo claramente de los celtíberos, con los que, en cualquier caso, guardó estrechas afinidades, entre las que merecen citarse aquí la escritura paleohispánica y las acuñaciones monetales (Beltrán, F.,2004: 112)".
(12): La cita completa es en Op. Cit. (10) pag. 476: Es cierto que el presunto oso de la tésera de Libia, al igual que lasfiguras de otros animales sobre los que se reflejan por escrito los pactos, bien es verdad que en número igualmente reducido, tales como toros,caballos o aves, no están presentes en las monedas, pero ello no signi-fica necesariamente que no simbolicen a otros dioses (Abascal, 2002:29). Tal circunstancia resulta particularmente notoria, si se quiere, en elcaso de las representaciones zoomorfas en perspectiva cenital, puesestas, de la misma manera que se ha señalado en relación con las de ja- balíes, muestran una amplia, aunque relativa, dispersión geográfica, se presentan en los más variados soportes y parecen haber gozado de unalarga tradición".
(13): Para cuantos deseen consultarlo, el mencionado libro está liberado en la Red con el link de Academia EDU:
http://uva-es.academia.edu/FernandoRomeroCarnicero/Papers/1235166/Las_representaciones_zoomorfas_en_perspectiva_cenital._Un_estado_de_la_cuestion

(14):
OP. CIT. (10), pag. 473 la cita completa es: "interpretación del discurso narrativo de la escena (Marco, 1994b), que, en su opinión,simboliza la apoteosis guerrera, expresada mediante el rito de tránsito al Más Allá a través de la vía acuática y refleja la religiosidad de la comunidad indígena a la que perteneció; una exégesis"


(15): OP. CIT. (10), pag. 471 dice textualmente: "Si se ha apuntado que tales figuras animales debían de tener una significación específica para aquellos que sellaban el pacto (Beltrán, F., 2001: 55) y propuesto diversas interpretaciones al respecto (un resumen de las mismas en Balbín,2006: 136), para el caso de la pieza que nos ocupa se ha indicado que pu-diera representar al animal sacrificado para sancionarlo, cuya piel, siguiendo ritos ancestrales, quedaría como testimonio del mismo(Almagro-Gorbea, 2001 y 2003: 218-219;Almagro-Gorbea)."
(16): Citando a Sanz Mínguez escribe en Op. Cit (10) pag . 478 : "Nos centraremos en segundo lugar en un grupo de fíbulas de bronce, de dispar procedencia, en el que, pese a la indudable uniformidad formal que ofrecen entre sí las distintas piezas, quisimos advertir ensu día tres variantes distintas (Romero y Sanz Mínguez, 1992: 458-459,fig. 2-12 a 18, con las referencias bibliográficas correspondientes). Incluíamos en la primera tres ejemplares, que guardan un cierto parecido con la tésera que acabamos de comentar y que muestran cuerpo alargado, patas arqueadas dirigidas hacia adelante y rabo; dos de ellas, decoradas con círculos concéntricos, proceden de Numancia y se custodianen el Museo Numantino de Soria (Fig. 5), de la tercera, conservada enel Museo Arqueológico Nacional (Fig. 6), desconocemos la procedencia esta, y la que comentaremos a continuación, pudieran proceder delas necrópolis de Palencia (Álvarez-Ossorio, 1941: 161) y aun ser una deellas el colgante palentino, con idéntico motivo, mencionado por Tara-cena (1947: 91). Tres son también las adscritas a la segunda variante:la primera de ellas, de origen desconocido, se encuentra en el MuseoArqueológico Nacional (Fig. 7-a)".
(17): Op, cit (10), pag.481

(18): Op, cit (10), pag. 484

(19): Op, cit (10), pag. 474

(20): POMPONIO MELA, Cor, III, 14-15

(21):
ESPAÑA EPIGRÁFICA dice al respecto: "ciudad del convento lucense citada por Mela, Chor. III.1 (podría ser otra, e incluso una ciudad desconocida), que pertenecería a la tribu de los Adovi lucenses (Plin., NH 111), como en el caso de los Coelerni" . Identificada con la actual ria y población de Cariño.


 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

2 comentarios:

  1. Sólo una aclaración, por eso de dar al César lo que es del César, el vaso de los lobos no fue descubierto por el Instituto de estudios Vacceos, sino por las excavaciones de la Empresa Aratikos Arqueólogos en Roa, la excavación tuvo lugar en el año 2000 y hay dos trabajos publicados al respecto, Abarquero, 2006-2007 y Abarquero y Palomino 2012.

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    1. Muchísimas gracias por su aclaración, por escribirla y por leerme. Es que Carlos Sanz y Romero Carnicero me trataron muy bien en Pintia y les apunto a ellos todo éxito... Perdone la imprecisión y tomo nota de su corrección.

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